Hace tiempo se hizo un experimento, de hecho varios, en los cuales se daba a probar diferentes comidas preparadas, con aromas naturales y artificiales. Los sujetos al experimento, preferían, por ejemplo, los yogures con "sabor a fresa" a los elaborados con auténtico aroma de fresa. De hecho, no reconocían el sabor de éste último muy bien.
Lo mismo nos ocurre con los sonidos. ¿Quién no ha pensado alguna vez lo mal que se doblan algunos actores a sí mismos? No es cuestión de que lo hagan bien o mal, es que aceptamos como "mejor" lo que estamos acostumbrados a percibir como tal, y los productores de cine, y especialmente de spots publcitarios, lo saben muy bien. En publicidad sólo se escuchan voces "reconocibles". Haced la prueba "viendo" un rato la tele con los ojos cerrados, escuchareis una y otra vez al mismo actor de doblaje, interpretando distintos papeles.
¿Qué instrumento pues "suena mejor"? El que tenemos almacenado en la memoria, en forma de icono.
#6
Por eso, no puedo estar más de acuerdo.
Lo mismo nos ocurre con los sonidos. ¿Quién no ha pensado alguna vez lo mal que se doblan algunos actores a sí mismos? No es cuestión de que lo hagan bien o mal, es que aceptamos como "mejor" lo que estamos acostumbrados a percibir como tal, y los productores de cine, y especialmente de spots publcitarios, lo saben muy bien. En publicidad sólo se escuchan voces "reconocibles". Haced la prueba "viendo" un rato la tele con los ojos cerrados, escuchareis una y otra vez al mismo actor de doblaje, interpretando distintos papeles.
¿Qué instrumento pues "suena mejor"? El que tenemos almacenado en la memoria, en forma de icono.
#6
Por eso, no puedo estar más de acuerdo.


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