#11 jaja ! bonita historia. tuviste tus dudas, pero pudo tu conciencia. está chula la historia y real de cojones. la duda siempre acecha .. jaja. enviale la historia por mail. po temas de derechos de autor no se pueden coger cosas en los foros. saludos
Hace ahora dos años y poco, iba a toda prisa pués llegaba tarde a una cita importante y perdí la cartera.
En ella iban todos mis carnets, DNI, conducir y alguno más, tres tarjetas de crédito, la de la seguridad social, unas fotos pequeñas pero de gran valor sentimental y 200 pavos que acababa de sacar del cajero.
Además una de las tarjetas era de tan reciente contrato que aún llevaba el pin anotado en la propia cartera.
No me di cuenta de la perdida hasta que eché mano al bolsillo. El agobio fue muy serio cuando me percaté.
La carrera a contrarreloj para anular tarjetas primero y denunciar la perdida en comisaría para tratar de evitar usos indebidos o al menos poder demostrar mi inocencia en caso de ..., fue algo difícilmente descriptible.
Te pones a pensar y ostia, estás en manos de alguien que puede joderte y bien. No entro ya en el marrón de renovación de carnets y demás. Uf, es una putada de muy señor mío.
Cuando salgo de comisaría y me encaminó a casa, tras una tarde de locos, suena el teléfono, era la guardia civil preguntando por mi.
Una angustia y sudor seco, recorrió mi cuerpo.
Final feliz, alguien la había encontrado y la llevo al cuartel de mi ciudad, de hecho la perdida fue a escasos 100 metros del propio cuartel.
Todo intacto, no faltaba ni un céntimo, creo que no siquiera se molestó en abrirla.
La persona que la encontró prefería el anonimato. Trate de saber su identidad para agradecer el gesto, pero no quiso dar ningún dato o al menos no me lo facilitaron.
Respire muy aliviado, y a la vez me quedé un poco sorprendido por la honestidad de esa persona.
Lo habitual era haber cogido la pasta y cartera a la papelera y en el peor de los casos desplumarme en el cajero y puestos a pensar con mis datos completos se puede organizar un desaguisado del copón, pero en esta caso actuó con una ejemplaridad inusual.
No soy yo el protagonista de la historia, sino un desconocido anónimo que ni siquiera deseaba el reconocimiento.
Supongo que jamás conoceré a esa persona. Ni podre mostrarle mi admiración y respeto.
No se si encaja o no, pero si me enseñó una lección que no olvidaré. Si alguna vez ocurre a la inversa, mi actitud será identica.
De hecho ya ha pasado algo similar, encontré un bolso que posiblemente había sido sustraído previamente porque que estaba todo desparramado y sin un céntimo pero me moleste en dar con la persona para devolverle personalmente sus pertenencias.
Puede que sin valor económico pero imagino que de gran valor sentimental algunas cosillas que iban dentro, el agradecimiento de la señora fue una de mis mayores satisfacciones.
Como si fuese una de esas cadenas de favores.
El mundo sería mejor si fuesemos mejores personas, esa es mi moraleja.
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Pues ahora mismo me vienen dos situaciones idénticas con distinto final. En un establecimiento de cara al público donde trabajaba, con bastante trasiego de clientes, aparece un sobre en el mostrador, y al abrirlo casi se nos salen los ojos: todos los billetes que caben un sobre, y no pequeños. Metemos el sobre a la oficina y a los 5 minutos entra en el establecimiento un tipo con la cara desencajada y temblando como una hoja; sabíamos que era el dueño antes de que abriera la boca, pobre hombre, no hacía más que darnos las gracias y secarse los ojos, sólo repetía en bucle "ay dios si lo pierdo, ay dios si lo pierdo". En el caso contario: apareció una cartera, contactamos con el dueño y el fulano aparece con cara de mala leche, aire de suficiencia y lo primero que dice al llegar es "estará todo el dinero, no?" con malos modos. Ni las gracias nos dio.
Sean 50€ o 5.000, puedes joderle a alguien la vida pero bien. Te hagan falta a ti más que al dueño o no, lo que haces es lo que acaba esperándose de ti.
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Pues yo me encontré una maleta al lado de unos contenedores de la basura. La cogí y me la llevé a casa. Cuando la abrí dentro había un saxofón. La tuve en casa como una semana hasta que en una farola vi un cartel diciendo que alguien había perdido un saxofón y que se gratificaría la entrega. Llamé por teléfono y quedé con el supuesto dueño. Resulta que el saxofón era propiedad del conservatorio de Bilbao, se lo había llevado a casa para practicar y al bajarlo del coche se lo dejó entre los contenedores. El tío me daba 50 pavos por entregárselo, pero no se los cogí. Hoy por ti, mañana por mi. Fin de la historia.
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#15
Hola.
Yo soy el del otro lado.
Hace 5 o 6 años me encontré una cartera por la calle. Lo primero que hice fue abrirla para ver si habia algun número de teléfono al que llamar para localizar al dueño. Tenía toda la documentación, dni, tarjetas, carnet de conducir... y 70 euros. No encontré nada asi que sin pensarlo me dirigí a la comisaría. Me tomaron los datos y apuntaron todo lo que había. Me dieron las gracias y me dijeron que no es lo habitual.
En ningún momento se me ocurrió hacer otra cosa.
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Me diagnosticaron Trastorno del Espectro Autista.
No pasó ni una hora de saber el diagnóstico que empecé a recibir consejos de que buscase la discapacidad para pillar paguitas. Dije que no, que siempre me he valido por mi mismo y me dijeron que era tonto.
Recientemente si que rellené los papeles por simple reconocimiento y en breve me llega la resolución. Si me dan el 33% juro que las ventajas que reciba, van a la Asociación TEA Ponent para que se beneficien aquellos autistas que si necesiten ayuda de verdad.
Y lo dice alguien que entró en un puesto de responsabilidad hace mes y medio, está sufriendo aislamiento y uso del ucraniano como barrera y me he enterado que al parecer, mi timidez o prudencia de no querer molestar a los operarios con preguntas, se ha interpretado como arrogancia o exceso de humos.
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Conozco a muchos TEA, aunque todos están bastante peor que tú, ellos no se valen por sí mismos. Dependencia severa. Sé lo que les cuestan algunas cosas. Son gente que pueden ser maravillosa a ratos, irritantes a veces, incluso peligrosos y violentos otras. Y no es su culpa, ni son malas personas. Me voy a contar una anécdota del curro, pasó apenas hará 3 meses, ya no me quedan las marcas.
Trabajando en un cole de educación especial. El chaval tiene 16 tacos, y está como un toro. Claro, se pasa el día paseando, escalando, joer que se sube a las farolas del patio, y a la portería. Y es escapista. Estresa pasarte de 2 a 3, ellos recién comidos, tú todavía no, en medio del patio, teniendo que estar a la solana porque el chaval se va hacia la valla del cole con intención de saltarla y escaparse. Correría más que yo. No puedo consentir que se escape, es mi responsabilidad. Acostumbra a obedecer cuando te pones en medio. Comprueba que no le dejas subirse a la valla y se va. Y te vigila a ti más que tú a el. Por si te despistas.
Pero aquella tarde ya estaba cabreado, había tenido otro brote unas horas antes, con su profa. Aquella vez me empujó y me intentó pegar una bofetada, pero la esquivé, le agarré, y me lo llevé a rastras hasta dentro de su clase.
Para entonces ya habían oído los gritos, y mis compis se hicieron cargo de él. Yo iba chorreando sangre por el brazo, me había golpeado y arañado un huevo. El brazo estaba negro. Me fui a lavar y luego a enfermería. Cuando volví vi al chaval con ganas de llorar. Me miró y me pidió perdón, se le veía sinceramente arrepentido. Le sonreí y le dije "somos amigos, tío, y a los amigos no se les pega, anda dame un abrazo". Él se levantó, y conociéndole, sabiendo el gran esfuerzo que le supone simplemente sacar alguna palabra de su boca, no ya siquiera una muestra de afecto, aquel abrazo que me dio es insuperable. Me hizo pensar que hay parte del sueldo que no está cuantificado, porque es emocional. Me hizo olvidar lo que me dolía el brazo. Joer, cuando un TEA besa, besa de verdad. Los quiero a todos.
#21 Eres admirable, tío. En serio lo digo. Sirves de ejemplo para muchos que día a día intentan superarlo. Salud siempre.
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Efectivamente, mi nivel de dependencia es cero, me acabo de sacar dos CFGS y el segundo he sido la mejor nota, he trabajado toda mi vida, estoy casado, peeeeeeero, soy un gilipollas integral de mucho cuidado.
Y esa anecdota que cuentas me es muy familiar porque el torbellino de emociones insoportables que sufrió el chaval para llegar a eso, me suena, solo que yo no llego a esos extremos aunque muchas veces he acabado usando la violencia verbal o comportamientos inadecuados. Y entiendo perfectamente el arrepentimiento y la vergüenza que pasó cuando se calmó... el inconveniente para mi, es que como yo parezco una persona "normal", ni tan siquiera soy como Forrest Gump (en apariencia), cuando se me calienta la boca y la cago, me toca asumir las consecuencias de persona normal, con perdida de amistades, gente que se harta de aguantar mi mundo cerrado y mis malas contestaciones.
Y si, a mi me cuesta una barbaridad hacer muestras de afecto, me da vergüenza y las pocas veces que lo hago (igual que pedir disculpas), lo hago de verdad.
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#21 Como padre de dos niños con TEA me alegra muchísimo que te valgas por ti mismo, no sé si eres TEA de altas capacidades (lo que antes se conocía como asperger). Si no es el caso tiene todavía más mérito y me da esperanzas de que mis hijos puedan llevar una vida normal sin depender de mí.
A mi hija le reconocieron menos del 25%, lo que a efectos prácticos no significa nada, gracias a una funcionaria muy simpática, con el pequeño la vamos a solicitar con pocas ganas por la experiencia anterior. Tengo que llevarlos a los dos a atención temprana y que agradezco que sea gratuita hasta los 6 años, pero si no trabajase con mi familia no sé cómo lo haría para llevarlos y traerlos a mitad de mañana sin que me despidiesen. Mi hija cumple ahora los 6 años y vamos a tener que pagar todos los meses para que siga con su estimulación (que le ha servido MUCHÍSIMO). Cuando su hermano cumpla 6 igual.
Vamos a pedir la beca de educación especial pero no cubre todo lo que vamos a pagar. Y todavía me siento afortunado de que mi hija vaya a empezar la primaria (con adaptación curricular) en vez de ir a un aula abierta como otro compañero de clase con un TEA más severo.
Lo que quiero decir es que esta situación supone, aparte del esfuerzo personal, un esfuerzo económico y de conciliación laboral, y que lo reconozcan como discapacidad es una ayuda que se agradece, no es cobrar una "paguita".
