Supongo que estarás cansada de que todo el mundo te diga lo mismo, que es muy arriesgado, que deberías compaginarlo con otra cosa, etc. etc.
Pues yo, porque te tengo aprecio, me veo en la obligación de darte mi más sincera opinión:
Con 18 años (y con 28 años no te creas) la vida se ve de una forma diferente: Tenemos nuestras prioridades, nuestros sueños y nuestras metas y ponemos toda la carne en el asador para conseguirlas. Eso está fenomenal

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La única pega, es que a medida que la vida va pasando, las
prioridades van cambiando. Te pongo un ejemplo muy claro: Tener hijos. A partir de ese momento tu centro de gravedad cambia y tus hijos se convierten casi siempre en lo más importante de tu vida, pasando la vida profesional, hobbies, incluso de algún modo la pareja, etc. a un segundo o tercer plano.
Por desgracia, la vida consiste en ir tomando decisiones, es decir, en ir eligiendo entre opciones. Y lo malo es que
normalmente cuando abres una puerta se cierra otra.
Piénsatelo muy bien, reflexiona y toma la decisión que TÚ creas más adecuada, pero haz es el esfuerzo de
imaginarte cuál es el estilo de vida que quieres llevar dentro de 15 años. En estas decisiones es imprescindible estar totalmente convencido internamente.
Sé que eres una chica muy inteligente y muy madura y tomarás la decisión apropiada.
Te dejo una reflexión muy interesante que lei hace poco, es de Chisco Olascoaga, un hombre de 67 años que fundó la empresa Entel. Es siempre muy interesante escuchar la opinión de los que ya están de vuelta en el mundo profesional.
Alguien escribió:
Lo principal es que se conozcan a sí mismos para saber qué estilo de vida quieren llevar. A partir de ahí, les animaría a que investigaran, experimentaran y reflexionaran con el fin de encontrar una pasión personal y profesional compatible con el estilo de vida elegido. Porque una cosa es lo que nos han dicho que tenemos que hacer y conseguir, y otra muy distinta lo que nos conviene y nos gusta de verdad.
La entrevista completa está
aquí.