El hilo de las acústicas

Interesante debate éste que contrapone el "playing" al "game" del guitarreo acústico. Por supuesto que hay razón en ambas partes, tanto Felipe como Manuel tienen buenas razones para defender sus posturas; y así lo habéis expuesto ambos. Para complicarlo aún más si cabe, en mi opinión, tocar la guitarra implica para algunos en un -digamos- 80% cantar y escribir letras. ¿Merecía, por ejemplo, Bob Dylan una Martin cuando compuso Blowing in the Wing? Por técnica, no; por composición, rotundamente sí; podemos pensar en decenas de ejemplos de este tipo. Al final, si uno lo piensa, la música es arte (soy un genio jajajjj..) con independencia de si la hacemos por disfrutar o por crecer musicalmente, y el arte no es necesariamente complejo. Las Martin deberían ser para los buenos artístas, tanto si son excelentes guitarristas como si son cantautores o versionadores cojonudos.

En realidad, y quizá por edad, creo que las Martin o cualquier guitarrón de los que se estilan por aquí deben ser para cualquiera que sea capaz de disfrutarlas de verdad, cada uno con su manera de relacionarse con la música, unos más técnicamente y otros más lúdicamente.

¿Habría sido mejor canción Blowing in the Wing con una mejor guitarra? Vete tu a saber con qué guitarra se grabó. Por cierto, ¿Alguien lo sabe?

Bueno, después de esta chapa, yo sigo con lo mío. Como estoy en modo Neil Young, aquí os dejo otra.

#8484
Hombre, pon esta y ya nadie podra decirte que es offtopic

#8486
Tú también cantas con muy buen gusto y bien.
Otra Martín pa ti.

#8487 jajaja,es cierto ,no la conocía.

#8487
¡Dios, noooo! ¡Qué pesadilla!
Le vi el verano pasado, venía de telonero de.... creo que de Elvis Costello.
Estuvo destrozando canciones de Bowie, su cadáver de Ziggy casi aún caliente, durante una hora. No canta, no afina, toca la guitarra lo justito, es incapaz de marcar un 4/4 como dios manda. Y le pagan por eso..
Este hombre viene de ¿cantar? un tema de Bowie en una peli que tuvo cierta difusión, The Life Aquatic, de Wes anderson. A cuenta de eso, le grabaron un disco de versiones de Bowie. La mayoría traducidas al portugués, y cantadas con esa desgana tropical. El principio, Rebel, Rebel, ya da una idea de lo que te espera si aguantas el resto. Pero la maravillosa Life on Mars, reducida a cenizas por ente señor tumbado bajo una palmera ya te da la puntilla. Cuando hay que subir hace un giro melódico-truñero y... me resulta imposible llegar más allá. Aquí lo dejo para que los que tengan más paciencia se adentren en sus procelosas oscuridades.

https://www.youtube.com/watch?v=C-1mYXVP1Ok

Mira que soy respetuoso con la música y los músicos que no me gustan. al cabo de 20' y de comprender que aquello no iba a remontar, que no era un problema de garganta, ni de retorno de los monitores, ni nada de eso; que era así de natural, vamos, que este señor es capaz de cantar con cierto tino algún samba, pero NO canciones de Bowie, me fui a toma r un helado, pero desde los puestos de alimentación se le oía igual; volví y seguía ahí, machacando mis oídos con versiones torticeras de Bowie, a cual más dañina.
No lo había hecho nunca, lo más que he hecho en un concierto que no me gustase ha sido pirarme, pero claro, era el telonero, iba a ver al otro... no podía pirarme, no me dejarían entrar de nuevo. No había escapatoria. Me puse a abuchear y a gritar que dejara de destrozar las canciones de Bowie (¡estás matando la canción, no llevas ni el ritmo!), realmente irritado. Había pagado un pastón por esa entrada, y no para que me hicieran sufrir; a veces te ponen unos teloneros locales que ni fu, ni fa, pero hacen sus canciones, te gustan más o menos, pero no te hieren los sentimientos musicales, como éste. Una señora me llamó la atención y comprendí que había gente a la que le gustaba. Le expliqué a la señora con mis mejores modales que estaba destrozando las canciones, que fueraparte el desafine brutal y que no sabía tocar los temas de Bowie a la guitarra, ni siquiera marcaba un 4/4 en condiciones, que no tenía ritmo (hizo algún samba, y ahí sí, curiosamente,.lo hacía perfecto: está claro que eso sí se le da bien, ¿entonces, por qué?). Luego me callé y me tragué el resto de la bilis que me estaba generando, hasta que se fue y pude respirar aliviado. La señora y su marido no se quedaron a ver a Costello. Pensé que debería haberles recomendado una buena marca de audífonos, en vez de irritarme tanto.

También pensé que igual yo estaba de mala h*stia esa tarde, sin ser consciente de ello, busqué vídeos: todo igual de terrible. Se los mandé a un par de colegas rockeros fans de Bowie. Confirmaron que opinaban como yo. Me quedé más tranquilo. No, no voy a volver a abuchear en un concierto, si no me puedo pirar, me voy al baño o me pongo música con auriculares, o algo. Aunque no te guste nada, nada, está feo hacerlo.

Sí es interesante el debate, y creo que no le falta razón a ninguno, aunque habría que matizar bastante. Cuando impartía clases particulares de guitarra –sí, un día tuve nivel para eso y sólo el que conoce mis circunstancias personales podrá entender el porqué de mi actual manejo del instrumento-, y un padre o un alumno me preguntaba qué instrumento comprar, mi respuesta siempre era la misma: el mejor que te puedas permitir. Cuando decía “el mejor”, no me refería al más caro, sino a aquel que estaba bien construido y se dejaba ajustar correctamente, era estable en la afinación, quintaba correctamente, era cómodo y tenía un timbre que te gustara; el motivo era que he conocido mucha gente frustrada por no poder poner un acorde de cejilla, culparse de ser incapaces de aprender hasta el punto de pensar en abandonar y, cuando yo echaba un ojo a su guitarra, veía que manejar ese instrumento era como pasarse unas vacaciones en un potro de tortura. Normalmente, tener una guitarra acústica que cumpla las condiciones anteriores, exige un cierto esfuerzo económico, no tiene que ser exagerado, pero sí suficiente para alguien que empieza, hasta el punto de que alguien pudiera reprocharle gastar más dinero del que merece como instrumentista.

Por otro lado, en el conservatorio era típico que compráramos los primeros años una guitarra de estudio y, sólo cuando casi íbamos a terminar, hiciéramos el gran esfuerzo de comprar una de concierto, ciertamente mejor acabada, con mejor sonido, pero mucho más cara: luego sí se correspondía tácitamente a la idea de vincular el nivel del ejecutante con la calidad de la guitarra. El problema viene con lo siguiente: no siguiendo una referencia a nivel de docencia, es decir, para el guitarrista que no está cursando un temario que determina de forma objetiva su nivel como intérprete ¿cómo decidimos cuál es la calidad del instrumento que le corresponde a cada cual manejar? Quiero decir, alguien me ve a mí y dice: “tú no te mereces más que una Yamaha de gama baja”, ve a otro y responde: “tú te podrías comprar una Taylor” y, al otro, “Oye, no está mal, debes tener una Furch de gama media, pero no te pases de ahí que no te corresponde”… lo veo complicado; es más, ¿desde el punto de vista de qué evaluamos la calidad del instrumentista? Voy a hacer una analogía con cantantes: la mayoría de vocalistas que me gustan no merecerían grabar con un Neumann, no pasarían de primera ronda en un concurso televisivo de esos famosos que hay hoy día. Imagino a Sabina cantando hoy con el micro de karaoke de mi hija porque tiene la voz cascada y yo diciéndole: chaval, es que no te vamos a poner un Coles para eso que te sale de la garganta.

Pero es que luego hay otro asunto. Conozco un coleccionista que tiene alguna Monteleone, Jimmy D’aquisto original, varias Benedetto, Mathias Damman, Fender serie L, una ES-335 del 63… No toca mal la guitarra, pero no es Jim Hall precisamente. Compra guitarras porque le gustan y compra esas guitarras porque puede, así de simple. Es como esos jeques que coleccionan deportivos de lujo ¿Para qué? Desde luego no pilotan como Sébastien Loeb o Juan Manuel Fangio y con un R5 Copa Turbo o un buen kart ya tendrían todas las sensaciones y experiencia de conducción que puedan merecer… pero es que no es eso, se parte de un planteamiento equivocado, sólo hay que verlo.

Personalmente sí entiendo lo que ha querido decir Felipe y, en mi caso y sólo para mi caso, tiene sentido. De hecho, partiendo de la autocrítica y del espacio que necesito en casa para otras cosas, la prueba es que he vendido el último año tres Martin, una Alhambra, y una Avalon (no cuento las eléctricas, clásicas ni otras que han salido fuera del ámbito del foro). Probablemente me quedo con una Martin que, por mi valía actual como guitarrista, puede dar mucho más de lo que yo le puedo sacar… pero oye, esas de “Ella baila sola” iban con Lowden, y tampoco es que fueran a exprimirlas. Me hace ilusión tenerla, pasar el rato tocando con ella y tener un trozo de historia viva de la guitarra acústica, que es la que más me gusta; podría comprar una Eastman, vender la OM-28VR, ganar dinero y ajustar un poco el precio invertido a mis condiciones reales como ejecutante, incluso ni con una chinita de esas estaría a la altura… pero qué le vamos a hacer: me la quedo sin merecerla.

#8488
Jajajjj... Gracias Felipe. Puede que venga una de camino. No, en serio, gracias.

#8490
Estás hecho un hooligan. No me lo esperaba de ti. Qué peligro. Ya no te invito a mis conciertos.

#8486

Bonita version de una de mis prefes de Neil.

enhorabuena

cristobalpon escribió:

Estás hecho un hooligan. No me lo esperaba de ti. Qué peligro. Ya no te invito a mis conciertos.

Tranki, si cantas temas de Neil con ese respeto (que no digo hacerlos iguales -prefiero las versiones un poco diferentes a la original, la verdad-, sino respetar el espíritu del artista) y buen hacer, no corres peligro aunque ande yo por allí...

#8491
Casi siempre estoy de acuerdo con lo que escribes.
Esta vez... casi también.
Que alguien a quien le gusta la música deje la guitarra porque se compra un palo de escoba con cuerdas infumables sería una pena.
Tampoco es cosa de pillarte una D-45 para ir empezando, pero entre lo uno y lo otro, una buena guitarra (USA, española, china, irlandesa...) que suene bien y no sea muy dura de tocar, ayuda a aprender más y mejor.
Cierto que si de chaval te peleas con una de dureza pétrea y sales vivo del intento, luego tienes unos dedos que pueden aplastar cualquier cosa, pero echando al vista atrás creo que yo sería mejor guitarrista ahora si mi segunda guitarra, en vez de ser una de 12 cuerdas durísima, hubiese sido la Cimar de 6 que me compré casi 10 años después, cuando ya estaba currando y a punto de ser padre. y no digamos si hubiese tenido pasta para comprarme una como la primera Martin que tuve,... que la compré ya con 50 y pico tacos, o sea, cuando pude.
En mi caso, cuando tras una pausa de casi dos décadas sin apenas tocar la guitarra, más que una o unas pocas veces al cabo del año (el piano nunca lo dejé), decidí volver a tocar a diario, lo tuve muy claro: una guitarra buena, con un sonido tan bonito o más que el de mi Cimar, pero más blanda, mucho más blanda. Y tras probar unas cuantas acabé con una Martin en las manos, Y no me arrepiento nada.
¿Merezco tocar una Martin?
Claro que sí, y no una, sino unas cuantas, y más, de otras marcas de buen nivel, pero sobre todo, más allá de las marcas, que me hagan disfrutar cuando las toco.
Sólo yo sé lo que disfruto tocándolas, y la cantidad de horas extra que he currado en trabajos agotadores y de alto nivel de responsabilidad para hacer esas guitarras mías.

Lo que pasa es que por aquí hay más de un listillo que quiere desanimarnos y que vendamos a precio de saldillo nuestros guitarrones, para pillárselos. ¡Quiá!

Yo personalmente creo que cada uno debe tocar la guitarra que le guste/pueda permitirse.

No se necesita un carnet de habilidades para comprarse y disfrutar de un buen instrumento, realmente solo se necesita dinero.

Los que van sobrados de calidad a veces se preocupan menos y son capaces de sacar sonidos a instrumentos muy discretos que no se pudiera ni imaginar.

Eso sí, yo en algunas ocasiones he visto a gente muy limitada siendo muy pejiguera con ciertos matices de una guitarra, buscando el santo grial del sonido, oyendo frequencias inaudibles, diferencias para ellos abismales en el sonido, y luego siendo incapaces de oir un bending desafinado y torturando un blues para luego decir que esa guitarra le gusta pero que no le da lo que espera porque el caracter de noseque frecuencia o los 2mm de diferencia de la anchura de la cejuela marcan una diferencia.

En ese caso, tu que conoces esa guitarra y que sabes que suena de maravilla, pues se te queda cara de tonto, y siendo un poco cabroncestes si que piensas que igual con una yamaha pacifica le sobra y lo que se ahorra lo puede gastar en quitarse la tontería que tiene encima.

En el mundo guitarril hay mucha tonteria a veces, y es verdad que la calidad sobre un instrumento da matices audibles que los diferencian, sobre todo en un instrumento acústico, en una guitarra electrica no es tan crítico en mi opinión, pero a veces se pierde el norte y se olvida que todo ese tiempo que a veces se pierde buscando el sonido perfecto a veces con dedicarlo tocando el instrumento más, se consigue con lo que ya tienes.

Hoy dia hay instrumentos cómodos de tocar y con un sonido agradable por poco dinero, lo suyo es no perder el norte y tener un poco de criterio a la hora de evaluar, ahora bien, quien tenga pasta y se lo pueda permitir, que se compre lo que quiera, y que lo disfrute.

Para muestra os pongo una guitarra toda laminada y baratuna sonando de maravilla en buenas manos.