El eterno falso debate entre técnica y virtuosismo, por una parte, y talento y gusto, por la otra.
Falso porque sencillamente lo ideal es combinar ambos en la medida de las posibilidades de cada quien, teniendo siempre en cuenta que la mayor parte de lo que otorgan es susceptible de cultivarse con estudio y práctica, incluso el talento (por eso a menudo se lo apostilla diferenciando entre innato o adquirido).
Cualquier principiante en la guitarra puede interpretar piezas de Nirvana o The Beatles, por poner dos ejemplos traídos aquí de sendos grandes de sus épocas respectivas que marcaron generaciones, sin más técnica instrumental que algunos recursos de iniciación al instrumento.
Tampoco en conocimientos teóricos de música fueron destacables ambos ejemplos: todos conocemos versiones de sus temas originales que aportan armonías más interesantes.
Ahora, para mí quisiera su facilidad y gusto melódico para empezar, que lo otro es cuestión de sentarse.
Falso porque sencillamente lo ideal es combinar ambos en la medida de las posibilidades de cada quien, teniendo siempre en cuenta que la mayor parte de lo que otorgan es susceptible de cultivarse con estudio y práctica, incluso el talento (por eso a menudo se lo apostilla diferenciando entre innato o adquirido).
Cualquier principiante en la guitarra puede interpretar piezas de Nirvana o The Beatles, por poner dos ejemplos traídos aquí de sendos grandes de sus épocas respectivas que marcaron generaciones, sin más técnica instrumental que algunos recursos de iniciación al instrumento.
Tampoco en conocimientos teóricos de música fueron destacables ambos ejemplos: todos conocemos versiones de sus temas originales que aportan armonías más interesantes.
Ahora, para mí quisiera su facilidad y gusto melódico para empezar, que lo otro es cuestión de sentarse.
