La guitarra que nunca venderías.

No me desharía de mi primera guitarra, una copia de strato marca KTL , malucha pero se toca decente y aprendí con ella. La primera acústica, marca Academy tampoco me desharía de ella, se deja tocar y le tengo mucho cariño. Y, la reina de la corona, mi R7 del 2006 comprada en Nueva York en 2008 cuando estuve de viaje por allí. A menos que ocurra desastre, se viene conmigo a la tumba, es mi guitarra ideal y perfecta.

Como muchos de vosotros, he cometido muchos errores en mi vida vendiendo y comprando material guitarril por aquello de que los caminos del gas son ... inexcrutables.

Arrepentido varias veces, sobre todo de haber tenido que deshacerme forzosamente de mi querida Gibson Les Paul Tradicional Gold Top que sonaba a gloria bendita, y que a día de hoy sé su paradero, aunque el tipo está tan en la gloria de su madrerrr con ella que no la suelta ni a cañonazos...

Una vez recuperado del bache y con más mono de Les Paul que un yonki, pero como la mayoría de españolitos que no nos sobra el dinero, compré hace un par de añitos una Les Paul Studio edición limitada con binding en el mástil que he ido modificando a mi gusto y que a día de hoy ha hecho que la dorada que tuve que vender sea sólo un bonito recuerdo. Rs Guitarworks CTS superpots, Luxe Bumblebees, pastillas artesanales clon de unas 59' 8Bombs ..., Un pepino que suena tan increíblemente bien que antes de venderla pongo el culo en una redonda ...

Además, todas las modificaciones se las he hecho yo mismo con mucho mimo y todo el cariño del mundo, lo que añade más romanticismo a la cosa y hace que aún le tenga más aprecio.

Por si fuera poco, mi hijo de 15 años está empezando en este mundo y me gustaría que, aunque no pueda dejarle grandes posesiones materiales, al menos tenga algún día un guitarra que cuando la toque se acuerde de mí y pueda decir que su padre tenía buen gusto para sus cosas.

Mi R9 1999.

La pillé usada en NY pero casi impecable en noviembre de 2006 y desde entonces ha sido la que más he utilizado en directo y en estudio, aunque aquí tiro de más variedad y uso un poco de todo.



La he modificado a mi gusto (clavijas, cejuela, cord, pastillas y electrónica, knobs, switch…) y tiene un sonido muy peculiar, con cuerpo y densa, pero también brillante, resonante y con cierto “twang”.

La tapa, como podéis ver en las fotos, tiene mucho movimiento y lo mismo parece casi “plain”, que muestra su flameado y distintos matices de color según la luz.





Además tiene la pátina de 23 años y cientos de bolos que le da un aspecto muuuuuy auténtico. Como anécdota, coincidí en una timba con cierto músico muy conocido que vino directo a verla y cuando me pregunto de que año era le dije que del 59 para tomarle un poco el pelo… y tragó!! Aunque rápidamente le dije que en realidad es una Reissue 🤣



He tenido decenas de guitarras; la mayoría hienas y caras, pero aunque conservo las que más me gustan (no todas caras) incluidas otras dos buenas LP, ninguna está a su altura.



En la foto aparece acompañada de mi “Number Two” (Relic 60 2007) que también es insustituible para mí, pero si tengo que escoger… R!!

Mi Cort M600 de 2010. Una fiera parda. Es de las que salieron con una buena cejuela de Tusq y muy bien construida. Basta tocarla desenchufada y es alucinante. Además mi luthier me la dejó bestial de acción, nivelado... Y con las tonerider que le puse y las clavijas de bloqueo es una guitarra que me encanta. Ensayos, directos, grabaciones... No tiene un pero. Para mí es una gama alta actualmente y no me deshago de ella ni muerto (está irá en la herencia de mis peques. Cómo la vendan me aparezco, jajajaja)