Yo también soy de los que después de tantos años podría escribir un libro. Pero os cuento una de las más surrealistas que recuerdo.
Tocando con una orquesta en el club náutico de Burriana en Castellón, hacemos un descanso, y la cantante se va al baño pero se deja el micro inalámbrico en el lavabo que había fuera. Cuando sale había desaparecido. Se pone histérica y ya nos ves a todos buscando por todo el club. Pero claro, alguien lo había cogido.
Llegaba el momento de volver a tocar y el micro no aparecía. En eso al técnico de sonido se le ocurre una idea: Encender el canal del micro por si la cantante (era habitual que no lo apagara) no había puesto el mute tampoco. Y bingo, le da volumen y por el equipo escuchábamos voces. Empezamos a buscar otra vez intentando localizar de dónde venían las voces hasta que escuchamos ruido de cazuelas. Nos vamos a la cocina (imaginad el cuadro) y mientras uno iba hablando mientras recorría la cocina, el otro junto al equipo le iba diciendo si se acercaba al micro, todo esto a gritos con el club lleno de la gente de la jet set de la zona, hasta que al final lo encuentramos dentro de una cazuela vacía con tapa.
Una de las cocineras, una chavala joven, lo vio en el lavabo y se lo llevó, y cuando vio el follón que se montaba se asustó lo escondió en la cazuela.
Tocando con una orquesta en el club náutico de Burriana en Castellón, hacemos un descanso, y la cantante se va al baño pero se deja el micro inalámbrico en el lavabo que había fuera. Cuando sale había desaparecido. Se pone histérica y ya nos ves a todos buscando por todo el club. Pero claro, alguien lo había cogido.
Llegaba el momento de volver a tocar y el micro no aparecía. En eso al técnico de sonido se le ocurre una idea: Encender el canal del micro por si la cantante (era habitual que no lo apagara) no había puesto el mute tampoco. Y bingo, le da volumen y por el equipo escuchábamos voces. Empezamos a buscar otra vez intentando localizar de dónde venían las voces hasta que escuchamos ruido de cazuelas. Nos vamos a la cocina (imaginad el cuadro) y mientras uno iba hablando mientras recorría la cocina, el otro junto al equipo le iba diciendo si se acercaba al micro, todo esto a gritos con el club lleno de la gente de la jet set de la zona, hasta que al final lo encuentramos dentro de una cazuela vacía con tapa.
Una de las cocineras, una chavala joven, lo vio en el lavabo y se lo llevó, y cuando vio el follón que se montaba se asustó lo escondió en la cazuela.
