Nuestro compañero Armonía tiene parte de razón. El problema viene por confundir denominaciones comerciales con nombres tradicionales y a su vez ambos con especies botánicas. La caoba de toda la vida, la de verdad, se corresponde con dos o tres especies botánicas emparentadas entre sí con maderas de similares características y, por supuesto, es roja en sus diversos grados, desde el rosado hasta el rojo oscuro. Con la escasez o encarecimiento de estas especies se han buscado maderas parecidas en características (principalmente en color y aspecto de la veta) pero que son de especies botánicas a veces lejanas y se les ha llamado también caoba, caoba africana, caobilla, etc. Pero se siguen explotando maderas de especies diferentes, que pueden parecerse o NO a la caoba original y para las que no hay nombre común en nuestra lengua (o en inglés), y salen el mercado y se les pone un nombre que suene, que comercialmente funcione, y entonces aparece la caoba blanca, la rubia y la de veta tipo nogal, por decir algo. Pero vamos, caoba, lo que se dice caoba no son, eso está claro, y algunas ni lo son ni se parecen ni lo pretenden ¿Es un engaño? Siempre que quede claro que NO son la caoba original y que son nombres comerciales, que no botánicos ni comunes puede valer.
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