Me gusta el jazz precisamente por lo contrario de lo que parece gustarle a otras personas; disfruto de su falta de repetición. Con el jazz, mi cabeza sigue la melodía y el ritmo, y me gusta que me sorprenda. Me encanta escuchar dos grabaciones de un mismo standard y que no sean iguales. Y me encanta analizar la armonía de una partitura de estándar y descubrir que alguien se echó un rato bueno montando una catedral racional, poniendo un reto a otros músicos, que oír las mismas progresiones de siempre. Cuando era joven era muy de rock y cierto metal- flamenco a parte- pero llegó un momento que gran parte de él me cansó. El rock actual más estándar me parece una serie de riffs repetitivos con sus progresiones mil veces tocadas, con estructuras cerradas, versos, puentes y estribillos, etc. y me acaban sonando repetitivos. No veo que mucha gente intente un Bohemian Rhapsody o un Stairway to Heaven. Veo más creatividad en otros estilos.
Al final hay un núcleo duro en los clásicos que identificamos claramente como jazz- gente que en su día fue rebelde y disruptiva, mucho más divertida y menos sofisticada de lo que parece con los cánones de hoy-, que me encanta oír, un montón de músicos actuales encumbrados por sus habilidades técnicas y continuismo con ese jazz clásico, con un discurso interesante y unas actuaciones que me aburren bastante, y después una nebulosa de músicos -con más conocimientos y preparación muchas veces que los segundos - y que mezclan lo que identificamos con otros estilos en la que nada está claro y donde se crea la música más disruptiva y posiblemente la que considero más cercana a lo que fue el espíritu de las distintas oleadas de jazz en su día: Ver una pelea de gallos de rap cuando uno de ellos utiliza improvisaciones cierta melodía aunque sea limitada en la octava, un concierto de Calamaro donde todo es cambiante o Jain flipándose en directo e improvisando me parece más cercano al espiritu de lo que fue el jazz que grupos de jazz de apariencia seria y académica que tocan para eruditos endogámicos y se han olvidado que ponerse en un escenario debería ser algo lúdico que llegue al público general, cosa que tenían muy caro cabeza Mozart, Wagner, Louis Amstrong Freddie Mercury.
"¿Qué es el jazz? Si tienes que preguntarlo, nunca lo sabrás" como dijo Louis Amstrong
Al final hay un núcleo duro en los clásicos que identificamos claramente como jazz- gente que en su día fue rebelde y disruptiva, mucho más divertida y menos sofisticada de lo que parece con los cánones de hoy-, que me encanta oír, un montón de músicos actuales encumbrados por sus habilidades técnicas y continuismo con ese jazz clásico, con un discurso interesante y unas actuaciones que me aburren bastante, y después una nebulosa de músicos -con más conocimientos y preparación muchas veces que los segundos - y que mezclan lo que identificamos con otros estilos en la que nada está claro y donde se crea la música más disruptiva y posiblemente la que considero más cercana a lo que fue el espíritu de las distintas oleadas de jazz en su día: Ver una pelea de gallos de rap cuando uno de ellos utiliza improvisaciones cierta melodía aunque sea limitada en la octava, un concierto de Calamaro donde todo es cambiante o Jain flipándose en directo e improvisando me parece más cercano al espiritu de lo que fue el jazz que grupos de jazz de apariencia seria y académica que tocan para eruditos endogámicos y se han olvidado que ponerse en un escenario debería ser algo lúdico que llegue al público general, cosa que tenían muy caro cabeza Mozart, Wagner, Louis Amstrong Freddie Mercury.
"¿Qué es el jazz? Si tienes que preguntarlo, nunca lo sabrás" como dijo Louis Amstrong


