Si se pueden meter con el heavy, yo me puedo meter con el rockagili. Es lo que hay.
Lo cual no quita que me guste el blanquito que quemó un piano, o el negrito gay que andaba como un pato, y gente así de aquella época. Los que enseñaron a los blanquitos ingleses. Vale, sí, lo puedo escuchar. Pero un ratito nada más, luego me paso a lo de verdad, Motorhead. Puedo escuchar un poco de Stray Cats, pero solo un poco, hasta que me empiezo a sentir más moña. Empiezas por ahí y acabas escuchando a Hombres G. Antes me esnifo los polvos pica pica esos.
Y si lees esto no deberías ofenderte, si las das has de tomarlas. Tampoco habla uno siempre en serio, mátame de risa que no tengo prisa.
Cierto, la estética esta del cuero la introdujo Rob Halford, de Judas Priest. Es la estética de los osos. Lo cual no quiere decir que los heavies de verdad no usen chicles porque prefieren masticar cristales. De todas formas no temas, mis barbaridades están a kilómetros de las tuyas. No voy a alcanzarte. Y que tampoco me apetece, vaya. Lo de macho se demuestra en la cama. El resto son gilipolleces y testosterona.
Lo cual no quita que me guste el blanquito que quemó un piano, o el negrito gay que andaba como un pato, y gente así de aquella época. Los que enseñaron a los blanquitos ingleses. Vale, sí, lo puedo escuchar. Pero un ratito nada más, luego me paso a lo de verdad, Motorhead. Puedo escuchar un poco de Stray Cats, pero solo un poco, hasta que me empiezo a sentir más moña. Empiezas por ahí y acabas escuchando a Hombres G. Antes me esnifo los polvos pica pica esos.
Y si lees esto no deberías ofenderte, si las das has de tomarlas. Tampoco habla uno siempre en serio, mátame de risa que no tengo prisa.
Sandman escribió:gays de los leather en los 80 en los grupos de machos que te gustan
Cierto, la estética esta del cuero la introdujo Rob Halford, de Judas Priest. Es la estética de los osos. Lo cual no quiere decir que los heavies de verdad no usen chicles porque prefieren masticar cristales. De todas formas no temas, mis barbaridades están a kilómetros de las tuyas. No voy a alcanzarte. Y que tampoco me apetece, vaya. Lo de macho se demuestra en la cama. El resto son gilipolleces y testosterona.
