DE CÓMO UN NOVATO EN LUTHERÍA ACOMETIÓ
UN PROYECTO DE ACABADO DE GUITARRA Y LO QUE ALLÍ ACONTECIÓ
¡Saludos, compañeros! En este post voy a describir el proceso que llevé a cabo para restaurar el aspecto de una guitarra que llegó a mis manos en un estado totalmente lamentable. Si queréis ver en qué condiciones me encontré a esta pobrecilla, os dejo el hilo por aquí:
https://www.guitarristas.info/foros/guitarra-dantesca-encontrada-basura/302966
Antes de empezar, quiero hacer un par de comentarios:
1- No soy, ni de lejos, ningún experto en restauración de guitarras, apenas tengo conocimientos de luthería ni en tratamiento de madera. Todo lo que he hecho ha sido partiendo de la más absoluta inexperiencia, revolviendo por internet y quemándome las retinas tratando de asimilar toda la información que he podido encontrar. Por lo que he podido aprender, existen varios métodos para enfrentarse a este tipo de proyectos, pudiendo llegar en todos a un resultado decente, siempre y cuando tengas paciencia y ganas de hacer las cosas bien.
2- Nada de lo que escriba en este post debe considerarse a priori un trabajo profesional, he cometido errores y aciertos que trataré de explicar para quien pueda interesarse por realizar un proyecto parecido y parta, como yo, de prácticamente cero. Por ello, si alguien con más experiencia quiere comentar y corregir aquí y allá, será más que bienvenido, y así yo mismo aprenderé más sobre todo este mundo.
3- Todo este proyecto me ha llevado algo más de un año. No es una medida real, ya que antes de comenzar dediqué mucho tiempo a documentarme y aprender cómo llevar a cabo todo esto; por otra parte, no he podido dedicar todo el tiempo que hubiera querido a esto, por cuestiones de trabajo y demás. Además, al no poder prever desde un principio todo el material que iba a necesitar, no me he podido adelantar a las necesidades que me irían surgiendo, y el asunto del confinamiento no ha ayudado a ir más deprisa. Resumiendo: se puede hacer en mucho menos tiempo del que yo he tardado, pero eso también me ha servido para disfrutar muchísimo con el proceso (no en todo, ya os cuento abajo), a hacerlo con calma y a paladear una parte creativa y artesanal asociada al mundo de la guitarra, al igual que la música que hacemos con ella.
Lo que quiero decir con esto (y ya termino) es que, aún no teniendo demasiados medios, herramientas profesionales ni conocimientos profundos sobre el tema, poniendo de tu parte esfuerzo y tiempo, se puede llegar a realizar un trabajo del que sentirse subjetivamente orgulloso, o al menos de haber conseguido un instrumento personal, con sus defectos pero funcional, producto de tu propio trabajo. Si yo he podido, cualquiera puede.
Pues nada, pasamos de chorradas motivacionales y vamos a ello!
LIJADO INICIAL Y RETIRADO DEL ACABADO ANTERIOR
Tenemos una Ibanez RG370, la cual parece que ha salido de Sarajevo en los 90. El aspecto inicial de esta pobre criatura torturada y apaleada sin ningún miramiento es éste:
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A la pobre le han dado por todos lados. En fin, de locos está el mundo lleno. Desmonto la guitarra completamente y comienzo la aventura. Idealmente, la idea es deshacerte de todo barniz y pintura hasta llegar a la madera desnuda mediante un decapado completo, pero por lo que investigué se puede retirar sólo la capa de barniz y empezar a trabajar desde la pintura anterior, ahorrándote una buena parte del trabajo. Para ello uso una lijadora triangular normalucha, con una lija de grano 300. Ahora sé que fue un grano demasiado fino. Lo mejor es sujetar el cuerpo con algunos gatos, teniendo cuidado de no apretar demasiado o, como es mi caso, con otras dos manos. Esto es porque al aplicar la lijadora al cuerpo de la guitarra, éste se va a ir pa tós laos y se corre el riesgo de que se vaya al suelo. Yo opté por la ayuda de un amiguete porque va a haber que lijar partes que exigirán que el cuerpo esté de pie, de lado, etc.
Vas a enguarrarte a base de bien y poner todo perdido, así que no se te ocurra hacer esto en el salón de casa. Todo mi instinto de músico me está gritando que qué coño estoy haciendo cuando enciendo la lijadora y comienzo a pasarla por la superficie, al principio muy suave; al ver que no estoy haciendo prácticamente nada me envalentono y hago un poco más de presión sobre el cuerpo. Coño, sí que es duro el acabado éste. Después de un rato decido que sólo le estoy haciendo cosquillas y cambio a una lija 220. Esto va mejor, el barniz va saliendo y llego a la capa de pintura. Retiro un pelín más y aquí termino. Importante, mucho cuidado con las aristas, sobre todo si son pronunciados; por el método de pintado, aquí las capas son mucho más finas y se corre el riesgo de llegar más abajo de lo que querrías. Me ocurre: en un par de zonas del costado llego a la madera. No parece demasiado desastre, con lo cual sigo el proceso. A estas alturas el aspecto del cuerpo es de un negro mate, deslucido y arañado.
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Los manchones blancos son una masilla desastrosamente puesta, en un proceso que explico luego. Voy con el mástil. No lo haría de no ser porque han llenado la parte posterior de la pala de unos garabatos horroríficos hechos con bolígrafo, y además clavándolo a conciencia, no sé si con intención de escribir un hechizo de invocación a Cthlulhu o qué. Total, que pongo a trabajar la lijadora SÓLO POR LA PARTE DE LA PALA, el brazo del mástil ni lo toco, esto lo haré después con lija a mano para igualar el acabado y partir del mismo punto. Eliminar la pintura de la pala y las puñaladas de boli exige también lijar con 220 y apretar, no sabía que la madera de arce (creo que es arce) sea tan puñeteramente dura. Después de unas cuantas pasadas, la cosa queda así:
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Bueno, parece que Cthulhu ya no va a venir. Toca limpiar totalmente el cuerpo de polvo y virutillas. Primero con un trapo, luego con un bote de aire comprimido, y después con disolvente universal. En mi ignorancia creía que el disolvente sacaría toda la pintura y llenaría la base de calvas, pero por suerte no fue así. Si alguien quiere o puede poner luz sobre esto, bien estará y todos aprenderemos. Limpiar la superficie con disolvente tiene la ventaja de que se evapora enseguida y no deja humedad que puede darnos muchos quebraderos de cabeza, recordemos que el cuerpo aún conserva su capa de pintura anterior. Ok, el cuerpo y la pala están limpios, continuamos.
RESTAURADO DE DESTROZOS VARIOS
Al dueño de esta desdichada le pareció buena idea llenar los huecos de las pastillas y la electrónica con algodón y dejar sólo la pastilla del mástil soldada directamente a jack. No me preguntéis por qué, no tengo respuestas. El disolvente hace que salga bien y quede limpio, aunque quizás hubiera sido buena idea probar con alcohol. Vamos con lo más serio: el subhumano que tenía esta guitarra la acribilló de tornillos, algunos de los cuales atraviesan el cuerpo de lado a lado, al más puro estilo Clive Barker.
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Hay gente que no debería tener manos. Comienzo a rellenarlos con masilla blanca para madera, confiando que el sobrante lo pueda eliminar y nivelar con espátula. No funciona; ahora sé que hubiera ido mejor un sellador de veta.
Para empezar, la masilla rellena el agujero, sí, pero al tratar de dejar la superficie plana con la espátula, la propia masilla, por su textura sólida, hace que se despeguen pequeños pedacitos de ella misma, dejando el agujero muy mal disimulado. Se me ocurre dejar un pequeño sobrante de masilla sobre el agujero e igualarlo después con lija, Una vez seco y lijado, parece que no canta demasiado, así que limpio el cuerpo de nuevo con un trapo y me dispongo a pintarlo. Es un error garrafal.
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La pintura que he utilizado es acrílica, en base acuosa y en spray. No sé cómo será con otros tipos de pintura; con ésta, todas las imperfecciones que hayas podido dejar van a resaltar como un puto letrero de neón. Tras haber dado dos capas (luego explico), las marcas de masilla se ven hasta de noche, queda espantoso. Es un desastre y toca volver atrás.
Levanto las dos capas de pintura con la lijadora, voy con demasiado ímpetu y la lijadora quema la pintura (la que yo puse), se llena de pequeñas burbujas; hay que ir con más calma. He aprendido que con la lija, el truco está más en dejar que el grano haga el trabajo que en apretar tú con la mano. Bien, la retiro completamente y vuelvo al punto de partida. Tal vez la masilla que compré no es de buena calidad y por eso no consigo aplanarla completamente, con lo que decido comprar otra, pidiendo una de más calidad. Vuelvo a rellenar los agujeros y me sigue pasando lo mismo. La propia masilla se pega a sí misma y pisotea cualquier intento de dejar una superficie lisa. Opto por ponerle un poquito de más, esperar a que seque y lijar para igualar. Al hacer esto, la madera de alrededor se lija, pero la masilla es más dura y se queda. Comienzo a desesperarme y a pensar que esto me queda grande, que soy un manazas.
Pido ayuda al foro y me dan la clave: cianocrilato, el loctite de toda la vida. Relleno los agujeros con la puta masilla que juro no volver a usar jamás, pero dejándolos sin rellenar del todo, para terminar con el loctite. Quedan pequeños bultitos hacia afuera, fruto de la naturaleza viscosa del loctite. Una vez que está completamente seco, retiro el sobrante muy muy despacio y muy suavemente con un pequeño formón. Esto va bien, tiene mejor pinta. Lijo con cuidado y con lija 600 cada boca de agujero relleno, y doy una mano de pintura. Éxito. Si bien no han quedado totalmente disimulados todos los agujeros, en la mayoría de ellos ni se nota que ahí hubo un tornillo alguna vez. Esto marcha. Vamos a pintar.
PINTADO
Antes de empezar con la pintura, hay que suavizar la superficie con lija, tratando de que todo arañazo y marca se vayan, de lo contrario van a aparecer después por mucho que pintemos. No dispongo de compresor, y no hay forma de conseguir uno. Investigo y encuentro que se puede hacer con spray acrílico, más sencillo de aplicar que otros tipos de pintura, y dada mi inexperiencia, me tiro a los sprays. Ésta es la pintura que utilicé:
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Compro dos botes, en teoría son suficientes. Los fundamentos son los siguientes:
1- Sumergir el bote de pintura durante 5 minutos en agua caliente (no MUY caliente, más bien templada). Agitar el bote durante 2 minutos, enérgicamente.
2- Ponerte mascarilla (buena, no de papel) y pintar en un lugar ventilado, esto es importante ya que la pintura puede ser perjudicial para las vías respiratorias. Además el sitio debe estar limpio de polvo y suciedad ambiental, a riesgo de que éstos se peguen a la pintura en proceso de secado y arruine el trabajo.
3- Colgar el cuerpo de la guitarra para poder pintar por toda su superficie. Yo utilicé una percha de alambre, pasándola por uno de los agujeros donde se atornilla el mástil, y colgándola de una tubería del techo.
4- Cubrir lo que puedas, suelo, paredes, etc con plástico. Buena parte de las partículas en suspensión de la pintura van a ir al suelo, y puede quedar todo hecho un cristo.
5- Comienzas a pintar haciendo un patrón de zigzag, por ejemplo comenzando arriba a la izquierda y acabando abajo a la derecha. Procurar que la superposición entre un viaje de ida y otro de vuelta de spray sea de un 40-50% más o menos, para que no queden espacios entre pasadas sin pintar.
6- Antes de realizar una pasada, aprieta la boquilla del spray fuera del cuerpo de la guitarra; inmediatamente después entra en contacto con la guitarra, pintando a una distancia de aproximadamente 20 cm, procurando que el chorro de pintura vaya lo más perpendicular posible y manteniendo una distancia uniforme. Siempre comienza una pasada fuera del cuerpo, para evitar que los restos de pintura que pueda haber en la boquilla salpiquen.
7- Dar una pasada comenzando el zigzag en horizontal por ejemplo, y después otra en vertical. Este conjunto de 2 capas cuenta como una mano.
8- Repetir el punto anterior en la cara anterior, posterior y en los costados del cuerpo, todo debe quedar cubierto.
9- Es preferible dar capas finas para evitar el goteo. No acercar demasiado el spray ni ir demasiado lento en las pasadas; dependiendo de la boquilla puede cubrir más o menos, es cuestión de ir viendo cómo se comporta. Mejor hacer prueba previa en un trozo de madera para ver cómo trabaja el spray.
10- Si en algún momento se produce un goteo o una imperfección, NUNCA tratar de arreglarlo ni de repintar la zona; se va todo al carajo, por experiencia. Esperar a que esté seco, lijar muy suavemente y repetir mano.
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Básicamente es esto. Con 2 botes no tuve suficiente, ya que tuve que volver atrás y hacer un par de pruebas, con lo que necesité 4 en total; puede que alguien más experimentado tuviera bastante con 2. El proceso que yo seguí fue de 9 capas repartidas de este modo: dar una mano (de 2 capas finas cada una); esperar 30 minutos; otra mano; esperar 30 minutos; tercera mano; dejar secar hasta mañana a la misma hora; repetir durante 3 días. Resultado, 9 manos de pintura. Hay que calentar el bote entre mano y mano, esto ayuda a que la pintura salga más uniforme y evita grumos y pegotes. En el bote de spray puede poner tiempos de secado inferiores, pero el que cada mano seque bien es crucial para un buen resultado. No hay que tener prisa.
Para pintar el frontal de la pala sigo el mismo proceso que en el cuerpo, con la salvedad de que hay que tapar las zonas expuestas de madera desnuda con cinta de carrocero, de aquesta manera:
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Me surge la duda de si debo lijar entre capas. Por la info que recopilé decidí no hacerlo; por lo visto la pintura necesita cierta “irregularidad” para poder agarrar, si la superficie es demasiado lisa no agarrará bien. Si alguien opina lo contrario… que exponga. Aclaro que en todo momento yo busqué información específica para pintura acrílica, no sé si se aplicará igual para otro tipo de pintura. En cualquier caso, lija 800 para dejar la superficie lista para la laca transparente.
Pero antes…
CREACIÓN DE DIBUJO Y PLASMADO
La cosa es así: si iba a devolverle la dignidad a un instrumento maltrecho, ¿por qué no hacerlo a lo grande? ¿Por qué no hacer un diseño personalizado?
Para hacer un dibujo a una guitarra, hay que considerar dos puntos importantes:
1- La pintura que utilices para dibujar, la pintura base y la laca transparente han de ser compatibles entre ellas, de lo contrario, el dibujo se correrá, la pintura se disolverá, y el trabajo que se ha hecho hasta ahora se irá al carajo. Y no es cuestión.
2- El dibujo ha de ir una vez que se ha dado la pintura base, y antes de dar la laca transparente que protegerá todo el conjunto. No hacerlo así, o pintar directamente sobre el barniz o la guitarra sin tratar hará que el dibujo dure dos telediarios.
Para el dibujo encontré unos rotuladores en base acrílica destinados a las manualidades de marca Molotow, os dejo el enlace:
https://www.molotow.es/rotuladores-675
Usando estos rotuladores y pintura en tubo para pintar cuadros, le paso el cuerpo a una persona que realiza un trabajo fantástico, invirtiendo una gran parte de su tiempo y su esfuerzo en lo que resultó un producto final que me encantó. Es importante que, si decidís plasmar un dibujo en la guitarra, seáis consecuentes con vuestras capacidades. A veces es mejor contar con alguien que sepa lo que hace, cómo responden los materiales con que trabaja y que te ayude a definir un diseño que funcione, delegando en otro un trabajo delicado que no es simplemente coger un rotulador y hacer un dibujo. La idea básica, se haga como se haga, es que el dibujo quede lo más plano posible, evitando el relieve o los pegotes de pintura todo lo que se pueda. El resultado queda así de pintón:
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Si os interesa, os puedo poner algo de info sobre el método para plasmar el dibujo. En este punto, no puedo parar de mirarla. Me empieza a gustar mucho en lo que se está convirtiendo esta muchacha. Vamos a darle la laca transparente.
LACADO TRANSPARENTE
Hay un punto vital para que las cosas vayan bien y no hacer un estropicio que dé al traste todo el trabajo anterior, y que se aplica a todos los pasos que he dado: La Tabla Mágica Y Arcana.
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Cualquier tabla de madera servirá, siendo preferible una que se parezca medianamente a la del cuerpo. La cosa es utilizarla como conejillo de indias: todo lo que se vaya a hacer en la guitarra, se hace primero aquí, para ver cómo responde la pintura, cómo se comportan unos materiales con otros, y para hacer todos los experimentos que quieras en zona segura. De cagarla, mejor lejos de la guitarra. Por cierto, al segundo día de pintar la capa transparente decido descolgar la guitarra y ponerla en horizontal, dejándola secar sujetándola con un taco de madera que encajo en el hueco de los muelles. Al día siguiente, el horror: el cuerpo se ha desequilibrado y uno de los cuernos se ha apoyado contra los periódicos que estaban debajo, pegándose. Me cago en la vida misma y, con mucho cuidado, lijo muy suavemente la zona con la lija más fina que encuentro, 2000. Hay suerte, el papel se desprende sin dañar la pintura y mi estómago puede volver a bajar a su sitio. Aquí está la laca transparente:
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Y nada, el proceso es el mismo que en la fase de pintado. Yo le he dado 10 capas, las nueve de rigor… y una más porque me dio la gana.
Ahora, tal vez yo haya entendido mal la información que encontré, es posible que para pintura acrílica no haga falta tanto tiempo, pero tal como yo lo hice, estamos en un punto en que la pintura debe secar completamente. No sólo al tacto, la pintura debe estar químicamente y completamente seca. De lo contrario, la pintura no secará del todo y se marcará con aquello que la toque. Mejor tener paciencia. Yo esperé 5 semanas antes de dar el siguiente paso; si alguien tiene información más fidedigna le invito a que comente. Vamos con el lijado, que aquí sí que hay que hacerlo bien.
En este punto, la guitarra brilla y tiene buena pinta, pero ese brillo debe desaparecer como el sueldo a día 20 del mes, ya que no será el brillo final. Dependiendo de cómo hayamos hecho los puntos anteriores, puede que nos encontremos con la puñetera piel de naranja en mayor o menor medida. Ésta aparece como unas minúsculas imperfecciones en toda la superficie pintada, y hay que acabar con ella.
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Pues lija 800 en ristre, me pongo a ello. A todo esto, utilizo lija en seco; hay gente que lo hace al agua, pero no estoy seguro de que humedecer la madera y que se cuele agua por agujeros y grietas le vaya a hacer ningún favor a la guitarra. Hay quien lo hace con nafta o con gasolina blanca, pero como siempre, si alguien tiene algo que decir, que no se corte, aquí estamos para aprender.
Para lijar aquí hay que tener cuidado con no pasarse de fuerza. Al ser una lija fina, es fácil que por ejercer demasiada presión la laca se manche debido a mini-quemaduras provocadas por fricción. Me pasa un par de veces, no se nota demasiado y continúo… pero mejor tener esto en cuenta e ir con cuidado. He llegado a un punto en que estoy hasta los mismísimos cojones de lijar (angelico… aún no sé lo que me va tocar cuando pula), la piel de naranja es difícil de eliminar y más aún cuando lo haces a mano. Vas a lijar hasta que te hartes, y después un poco más. Es importante ir limpiando el papel de lija, así como el cuerpo, para evitar arañazos provocados por partículas desprendidas. Lija que te lija. Esto no acaba nunca. Pero se ve la luz al final.
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¿Hasta dónde lijar? Yo usé un truquillo: tenía una ventana enfrente. Lo que hago es ir lijando y comprobando, poniendo el cuerpo a la altura de los ojos de manera que refleje la luz de la ventana. Lo que vas a ver son puntitos brillantes en medio de la zona mate: esos puntitos son pequeñas zonas que están más bajas que el resto de la superficie, y deben eliminarse para dejar todo plano como el culín de un neno. Es importante que todo quede liso y sin puntitos brillantes; de esto va a depender el éxito de la campaña. En la foto anterior se aprecian en el hueco del mástil. Cuando ya sólo queda algún puntito aislado, muy pocos, cambio de lija. Vamos a por 1500, tratando de borrar las marcas y minúsculos arañazos que provocó la lija 800 y los pocos puntos brillantes que quedan. Cuando acabo con 1500, paso a 2000. Mejor lijar suave en este punto, y sin hacer cuña con los dedos (a ver si me explico: ir a favor de la superficie y no en contra, como tirando en vez de empujando). La idea es ir utilizando paulatinamente lijas con menor grano hasta dejar la superficie lo más lisa posible al tacto y, si puede ser, a la vista. De nuevo, la Tabla-ensayo me ayuda para no pasarme lijando y llegar al dibujo, lo que sería una catástrofe en toda regla. Algún mini arañazo queda. Espero que el pulimento pueda con ello. Esto cansa que flipas. Por suerte ha quedado bien y el dibujo está intacto (prueba primero con la tabla). Llega la hora de la verdad.
PULIDO Y ABRILLANTADO
Y yo me quejaba de la lija… Bueno, esto ya tiene una pinta estupenda, me muero de ganas de terminar, ensamblar todo, ajustar y empezar a meter ruido con ella, pero primero hay que hacer el verdadero trabajo fino. Necesito dos productos: pulimento y abrillantador. He comprado de la marca Krafft, ambos para carrocerías de automóvil:
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Se recomienda utilizar un pulimento de abrasión media, pero el que yo he comprado es de alta abrasión. Vamos allá. Sería mejor hacer esto con pulidora, pero yo no tengo y no puedo acceder a una, así que a por ello. Me hago con tres o cuatro camisetas de algodón, agito bien el pulimento y dejo caer unos pocos manchones en el cuerpo; lo extiendo con un papel de cocina suavemente por toda la parte posterior del cuerpo (mejor empezar por aquí a hacer todo; si la cago, por lo menos que no se vea mucho), cojo un trapo limpio y a frotar. La etiqueta dice que hay que aplicarlo y dejarlo secar un par de minutos, yo no lo hago; no encuentro razón. Hay que hacerlo en círculos, dividiendo la superficie en zonas pequeñas y con cierta energía, pero sin pasarse; vuelve a haber riesgo de quemar la laca por fricción. La cosa es que el pulimento rellene los pequeños arañazos que han aparecido por el lijado anterior. Por lo visto, cuanto más lisa dejes la superficie antes del pulido, a base de hacer cambios de lija cada vez más finos, menos trabajo tendrás aquí. Frota, maldito, frota hasta que te jartes. Ahora entiendo por qué desaconsejan hacerlo a mano. Le doy 2 capas de pulimento, sin esperar entre una y otra, quedando tal que así:
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He utilizado un truco: trabajo con una bombilla justo encima de la mesa donde estoy puliendo. Al principio, cuando estoy extendiendo el pulimento, el reflejo de la luz contra el cuerpo es difuso y opaco. A base de frotar y frotar, el reflejo acaba siendo más nítido hasta que veo una imagen bastante clara de la bombilla: ese es el punto en que (yo creo) está pulido.
Se puede apreciar unas pequeñas marcas circulares, producto del pulido, que se ven alrededor del resplandor del reflejo. No son gran cosa y confío que el abrillantador las rellene. Pasamos al abrillantado, y esto ya tiene una pinta de miedo; no puedo creer que haya quedado tan bien, no tenía mucha confianza en conseguir un buen resultado, pero no está quedando nada mal. Mismo proceso que en el pulido, movimientos circulares y relativamente enérgicos, hasta que el reflejo de la bombilla queda cada vez más definido.
Le doy otras dos capas de abrillantador, más líquido que el pulimento y con mejor olor. Contra todo pronóstico, el prota ha salvado el mundo, hemos conseguido el tan ansiado “efecto espejo”. ¡Gloria a los aventureros, loores a los héroes!
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Aún así, a la luz se notan pequeños desniveles en la superficie del cuerpo, pero no son demasiado evidentes. Para el futuro, usaré un taco de lijado más a menudo, aunque por lo que he leído, una goma de borrar grande puede dar mejor resultado, al ser más adaptable a superficies curvas.
ACABADO DEL MÁSTIL
Para el mástil voy a tratar la madera, pero dándole un aspecto natural. Para ello usaré aceite de linaza cocido y alcohol mineral inodoro. Lo primero es cubrir las zonas que no van a ser tratadas con cinta de carrocero:
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Me ayudo con una cuchilla de afeitar nueva, de las de doble hoja, para perfilar los bordes de la cinta y dejarlo lo más ajustado posible, cubriendo frontal de la pala, diapasón y talón del mástil. Comienzo lijando la cara posterior con grano 800, procurando lijar de manera uniforme toda la superficie, incluida parte posterior de la pala y costados. Una vez que ha quedado todo opaco, procedo a aplicar el aceite de linaza cocido:
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Importante: ha de ser COCIDO; si usas crudo no secará jamás. El aceite se reparte con un trapo limpio, humedeciéndolo en aceite y dando una capa fina.
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Después se deja secar, en mi caso durante un día, pero esto depende de las condiciones climatológicas de humedad y temperatura. Le aplico dos capas esperando otro día más, y una vez seco, procedo con el alcohol mineral inodoro:
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Éste se aplica de este modo: en un recipiente desechable se echa un culillo de alcohol mineral y se mezcla con un chorrito muy pequeño del aceite de linaza. Se sumerge una lija 1500 y se lija suavemente la madera del mástil utilizando la mezcla como lubricante. A cada capa le doy un día de secado para que quede bien seco, y al final otros 2 días. Durante estos dos días hay que vigilar el mástil; si aparecen unos puntitos brillantes, se pasa un trapo seco y limpio para eliminarlos. Resultado:
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Como nota final, señalar que he leído que los trapos utilizados para dar el aceite hay que dejarlos extendidos sobre una superficie como cemento, estirados y sin amontonar, ya que desprenden calor y pueden llegar a ser peligrosos al haber riesgo de incendio si se tiran a la basura de casa; no sé qué habrá de cierto en esto, pero mejor no hacer la prueba. Si alguien lo confirma, que no se corte. Para acabar, desmonto y limpio en profundidad el puente y los herrajes con 3 en 1, que buena falta les hace:
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¡Y hemos terminado! Como ya he comentado, el resultado me parece bastante aceptable teniendo en cuenta que jamás había usado una lijadora, pintado madera ni pulido nada. Ha sido largo y tedioso, pero lo he disfrutado muchísimo, he aprendido muchas cosas sobre la guitarra, y lo que es mejor… tengo unas ganas tremendas de volver a hacerlo con otra. Esto engancha. Después de montarlo todo, éste es el aspecto final de la guitarra:
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Hasta aquí. Las pocas dudas que pueda responder, no os cortéis en preguntar. Si alguien quiere apuntar algo respecto a cualquiera de los pasos dados, es bienvenido. Como dije al principio, si yo he podido cualquiera puede. Un saludo y gracias a los moderadores por echarme un cable con las dificultades del hilo.
