Algunas veces el tiempo hace justicia y sitúa a cada uno donde le corresponde.
Este es el caso de las pastillas Valco (Vista-Tone). Fueron un día infravaloradas pero hoy encontrar una de estas reliquias se ha convertido en ardua tarea, amén de un nada despreciable desembolso.
Aun así continúan siendo una de las grandes olvidadas y desconocidas de la paleta sonora del rock.
Me he permitido abrirles aquí un pequeño hueco para quien desee conocer mejor una de las sin duda mejores pastillas y un auténtico sonido de culto.
Manufacturadas en USA por Valco durante la década de los 50 y 60 (Se patentaron en el 52) para una variedad de marcas (Valco, Supro, National, Airline y Eastwood, entre otros.) fueron conocidas popularmente como Vista-Tone.
A primera vista aparenta ser una humbucker, pero tras esa mascara se esconde una verdadera single coil con una configuración interna única y diferente, con imanes a un lado de la bobina y piezas polares de Alnico 2 que resultan ser tornillos ajustables en altura, todo enlatado en una cubierta tipo humbucker, por lo que en su día fueron tachadas a manera de crítica como falsas humbucker, quizás porque su construcción original era de bajo costo con descaro y además se montaron en guitarras económicas.
La verdadera diferencia radica en la estructura del campo magnético generado, más amplio y distorsionado que en cualquier bobina simple conocida (Gretsch comercializo la HiloTron con una configuración ciertamente parecida aunque nunca he probado ninguna y desconozco su grado de similitud).
El sonido de la Vista-Tone se define con acierto como a mitad de camino entre una single coil tipo Strato y una P90, pero nos quedaríamos cortos con tan simplista descripción.
Estamos ante un pastilla que reúne las características típicas de la single coil, sonido definido y limpio de tono brillante, aunque más cálida y con una gama media bien desarrollada, mirando de reojo hacia las P90, pero menos arenosas o ásperas, con un sonido más domesticado y en algún momento recuerda de pasada el famoso twang de las Telecaster viejunas.
Además la Vista-Tone tiene un alma propia difícilmente definible y el carácter le cambia rompiendo apenas se le presiona, da muestras de genio y mala leche en cuanto subes la ganancia. Usa un slide con ella y creerás que Dios existe, como si la hubieran hecho con ese propósito.
Una todoterreno con la que puedes surfear, marcarte un blues o simplemente hacer rock puro.
Es un tono perdido, rancio y vintage a más no poder, que bien merece añadirse al paladar sonoro de cualquier músico que se precie.
Mi experiencia personal con esta pastilla es la historia de un enamoramiento a primera vista, tal cual.
La descubri por pura casualidad. Un simple video en youtube de una banda desconocida y una búsqueda incesante hasta que di con su guitarrista Garrett Schmelzel a través del Facebook quien me desvelo el corazón de su sonido (ahora es uno de mis contactos con quien comparto más de un experimento musical).
Raudo y veloz emprendí la caza y captura en web, desde ebay hasta reverb y en escasos dos meses pille un par de aquellas joyas sesenteras por un precio aceptable, que no barato.
Cuando las recibí fue una decepción, además de su estado de conservación ciertamente peor de lo que aparentaban tenían un tamaño considerablemente más grande del humbucker estándar y no había otro remedio que fresar madera para colocárselas a mi guitarra, algo por cuya labor no estaba, precisamente.
Asique pasaron a formar parte de mi colección de “joyas” vintage que almaceno en mi estantería y allí durmieron durante una temporada.
Pero no cese en mi empeño de capturar aquel sonido y me puse a indagar en las webs de los diferentes handmade-custom-boutique o como quieran que se llamen los que bobinan pastillas. Y doy fe de que son más de los que imaginaba, pero desgraciadamente para mí no había ni rastro de aquellas pastillas por ningún sitio, decepcionante y frustrante a partes iguales.
Indague e investigue la no demasiada información que corre por ahí sobre ellas y ante la aparente imposibilidad de conseguirlas se me ocurrió como último y desesperado intento enviar el mismo mensaje a diferentes fabricantes con todos los datos disponibles con el objetivo de que alguien pudiera meterse en faena y hacerme un par de clones de tamaño estándar.
Y sonó la flauta.
Tras más de una docena de respuestas negativas casi siempre resguardadas tras el exceso de trabajo recibí un mensaje cargado de curiosidad que se interesó por mi proyecto.
Aun quedaba algún problema que sortear, el precio de un prototipo podía ser escandalosamente alto y llevaría una demora significativa, había que primero encontrar una original para destriparla y … joder, instintivamente dirigí la mirada hacia la estantería.
Tuve la osadía de usar el antiguo recurso del trueque, lo hice sin reparo pues poco tenía que perder en el intento y aunque hoy reconozco que económicamente no fue el trato ideal lo cierto es que fue absolutamente productivo.
Finalmente aceptó aquel inusual ofrecimiento y tras tiempo prudencial recibí una pareja de réplicas listas para ser montadas en cualquier guitarra con hueco de medidas normalizadas… abri aquel paquete con emoción y hasta nerviosismo… pero esa es otra historia.
En la actualidad hay dos fabricantes que ya comercializan sus propios modelos.
Roadhouse tiene una copia exacta de la Vista-Tone de identica denominacion, que incluso incluye el hilo con recubrimiento verde original, una pasada. Su sonido y aspecto clava a la perfección las originales.
Rautia, un fabricante finlandes menos conocido pero sin nada que envidiar en cuanto a calidad también tiene su opción, la Valco-Style. Su construcción en principio se asemeja más a la Hilotron de Grestch, aunque su sonido no deja dudas, es igual de legítima además de magníficamente acabada.
He tenido la oportunidad de probar ambas pastillas y sería difícil emitir un juicio, las dos reproducen a la perfección el espíritu de aquellas Valco originales.
Este es el caso de las pastillas Valco (Vista-Tone). Fueron un día infravaloradas pero hoy encontrar una de estas reliquias se ha convertido en ardua tarea, amén de un nada despreciable desembolso.
Aun así continúan siendo una de las grandes olvidadas y desconocidas de la paleta sonora del rock.
Me he permitido abrirles aquí un pequeño hueco para quien desee conocer mejor una de las sin duda mejores pastillas y un auténtico sonido de culto.
Manufacturadas en USA por Valco durante la década de los 50 y 60 (Se patentaron en el 52) para una variedad de marcas (Valco, Supro, National, Airline y Eastwood, entre otros.) fueron conocidas popularmente como Vista-Tone.
A primera vista aparenta ser una humbucker, pero tras esa mascara se esconde una verdadera single coil con una configuración interna única y diferente, con imanes a un lado de la bobina y piezas polares de Alnico 2 que resultan ser tornillos ajustables en altura, todo enlatado en una cubierta tipo humbucker, por lo que en su día fueron tachadas a manera de crítica como falsas humbucker, quizás porque su construcción original era de bajo costo con descaro y además se montaron en guitarras económicas.
La verdadera diferencia radica en la estructura del campo magnético generado, más amplio y distorsionado que en cualquier bobina simple conocida (Gretsch comercializo la HiloTron con una configuración ciertamente parecida aunque nunca he probado ninguna y desconozco su grado de similitud).
El sonido de la Vista-Tone se define con acierto como a mitad de camino entre una single coil tipo Strato y una P90, pero nos quedaríamos cortos con tan simplista descripción.
Estamos ante un pastilla que reúne las características típicas de la single coil, sonido definido y limpio de tono brillante, aunque más cálida y con una gama media bien desarrollada, mirando de reojo hacia las P90, pero menos arenosas o ásperas, con un sonido más domesticado y en algún momento recuerda de pasada el famoso twang de las Telecaster viejunas.
Además la Vista-Tone tiene un alma propia difícilmente definible y el carácter le cambia rompiendo apenas se le presiona, da muestras de genio y mala leche en cuanto subes la ganancia. Usa un slide con ella y creerás que Dios existe, como si la hubieran hecho con ese propósito.
Una todoterreno con la que puedes surfear, marcarte un blues o simplemente hacer rock puro.
Es un tono perdido, rancio y vintage a más no poder, que bien merece añadirse al paladar sonoro de cualquier músico que se precie.
Mi experiencia personal con esta pastilla es la historia de un enamoramiento a primera vista, tal cual.
La descubri por pura casualidad. Un simple video en youtube de una banda desconocida y una búsqueda incesante hasta que di con su guitarrista Garrett Schmelzel a través del Facebook quien me desvelo el corazón de su sonido (ahora es uno de mis contactos con quien comparto más de un experimento musical).
Raudo y veloz emprendí la caza y captura en web, desde ebay hasta reverb y en escasos dos meses pille un par de aquellas joyas sesenteras por un precio aceptable, que no barato.
Cuando las recibí fue una decepción, además de su estado de conservación ciertamente peor de lo que aparentaban tenían un tamaño considerablemente más grande del humbucker estándar y no había otro remedio que fresar madera para colocárselas a mi guitarra, algo por cuya labor no estaba, precisamente.
Asique pasaron a formar parte de mi colección de “joyas” vintage que almaceno en mi estantería y allí durmieron durante una temporada.
Pero no cese en mi empeño de capturar aquel sonido y me puse a indagar en las webs de los diferentes handmade-custom-boutique o como quieran que se llamen los que bobinan pastillas. Y doy fe de que son más de los que imaginaba, pero desgraciadamente para mí no había ni rastro de aquellas pastillas por ningún sitio, decepcionante y frustrante a partes iguales.
Indague e investigue la no demasiada información que corre por ahí sobre ellas y ante la aparente imposibilidad de conseguirlas se me ocurrió como último y desesperado intento enviar el mismo mensaje a diferentes fabricantes con todos los datos disponibles con el objetivo de que alguien pudiera meterse en faena y hacerme un par de clones de tamaño estándar.
Y sonó la flauta.
Tras más de una docena de respuestas negativas casi siempre resguardadas tras el exceso de trabajo recibí un mensaje cargado de curiosidad que se interesó por mi proyecto.
Aun quedaba algún problema que sortear, el precio de un prototipo podía ser escandalosamente alto y llevaría una demora significativa, había que primero encontrar una original para destriparla y … joder, instintivamente dirigí la mirada hacia la estantería.
Tuve la osadía de usar el antiguo recurso del trueque, lo hice sin reparo pues poco tenía que perder en el intento y aunque hoy reconozco que económicamente no fue el trato ideal lo cierto es que fue absolutamente productivo.
Finalmente aceptó aquel inusual ofrecimiento y tras tiempo prudencial recibí una pareja de réplicas listas para ser montadas en cualquier guitarra con hueco de medidas normalizadas… abri aquel paquete con emoción y hasta nerviosismo… pero esa es otra historia.
En la actualidad hay dos fabricantes que ya comercializan sus propios modelos.
Roadhouse tiene una copia exacta de la Vista-Tone de identica denominacion, que incluso incluye el hilo con recubrimiento verde original, una pasada. Su sonido y aspecto clava a la perfección las originales.
Rautia, un fabricante finlandes menos conocido pero sin nada que envidiar en cuanto a calidad también tiene su opción, la Valco-Style. Su construcción en principio se asemeja más a la Hilotron de Grestch, aunque su sonido no deja dudas, es igual de legítima además de magníficamente acabada.
He tenido la oportunidad de probar ambas pastillas y sería difícil emitir un juicio, las dos reproducen a la perfección el espíritu de aquellas Valco originales.
