Sobre los dilemas de quién tiene la culpa de qué, es habitual en todas parte y en muy diversos contextos.
Siempre es muy socorrido culpar al de fuera o al que estuvo antes... sobre todo si se está haciendo o se pretende hacer algo malo. La culpa de lo malo que pasa es de... y ¡hala!, ventilado.
Un ejemplo que me pareció gracioso, no hará tanto un dirigente de un país latinoamericano andaba exigiendo que España pidiera disculpas (ahora) por cosas acontecidas en América hace 4 ó 5 siglos... Un amigo mío lo comentaba con cierta gracia y me decía, vamos a ver ese señor se apellida López, y si le miras la cara y no le escuchas el acento y te dicen que es de Logroño, te lo crees.
Nosotros también tenemos apellidos reconocibles como españoles, pero cuando los antepasados de ese señor se fueron a América, a hacer lo que hiciesen, que yo no entro... tus tatarabuelos y los míos estaban en Soria o en Jaén labrando la tierra y no se fueron a ningún sitio.
Entonces, si alguien tiene que pedir perdón por lo que se hiciera en América por parte de los españoles que fueron allí hace siglos, serán los tatarabuelos de ese señor y otros como él, o ellos mismos, que son sus descendientes, directos, no nosotros, sin comerlo ni beberlo...
Bueno, anécdotas aparte, abono la tesis de que el idioma no me parece lo más relevante en estos estilos musicales, sino más bien el trasfondo cultural/social, o la habitual "tradición de ruptura" entre generaciones.
La historia siempre nos enseña cosas, y a menudo se dice que es pendular, o que quien no conoce la historia está condenado a repetirla.
En España vivimos en los '60 una cierta lucha musical entre la imitación de lo ye-ye y la conservación de lo español. En parte se saldó con versiones en español de temas pop extranjeros (no sólo ingleses o norteamericanos), y en parte con creaciones propias de artistas que se fueron alejando de la "copia", aunque era difícil alejarse de las influencias estilísticas. También en Latinoamérica hubo un movimiento similar, y yo creo que se apostó aún más decididamente por la canción en castellano. Hubo cosas que ahora nos parecen pueriles, o muy pasadas de moda, pero el tiempo a veces es duro con determinadas expresiones artísticas. Otras se verán más vigentes aún hoy en día.
Ya veremos qué queda dentro de 20-40-50 años del reguetón...
Miguel Ríos, años '60:
Palito Ortega, 1963:
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