Con el auge de las ventas online, hay un problema salvaje con lo que se llama la entrega del "último kilómetro", es decir, hasta tu puerta. Trabajo en una empresa en la que enviamos y recibimos muchísimo material, alguno sensible, con distintas compañías e incluso nosotros que somo profesionales (se supone que nos tratan mejor), no nos libramos de líos.
Todo el mundo compra online, cada vez más y todos lo queremos para mañana: monta una tienda online que no entregue en 24 horas y veras lo que te comes... (con excepción de envíos internacionales, que os veo venir...). Ante esto, pues salta la "picaresca", la excusa, no estabas, dirección equivocada... pero estas empresas deben empezar a pensar en cómo cumplir con sus compromisos, porque el aumento de la venta online es exponencial y no parece que el aumento de las plantillas en estas compañías haya ido a la par.
Ah, y como vivas en un pueblo... prepárate.
Todo el mundo compra online, cada vez más y todos lo queremos para mañana: monta una tienda online que no entregue en 24 horas y veras lo que te comes... (con excepción de envíos internacionales, que os veo venir...). Ante esto, pues salta la "picaresca", la excusa, no estabas, dirección equivocada... pero estas empresas deben empezar a pensar en cómo cumplir con sus compromisos, porque el aumento de la venta online es exponencial y no parece que el aumento de las plantillas en estas compañías haya ido a la par.
Ah, y como vivas en un pueblo... prepárate.
