Acabando trastes
Una vez puestos en su sitio, los trastes necesitan un proceso para dejarlos terminados:
- Lo primero es tapar el diapasón con cinta de pintor. No es solo para no dañar el diapasón, es también para evitar que se ensucie con los restos de metal y del lijado que vamos a crear.

- Nivelar: Aunque haya acabado usando una prensa y todos los trastes sean “iguales”, siempre hay pequeñas diferencias de altura entre ellos. Nivelar consiste en pasar un taco plano de lija para que quite material a los trastes más altos hasta que estén todos igualados. ¿Cómo sabemos que están igualados en altura? pues utilizando un rotulador y pintando la parte superior de todos los trastes. Una vez se haya borrado la tinta de todos los trastes, podemos asegurar que están al mismo nivel.
En mi caso he usado un taco con la misma curva que el diapasón (12 pulgadas), pero hay gente que usa tacos completamente planos, por ejemplo el típico tubo de aluminio con perfil rectangular, al que le pegan un papel de lija de metal.
En mi caso creo que he empezado con papel de 500 y he terminado con 1500.
Me ha costado un huevo hacerlo porque los trastes son de acero y he tenido que dar muchas pasadas. También me he dado cuenta de que no hay que hacer la misma presión a lo largo de todo el mástil !! Resulta que en la parte de abajo del mástil ( trastes 12-22) como los trastes están muy juntos y hay más metal que quitar, el metal se quita más lentamente que en el traste 1, así que hay que darle más pasadas o hacer más hincapié en esa zona.
Por supuesto, he estado midiendo con el calibre cada pocas pasadas, como el enfermo mental obsesivo compulsivo que soy.
También me he creado un pequeño cutre-jig para asegurar que el lijado es completamente paralelo a la superficie del diapasón.
- Coronar: Una vez que tenemos los trastes nivelados, hemos perdido la curvatura que se supone que tienen que tener en la parte superior, la que está en contacto con las cuerdas, ahora son planos por el lijado. Si lo dejásemos así habría pequeños problemas de afinación porque la cuerda no estaría tocando justo en el sitio en el que tiene que tocar así que hay que volver a darle la forma circular al traste.
Para eso he empezado utilizando una lima de Guitars&Woods con un perfil semicircular. Cuando lo tenía hecho me he dado cuenta de que los laterales no estaban perfectamente limados, solo la parte de arriba, así que he tenido que comprar una lima triangular para poder hacer un perfil “bonito” en los laterales.
Esto no afecta para nada a la tocabilidad y a la entonación, es puramente estético, pero queda mucho mejor así.
- Acabar bien el final del traste: Aquí tengo muchas dudas, bueno, más que dudas, veo que hay varias formas diferentes de acabarlo. Hay guitarras que terminan en el plástico del binding (gibson), hay guitarras que son completamente redondeadas, hay guitarras que tienen corte más agresivo y otras que suavizan la bajada durante más espacio.
Aqui es importante, al menos para mí, que la cuerda no “se caiga” si se hace un poco de bending hacia el lateral del diapasón. Si el acabado lo hago muy muy suave, cuando haga presión en una cuerda cerca del borde, se va a acabar saliendo. Asi que prefiero que el corte sea un pelín más agresivo para ganar medio milímetro de diapasón y que no haya ese problema. Por contra, al hacer el corte más “recto” se va a notar un poco más el metal al mover la mano arriba y abajo… Pero bueno, son las elecciones que se pueden tomar cuando te haces una guitarra a tu gusto.
- Pulir el traste entero. Aquí he usado varios tamaños de lija hasta 5000, lana de acero, pasta para pulir… He estado un buen rato dándole con cada uno hasta pasar al siguiente “grit”. Tengo dudas de si va a ser suficiente o voy a tener que pulir más, pero esto no lo sabré hasta que ponga las cuerdas. De momento al pasar la uña no se nota que “rasque” por ningún sitio.
De momento los he dejado así, hay más cosas pendientes, como el tema del “rolling edge” pero lo haré cuando pueda atornillar el mástil al cuerpo, coger la guitarra y ver cómo se siente la mano izquierda.