Hablar de Gibson es hablar, por ejemplo, de Les Paul y de Seth Lover, son una parte importante del mundo de la guitarra y quien no quiera verlo, allá el, pero es así. El trabajo e incluso las casualidades, fallos y aciertos de estos dos hombres definieron muy tempranamente las bases de la guitarra eléctrica moderna y en muchos casos, siguen vigentes sin apenas variaciones.
No voy a poner en tela de juicio la calidad y la trayectoria de los modelos Les Paul y SG, ambas de indiscutible éxito, quién sabe cuántas habrán vendido a lo largo del siglo XX pero deben de ser muchas, no pueden ser malas guitarras, al contrario, son excelentes.
Pero además para fortuna de todos, cuando la mayoría de los que estamos en la sala no habíamos nacido, Gibson parió otros modelos de guitarra que han sentado cátedra y han perdurado durante décadas hasta triunfar plenamente después de una buena temporada desde su nacimiento, de no ser así no hubieran sido tan imitados por otras marcas; me refiero la Explorer y la Flying V.
Dos guitarras que a día de hoy son de lo más moderno y heavy que puedas buscar, además de haber influenciado profundamente en otros modelos que en muchos casos, no son más que variaciones de la forma original y poco más.
Bueno ahora que hemos hablado de las luces de Gibson, hablemos de sus sombras que también las tiene.
El mayor error de la historia de Gibson, bajo mi punto de vista, creo que sería el por todos conocido como el incidente de los agujeros (Weight relieff y chambered) y la soberbia y prepotencia que demostró Gibson al desinformar al público y enmascarar la realidad con tonterías sin sentido. Mejor le habría ido si simplemente hubieran admitido que sólo querían aligerar el peso de las guitarras (para contentar al público, ojo) y que no pensaron en que el púiblico le daría tanta importancia, en su lugar optaron por mentir con lo de las cámaras de resonancia y otra serie de magufadas sin rigor científico demostrable, gran error que sin duda pagó puesto que otras marcas antes consideradas imitadoras, escucharon y recibieron con las puertas abiertas a un público cabreado con Gibson, con ganas de desmitificar la leyenda y compararla con el nuevo mercado emergente.
A parte de esa negra mancha en el expediente de Gibson, está el asunto de la tala indiscriminada de bosques de ébano, palo rosa y caoba; y la violación de leyes internacionales ambientales. Feo asunto, se llegó a hablar incluso de que podría terminar con Gibson.
Personalmente me sorprende que no le hiciera mucho más daño a la compañía, toparse con la ley, ser demandado, asaltado e incautado de tus maderas es tan peligroso como engañar a tus clientes pero no, la todopoderosa Gibson salió adelante.
Como final, creo que habría que mencionar dos cosas que según el prisma a través del cual se mire puede ser contradictorio, el periodo actual de Gibson y sus precios.
La etiqueta que siempre se le coloca a Gibson es la de ser atemporal y la de no innovar... en este asunto llevan años sacando modelos exclusivos, signature, reediciones, etc.. con precios desorbitados y esto ha recibido numerosas críticas como aquello de "aquí lo que se paga es la marca".
Sin discutir la innegable calidad de un instrumento Gibson de tope de gama, habría que valorar si es esto cierto o no.. cada día me cuesta más argumentar lo contrario, Gibson es caro, muy caro.
Unido a este malestar por parte de su público se añade la consecuencia de los errores cometidos anteriormente, el abastecimiento y la desinformación.
Ante la imposibilidad de continuar abasteciéndose de los mercados madereros habituales, Gibson ha innovado (sí, nos pese o no así es) con nuevas maderas como el granadillo para los diapasones. Yo personalmente he escuchado a personal de Gibson decir que es lo mismo que el palo rosa, solo que con otro aspecto y con otro nombre y suenan igual. Pero la cosa no termina aquí, la polémica viene cuando estos nuevos y más baratos materiales aparecen en su línea standard de última generación, estamos hablando de instrumentos de 2000€ con materiales que son menos valorados en el mercado, cualquier persona se preguntaría ¿no debería cambiar el precio del instrumento?
Este es el sinuoso camino que ha tomado Gibson en la actualidad, totalmente forzado por las circunstancias y vendido al público como innovación y mejora, resulta inevitable mirar atrás, recordar los errores del pasado y preguntarse si la todopoderosa Gibson está cayendo de nuevo en el mismo y peligroso error: Mentir a sus clientes.
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