#610
Alguna cosa había leído de Igor pero no lo había escuchado hasta ahora. Lo presentaban como el pianista millennial y ahí ya acababa mi atención, esperándome una inconsistencia y un hype como una catedral, de los muchos que tratan de colar las discográficas del sector.
Verdaderamente es una manera inusual de tocar a Beethoven, de entrada estoy en una especie de shock porque no se si es un desastre, un adefesio musical, o simplemente otra manera tan válida como cualquier otra de tocar.
No me gusta en principio como trata las frases y los motivos clave que Ludwig escribía siempre con la intención de que resultaran muy claros, "marcados" para realzar el contraste y la vida interior de las diferentes partes de sus piezas, por otra parte me gustan esos pianísimos tan modernos aunque nuevamente no se si benefician o perjudican.
Por lo que estoy escuchando, parece un pianista muy muy preciso. Beethoven pierde cierta magia en sus manos pero el resultado tiene su atractivo por lo audaz, y la idea tiene consistencia. Este chico no es una excepción, hay muchos intérpretes jóvenes ahora que van de este palo (asiáticas tocando Bach a velocidad interestelar, etc) y diría que siempre los ha habido
En fin, que me deja con ganas de verlo en un auditorio y escuchar más. De momento prefiero otras interpretaciones si tengo que elegir, no necesariamente clasicorras y "monumentales", para nada porque además no me gustan. Arrau mismo, con toda la escuela de la que viene, sin embargo lo toca a un nivelazo increíble escapando de la germanización habitual, también con sus tempos y cosicas poco tradicionales, Gilels, el viejito Robert Silverman, Louis Lortie que quizás sea el pianista vivo que mejor toca a Ludwig (en mi opinión por supuesto, también ha editado la integral), etc.
El mejor ciclo de sonatas de Beethoven creo que es el que te montes a piezas, no hay una integral perfecta. Leo que Igor grabó la integral con 32 años, necesariamente se ha tenido que aprender más de una demasiado rápido. Parece que en estos tiempos todo tiene que ser una gran competición y todo el no va más.
Como pianista "de nueva hornada", después de escucharlo sigo prefiriendo a Trifonov o incluso nuestro Javier Perianes, que de haber nacido en Alemania lo hubieran convertido en un gigante, sin duda. A ver, todavía no he escuchado suficiente a Levit pero así de entrada Javier le come la tostada en calidad tonal y colorido.
En este debate sobre cómo mantener el interés de las nuevas generaciones, tradicional vs nuevo, etc, creo realmente que no se puede apostar solo a la renovación de la manera de interpretar (con mayor o menor fortuna), ya que en si poca relevancia tiene porque de lo que se trata es de producir grandes sentimientos y sensaciones. Más bien hay que procurar que la música contemporánea tenga su sitio y una profusa programación, compositores e intérpretes "nuevos" deben ser promocionados y entendidos por el público, que todo se pueda mantener en el tiempo.
Lo que nos lleva al "mal" original, la falta de formación y educación.