Me apetece compartir una reflexión y leer vuestras opiniones sobre un tema.
Hará cosa de 3 años retomé la afición de escuchar música en directo. Supongo que había dejado de ir a conciertos porque tenía 2 hijos pequeños, que ya se convirtieron en adolescentes, lo que me complicaba el poder escaparme unas horas con tranquilidad.
El tema es que estoy yendo a conciertos de grupos más o menos locales (vivo entre Barcelona y Girona) en salas pequeñas y estoy disfrutando mucho. Mucho más que cuando he tenido la oportunidad de ver grandes artistas en grandes recintos, tanto españoles como extranjeros. Hablo de Bowie, Lou Reed, U2, Madonna (años 90), etc. Fueron grandes experiencias pero el tema es que ahora disfruto igual o más viendo a los Mambo Jambo, Flamingo Tours, Rayden o yendo a pequeños festivales dónde tocan 3 o 4 grupos en un solo día como el Festisurf de Platja d'Aro.
El hecho de que toquen en salas pequeñas dónde puedes verlos bien aunque pilles última fila, la proximidad que muestran los artistas, con los que puedes charlar unos minutos mientras le compras su último disco, el estar rodeado de un público con el que sientes afinidad y otras cosas me hacen pensar que la experiencia es mucho más agradable en comparación con conciertos más grandes.
Qué opináis vosotros...?
Hará cosa de 3 años retomé la afición de escuchar música en directo. Supongo que había dejado de ir a conciertos porque tenía 2 hijos pequeños, que ya se convirtieron en adolescentes, lo que me complicaba el poder escaparme unas horas con tranquilidad.
El tema es que estoy yendo a conciertos de grupos más o menos locales (vivo entre Barcelona y Girona) en salas pequeñas y estoy disfrutando mucho. Mucho más que cuando he tenido la oportunidad de ver grandes artistas en grandes recintos, tanto españoles como extranjeros. Hablo de Bowie, Lou Reed, U2, Madonna (años 90), etc. Fueron grandes experiencias pero el tema es que ahora disfruto igual o más viendo a los Mambo Jambo, Flamingo Tours, Rayden o yendo a pequeños festivales dónde tocan 3 o 4 grupos en un solo día como el Festisurf de Platja d'Aro.
El hecho de que toquen en salas pequeñas dónde puedes verlos bien aunque pilles última fila, la proximidad que muestran los artistas, con los que puedes charlar unos minutos mientras le compras su último disco, el estar rodeado de un público con el que sientes afinidad y otras cosas me hacen pensar que la experiencia es mucho más agradable en comparación con conciertos más grandes.
Qué opináis vosotros...?

) y cada uno era en un bar distinto. Cuando quedaba un poquito para empezar, te mandaban a la charanga al bar donde había sido el último bolo y todos en procesión al siguiente bar (y al siguiente bolo). Fieston