El problema no es ser bueno o malo, es saber que haces bien y corregir tus errores.
Un buen punto de vista es preguntar a los demás.
Yo no soy un ejecutor sobresaliente tocando instrumentos, pero según lo que me dicen, compongo musica muy bien, letras, lo aplico y lo mejor de todo, las proceso y las recuerdo, por que a mi manera las transcribo a papel para recordar tempo y demás.
Creo que hay que buscar opiniones subjetivas, para saber que haces bien.
Yo soy muy crítico, pienso que no toco una mierda pero luego la gente que me escucha dice que toco muy bien. Pero me pasa igual con mi otro hobby, los trails por montaña, si me preguntas te diré que soy un paquete pero luego quedo siempre entre los 100 primeros y algún podio he pescado.
Al final lo importante es ser crítico y buscar mejorar siempre. Y sobre todo disfrutar.
Supongo que hace falta el nivel justo de autocrítica para ser consciente de tus limitaciones y tus virtudes. De ahí que tu colega, sin oído ni sentido del ritmo no se diese cuenta de que cantaba mal, a él le sonaba bien.
Yo soy muy consciente de cuando apesto tocando. En general estoy mejorando como rítmica y empeorando como solista. ¿Que se le va a hacer, no? Ya no tengo tanto tiempo para practicar pero estoy más pendiente del grupo.
1
#29 Jajajaja gracias. La cosa es que la canción es el bollo y los solos el merengue que lo adornan. Si le cabe un solisteo y aporta, cojonudo, sino...mejor centrarse en hacer mejores riffs.
1
Del mismo modo que una tía sabe lo buena que está, uno sabe cuál es su sitio de una forma aproximada bastante certera. Si dejamos que actúe nuestro Pepito Grillo interior, sin narcisismo ni falsa modestia, todos sabemos en el fondo donde estamos.
Hay casos donde el ego ciega al sujeto, pero la realidad es muy cabrona y pone a cada cual en su sitio.
No hay más
Me lo dijeron y lo repito siempre: para hacerse una idea de cómo toca alguien no hay más que verle como coge la guitarra.
1
Te grabas y te escuchas después de un tiempo. Es una forma de ver las cosas con distancia. Te horrorizas a veces y otras veces dices, joder, ahí no he estado mal del todo. Tienes que intentar escucharte como te escuchan los demás, o, más bien, con el mismo criterio que aplicas cuando escuchas la música de otros.
Lo de ser bueno o malo es totalmente relativo. Tienes que ser capaz de tocar tus canciones de una forma más o menos digna y efectiva. Si tus canciones solo necesitan rascar acordes, pues aprende a hacer eso bien y ya está.
Por cierto, lo del efecto Dunning-Kruger ese que dices existe también al revés: Paco de Lucía cuenta que una vez estaba escuchando en la radio a un guitarrista y pensó "joder, este tío toca bastante bien". Después de un rato se dio cuenta de que era una grabación suya y ya empezó a verle defectos.
2
Sindrome del impostor: Malo, horrible si se lleva a niveles obsesivos, que no se si es el caso de Paco, pero el genio se daba autotralla de la buena.
Dunning-Kruger: Peor que malo...si ya crees saberlo todo, y en realidad estas estancado en un nivel de ignorancia X, pero como crees que ya lo sabes todo no tienes capacidad de detectarlo y no admites critica alguna..buf
1
Empecé a mis 15 años en el instituto, cuando el BUP, a principio de los ochenta, y creo recordar que ya había muerto Chanquete. Mi española (mala como un demonio) y yo. Antes ya le había dado un poco a las teclas y al solfeo. Tenía buen oido y espero seguir teniéndolo por mucho tiempo. Tocaba sólo, a veces con algún compañero que me enseñó un poco lo básico y un libro de aquellos con los nosecuántos cientos de acordes de guitarra.
Poco a poco te vas haciendo al instrumento, compartes la afición con más gente, te lo pasas bien y, por supuesto, todo eso te hace ir aprendiendo día a día. Subo de nivel, me compro una acústica, normalita, pero acústica. Perfecto. Sigo aprendiéndo, las yemas de los deos se van haciendo a las cuerdas de metal; cómo jode, hostia p....
Pasan los años. A veces toco con algún amigo, alguna idea de montar un grupo, pero vamos, ahí se queda. También hay periodos de sequía en los que ni siquiera saco la guitarra del armario. En cierta ocasión conozco a un tio que tiene una eléctrica y conectamos. Empezamos como dúo con temas propios y algún que otra versión. Algún que otro concierto. Me tiro a la piscina y me compro una eléctrica. Poco después un bajista y batería. Grupete, al fin. Unos cuantos años juntos haciendo algún bolo de vez en cuando. Se disuelve el grupo. Entro en otro. Aquí como bajista, también buen rollete, y bolos de vez en cuando. Cuestiones de trabajo y quizá agotamiento creativo, cada uno por su lado. Otra época de sequia.
Unos años después me junto con gente sin más pretensiones que pasarlo bien y evadirnos por unas horas de nuestras vidas ordinarias. Terapia total.
Y ahora, después de este tocho, contesto a la pregunta: pues no, no soy bueno. Soy un músico normalillo. Sé mis limitaciones, no soy virtuoso. No soy malo con los acompañamientos y arpegiando. Me defiendo en los solos. He ido aprendiendo con los años, faltaría más. Como he dicho antes tengo buen oido y sentido del ritmo y eso ha sido primordial para mí, quizá casi más importante que saberse miles de acordes. He compuesto algunas canciones, he sacado de oido muchos temas de grupos extranjeros y nacionales, cuando el intennet no existía y te lo tenías que currar rebobinando el cassete una y otra vez.
Sólo sé que toco. Otros muchos no lo hacen y otros tantos son verdaderos genios. Esto es lo que hay.
1