Yo te recomiendo este proceso, por partes:
1) Obviamente, quitas las cuerdas.
2) Quitas la suciedad (esa porquería verde acumulada) con gasolina para mecheros de la que venden en los estancos. Echa un chorrito en un trapo de los que no sueltan pelusa, y vas restregando con paciencia hasta que vaya desapareciendo.
3) Trastes: vas tapando la madera del diapasón y las pastillas con cinta de carrocero y limas con cuidado los trastes con lana de acero 0000 (4 ceros). Conforme los vas puliendo, aprovecha antes de quitar la cinta de carrocero para abrillantar los trastes con algodón mágico aladdin. Déjalo reposar y al cabo de un rato, con una gasa o un trozo de sábana vieja quitas los sobrantes del algodón mágico con suavidad. Te quedarán como nuevos, brillantes y suaves.
4) Cuando el diapasón esté limpio y los trastes pulidos y abrillantados, dale una buena hidratación al diapasón con Hodernal o aceite de limón.
5) Los tornillos también puedes dejarlos impecables fácilmente. Asegúrate de cuál es cuál y déjalos en un vaso con un poco de coca cola durante 24h (eso ayudará a eliminar buena parte del óxido). Sécalos bien y límpialos después con algodón mágico.
6) El puente será más complicado (sobre todo si es flotante). Ahí tengo menos experiencia, pero imagino que con algún abrillantador o con el mismo algodón mágico y un cepillo de dientes, podrás mejorar su aspecto. Las pastillas, al no llevar cubierta cromada, ahí no sabría qué recomendarte. A ver qué dicen los compañeros sobre eso...
-Como ves, es un rato bueno el que tendrás que dedicarle (por eso no conviene, en mi opinión, para esas cosas ir al luthier, porque te puede salir por una pasta). Para mí es hasta divertido, ya que luego la verás lucir impecable y estarás "orgullosillo" de que haya sido por tus propias manos, je, je...
Anímate, que no es nada y merece -y mucho- la pena