El temperamento eran las distintas maneras de afinar un instrumento de teclado. Las primeras formas de afinación eran las pitagóricas (o las de Aristógenes), en que la escala se dividía en 12 partes desiguales matemáticamente perfectas. Pero esos instrumentos sólo permitían ejecutar obras muy sencillas en una sola tonalidad, ya que en otras tonalidades sonaban terriblemente desafinadas (se generaban varias desagradables notas del lobo). (Ver el artículo Afinación).
Gradualmente, con el paso de los siglos, los instrumentistas trataron de destemplar algunos intervalos de la escala (especialmente el tercer grado), para permitir que una obra se pudiera tocar en otras tonalidades (para facilidad de los y las cantantes).
El «temperamento bueno» fue el que en la época de Bach permitió en mayor grado esa capacidad de ejecución en muchas tonalidades. Actualmente se utiliza el «temperamento igual», en que la escala es dividida en 12 intervalos logarítmicamente iguales. Por eso, aunque el «temperamento bueno» es una evidente mejora barroca a la afinación griega antigua, de todos modos, para un oído moderno, las obras se seguirían oyendo claramente desafinadas.
Existe una forma de afinar el instrumento de manera tal que todas las piezas suenen correctamente. Evidentemente, el sistema temperado puede responder a esta exigencia, y no se puede negar que esta obra magistral prueba que Bach estimuló su generalización. Esta opinión todavía se debate hoy:
Johann Philipp Kirnberger, uno de los alumnos de Bach, presume de haber transmitido las enseñanza de su maestro de manera fidedigna pero considera, con alguna razón, el «sistema temperado» como una monstruosidad musical.
En el clavecín o el clavicordio, la afinación puede ser modificada ligeramente durante algunos momentos. Es posible que Bach encontrara —aunque fuera de manera empírica— un método de ejecución que permitiera ejecutar esas modificaciones de un modo rápido para un intérprete experimentado.
Bach era de una generación que admitía y utilizaba, generosamente, las características propias para cada tonalidad; aportando, en su elección, el más riguroso cuidado. ¿Cuál es el interés para componer en el «sistema temperado» en do# mayor, con sus siete alteraciones en la clave, si el mismo fragmento suena de manera prácticamente idéntica en do mayor? No es más que una cuestión didáctica la que induce a escoger este método, y se podría pensar que las obras en do# mayor pudieron estar compuestas inicialmente en do mayor.
Por la dificultad y la permanencia de su acorde, está claro que, necesariamente, para la ejecución integral de la obra, el «sistema temperado»… Pero es muy improbable que Bach las haya escrito para este instrumento. De todas maneras el «sistema temperado» fue aplicado mucho más tarde.
Se puede entender que la elección del «sistema temperado», en detrimento de la musicalidad, se elige por la facilidad de la modulación. Pero Bach nunca tuvo en cuenta las dificultades tanto para la composición como para la ejecución; probablemente no habría sacrificado la música a la comodidad del compositor o del intérprete.
Fuente
http://es.wikipedia.org/wiki/El_clave_bien_temperado#La_afinaci.C3.B3n_temperada