No obvieis que los rascadores de botellas de anís "El mono" distinguen perfectamente en cada escuchada si la cuchara es de acero inoxidable o si está bañada en plata, y desde luego el año en que fue bebida la botella, ya que el tiempo desde que lleva vacía influye notablemente en la tímbrica del tono final. Y ni que decir tiene si se le ha deteriorado la pintura de la etiqueta.
De hecho, es fácil distinguir al intérprete: no suena igual si el que rasca la botella es el mismo que se acaba de beber toda la botella o si es alguien que nada tiene que ver con la ingesta de su dulce y rico contenido...
De hecho, es fácil distinguir al intérprete: no suena igual si el que rasca la botella es el mismo que se acaba de beber toda la botella o si es alguien que nada tiene que ver con la ingesta de su dulce y rico contenido...
