Hoy un poco del maravilloso Oscar Alemán, sus influencias del jazz vinieron de escuchar las grabaciones de Eddie Lang, especialmente. En 1928, llega a Argentina el espectáculo “Hello Jazz”, con una orquesta de 16 músicos y el popular bailarín Harry Fleming, que descubre al dúo en el que milita Oscar, Los Lobos, y les contrata, introduciéndose así Oscar en la improvisación jazzie y también en el baile -entrenado por Fleming-
En 1929, se van de gira a Europa, empezando por la España de la segunda república y continuando por todo el continente, hasta que 2 años después abandonan el espectáculo, debido a constantes disputas por asuntos monetarios.
Estaban afincados en Madrid, preocupados por el desempleo, cuando Oscar recibió una oferta para tocar él -no el dúo-, en la banda de un trompetista belga de jazz; el que había sido su segundo padre, Gastón Lobo, enfermo, decide regresar a Santos y dejar volar libre a Oscar, para que emprenda su propia carrera.
1931, ya forma su propia banda, parte del dinero que gana lo envía a Brasil, a su mentor Lobo, que ha caído en una fuerte depresión que le lleva también, desgraciadamente, al suicidio, Oscar pasó por una fuerte necesidad de ayuda psicológica.
Cuando su banda española estaba al borde de la disolución, Josephine Baker, una mujer con una interesantísima historia en la que además de ser actriz de cine, pin-up, propietaria de un cabaret y vedette (tanto en el legendario Cotton Club como en el Folies Bergère parisino), realiza una audición a Alemán, que pasa a formar parte de la compañía de Josephine, aproximadamente desde 1932 hasta 1939.
Durante la época en Francia, conoce y se hace amigo de Django Reinhardt, ambos tocan juntos en reuniones informales y en el Hot Club de France, compartiendo estilo y admiración mutua. Oscar es de los pocos amigos de Django que tiene acceso al carromato de este; existe la creencia de que, en ocasiones, Alemán se disfrazaba de indio e iba a tocar a locales pequeños junto a Reinhardt, haciéndose llamar “El indio y el gitano”.
En una gira europea, Duke Ellington conoce a Oscar Alemán y queda maravillado de su técnica, pregunta a Josephine Baker acerca de la posibilidad de que este pudiera hacer una gira por Estados Unidos junto a su banda, pero Baker no está dispuesta a ceder a uno de los mas preciados talentos en su espectáculo, ya no solo como guitarrista sino también por su versatilidad escénica.
Posiblemente a raíz de este encuentro, allá por 1933, Duke hace que su banjista Fred Guy se pasé a la guitarra, buscando un sonido mas parecido a lo que había visto en París.
También formó parte de “Freddie Taylor´s swing men from Harlem”, una buenísima banda afincada en París, un día Louis Armstrong queda impresionado con una interpretación de un tema suyo y, como no lleva el instrumento encima, coge la boquilla de su trompeta y se pone a improvisar junto a ellos.
Hacia el final de su estancia en la banda de Josephine Baker, se convirtió en el líder de la orquesta, aún siendo el único de los músicos que no tenía conocimientos formales de música, ni sabía leer una partitura. Deja definitivamente a Baker en 1939, cuando van a actuar a Buenos Aires y una vez allí no se ponen de acuerdo con el caché del guitarrista.
Ya libre de esta atadura, trabaja junto a la orquesta de Eddie Brunner, acompañando a Bill Coleman, un excepcional trompetista que no tuvo reconocimiento en Estados Unidos pero fue una figura importante en el jazz europeo.
Debido a la invasión nazi de París, Oscar se ve obligado a volver a Argentina, huye a través de España; en Irún, en un control de los nazis, estos le despojan de sus pertenencias.
Ya en su regreso, se convirtió en una estrella en Argentina. Se ganaba al público con su música y su manera teatral de interpretar, en ocasiones con la guitarra en la espalda, un número que hacía desde sus primeras actuaciones y era siempre bien recibido.
En la época de los 40 grabó numerosos temas con su sexteto para el sello Odeon, vendiendo en el 43 mas de un millón de copias de su versión de “Bésame mucho” y también tuvo especial éxito con la canción “Rosa Madreselva” (“Honeysuckle rose”).
Hacia finales de la década estuvo siempre activo, de gira por teatros de Argentina y países contiguos, en 1951 regresa al estudio, y sigue haciéndolo periódicamente hasta 1958, fecha en la que giran por la península Ibérica, a su regreso, Oscar Alemán disuelve la banda y se retira durante un periodo larguísimo, en concreto hasta 1971 y no volvió a grabar hasta 1979, su último disco “Sí… otra vez!” justo un año antes de morir.
Durante su retiro, se dedicó principalmente a la enseñanza, de hecho, con anterioridad, en los años 50, fundó una escuela de aprendizaje para jóvenes guitarristas sin recursos económicos.
En el año 2002, el director Hernán Gaffet presenta un excelente documental, de visionado muy recomendable, se trata de “Oscar Alemán vida con Swing”, en ella se revelan datos interesantes, para acercarnos a la figura del genio, por ejemplo la versión de la enfermedad de Lobo, fue la escueta explicación que daba Oscar a la ruptura del dúo, pero al final de sus años, en una de sus últimas entrevistas contó la verdad: confesó que se morían de hambre y Lobo fue a buscar trabajo hasta en Paris, donde había una vacante de guitarrista para la banda de Josephine Baker, allí no supera la prueba, pues los miembros recuerdan a Oscar, al que vieron en Madrid, y al cual consideran apto para el puesto. Ante el fracaso, Lobo regresa a Brasil, y la depresión que le lleva al suicidio es causada por el conocimiento de que Alemán si es aceptado por el puesto. Oscar se sintió responsable de esta muerte durante toda su vida.