Hola de nuevo.
Hoy os traigo una nueva crítica de otra guitarra de boutique, en éste caso del fabricante de boutique Carillion Guitars.
Carilion es una empresa ubicada en Surrey, Gran Bretaña, que comenzó su andadura hace unos 13 o quizás 14 años aproximadamente. El lutier Chris Delia, después de su graduación en fabricación de instrumentos musicales, decidió montar su empresa propia.

Yo comencé a oir de Carillion a principios de 2015, cuando un amigo irlandés me mostró un par de guitarras que le había construido un lutier que describió como "extremadamente talentoso" (recuerdo muy bien sus palabras), y me vendió mi Ibanez J.Custom RG5827Z, que atesoraba con fiereza, para poder encargarle a Chris otra guitarra más.

En aquel momento decidí contactar con Chris para pedirle presupuesto de una guitarra equipada con Evertune. En su contestación, Chris amablemente rehusó hacer la guitarra alegando que el quería construir guitarras extremadamente resonantes y que el concepto del Evertune chocaba frontalmente con sus ideas. Así que ahí concluyó mi intento por hacerme con una Carillion hasta unos cuantos años mas tarde. Ya por 2016, las Carillion eran guitarras no muy asequibles por la conversión de libras esterlinas a euro, y ese desequilibrio en el precio a pagar por una de estas guitarras no ha hecho mas que aumentar con los años, al igual que la maestría de Chris en la construcción de guitarras y la ampliación de su negocio. Tanto ha sido así que en los últimos años, Chris ha sacado varios lotes o "Run" en inglés, de guitarras de 6, 7 y 8 cuerdas, con unas especificaciones cerradas. De uno de esos lotes, en concreto el "Kessel Run" de 2022, es al que pertenece la guitarra que hoy os presento.

Pese a ser un modelo "básico" en cuanto a aspecto, comparado con la gran variedad de formas, acabados, electrónicas, y hardware que ofrece Carillion, estamos hablando de una guitarra de boutique de un nivel muy muy alto, equiparable a las mejores marcas y modelos del mercado. Por ello es una de las marcas que han estado más en el candelero de guitarristas prog-tech-death de los últimos años, lease Ne Obliviscaris, Bleed From Within, Allagaeon/Nuclear Power Trio, Cytotoxin, etc.
Pero bueno, vamos al tajo a describir la guitarra: El modelo Polaris es una superestrato de corte moderno de doble cutaway. El cuerpo, fino y de tapa plana está hecho de dos piezas de black limba, sin tapa armónica. Elegante y simple. El mástil, de 9 piezas de arce ojo de pájaro tostado, wengle y arce flameado, está encolado al cuerpo y es la parte más espectacular de esta guitarra, tanto en el aspecto visual, como en el tacto, y el zócalo de unión al cuerpo, único en forma de pico con ángulos no redondeados, y una escala de 25.5".

El diapasón es de ébano, y cuenta con 24 trastes de acero inoxidable. El diapasón tiene un binding interior a modo de marco, hecho de arce que da al conjunto una sobriedad y elegancia suprema.

La pala tiene una tapa frontal y trasera de ébano, para tapar el multi-laminado el mástil. El modelo de la pala se llava Reaver, y es el más distintivo de Carillion, ya que este fabricante, como otros muchos, ofrece la posibilidad para sus guitarras custom, de elegir el tipo de pala que más te guste de entre todas las que ofrece, para combinar con el cuerpo que se adapte a tus gustos. El logotipo de Carillion, en la pala, es de madreperla en bajorrelieve.

La guitarra no tiene inlays en el frontal del diapasón, pero en sus laterales tiene unos marcadores luminlay verde.
El puente es un Schaller Hannes. Los clavijeros, unos Gotoh Magnum SGS510 de bloqueo. La cejuela, una TUSQ negra, y los enganches de correa, Dunlop de bloqueo. El conjunto lo remata un estuche rígido Hiscox con el grabado de Carillion.

La electrónica se compone de dos pastillas Carillion Oracle, un selector de 3 posiciones, un volumen y un tono push-pull para convertir las pastillas en simples.
Como se puede ver por las especificaciones, lo que parece a primera vista, una guitarra "básica", no lo es en absoluto y la simpleza que desprende choca con unas especificaciones completas y perfectamente pensadas para producir una guitarra de alta calidad a un precio más asequible que una custom.

Y esto me lleva al siguiente punto, que hila con algo que he comentado antes: el incremento en precio de las Carillion. Desde 2020 mas o menos, mi interés por Carillion revivió, gracias en parte a las maravillas visuales de sus redes sociales y a su creciente introducción entre guitarristas a los que sigo. Desde entonces he intentado hacerme con alguna, pero los precios de una guitarra custom, sumado a las aduanas lo ha hecho totalmente prohibitivo, ya que estamos hablando de cifras superiores a 5500-6000 euros, algo que me parece demasiado por un instrumento, da igual el que sea, para alguien que no es profesional.

La otra opción de comprar una Carillion más económica es los lotes ("Run"), pero siempre he llegado tarde a ellos, ya que cuando Chris los anuncia, ya tiene realizado casi todo el CNC y parte del ensamblaje, para dar unas fechas de entrega muy cortas, y por tanto, las pocas unidades que se ponían en venta duraban poco, y eso que tampoco eran baratas (3500€ de base + aduanas). Así que mi tercera opción fue la de siempre: el mercado de segunda mano. Por desgracia tampoco fue fácil encontrar una de segunda mano a un precio razonable, ya que todas las que veía estaban en EEUU o Reino Unido, y los precio sumados a aduanas, eran elevados. Mi intención era comprar una de 7 cuerdas, ya que es lo que uso siempre, pero un antiguo contacto alemán me dijo que iba a poner la suya, de 6 cuerdas en venta, y finalmente me pude hacer con una.

¿Y que tienen estas guitarras de especial?. Primero: la selección de materiales. Chris pone muchísimo énfasis en conseguir unas maderas de extremada calidad y belleza....recuerdo uno de sus Run, con maderas Bog Oak de 3.000 años de antigüedad....
Segundo: el diseño. La pala Reaver, para mi gusto, y ya sabeis que esto es muy personal de cada uno, es de las más bonitas que he visto. La unión del mástil al cuerpo, asimétrica, angulada, en pico. Algo que parece incómodo, pero que no lo es en absoluto. El cuerpo, con cuernos algo mas grandes de lo normal, acceso perfecto a trastes altos.

Tercero: la facilidad para tocar y el sonido. Lo primero puedo dar fé de que la guitarra se toca muy bien. El perfil del mástil es C, con radio de 16" en el diapasón y la sensación en la mano es buenísima, de guitarra sólida y que vibra muy bien cuando golpeas a las cuerdas, transmitiéndose por la mano. Chris y su equipo ajustan cada guitarra para cada guitarrista, da igual que la guitarra sea Custom o que sea de un Lote como este Kessel Run. Esto implica que tu le dices la afinación, el calibre de cuerdas deseado y le explicas un poco tu forma de tocar y preferencias, y el prepara la guitarra para que sea lo más cercano a lo que deseas. La guitarra que tengo yo vino ajustada para otra persona que no era yo, claramente al comprarla de segunda mano, y me costó bastante ajustarla con mis cuerdas, afinación y acción cómoda, ya que los surcos de la cejuela venían hechos para otro calibre. Ahora que ya la tengo a mi gusto, es una maravilla y se toca muy fácilmente.

El sonido es algo que ya es muchísimo más subjetivo, y que depende mucho de la electrónica de la guitarra. Yo nunca había podido probar personalmente las pastillas Carillion Oracle. Mi impresión es que son unas pastillas de salida media vitaminada para poder llegar a territorios metal, pero que pueden andar justas de salida para alguien que esté acostumbrado a auténticos cañones sonoros. Me recuerda bastante a la Seymour Duncan SH4 o a la Bare Knuckle Silo, que tienen un corte clásico, pero con algo de garra para tocar metal. No destaca en ninguna frecuencia notablemente, pero el conjunto ofrece una buena separación y definición de nota. Los acordes en limpio suenan bonitos, cálidos y firmes, sin mucho medio que los haga romper. En distorsión, suenan saturadas, sin un brillo excesivo que las haga molestas ni unos graves prominentes que ensucien en conjunto. Probablemente, por mis preferencias personales, las cambiaría por unas Bare Knuckle Aftermath para un extra de salida y agresividad, pero también es cierto que de momento cumplen muy dignamente su misión, incluso tocando death metal, pese a no ser donde mejor destacarían. Como he dicho antes el sonido es un tema muy subjetivo. Nolly Getgood, ex-bajista de Peripehry y guitarrarista de Red Seas Fire, creador de GGD Drums y de varias pastillas para Bare Knuckle, es partidario de pastillas con salida moderada y de darle caña a la ganancia del amplificador para conseguir sonidos más ricos en los armónicos del amplificador, en vez de saturar la entrada del mismo con una salida de la pastilla muy elevada.

Como conclusión poco más puedo añadir que no haya dicho antes: guitarra cómoda, con buenas maderas, buen hardware, un diseño elegante a mi parecer, y sobre todo con un mástil visualmente espectacular que invita a tocar. Como pegas indicaré que me parece cara para ser una guitarra de stock, ya que cuesta más que algunas custom, y también por mis gustos, habría puesto unas pastillas con un poco más de salida y agresividad, pero claro, esto es ya cosa de gustos como he dicho antes. Pese a solo tener 6 cuerdas, lo cual para mi es una desventaja ya que hay temas mios que requieren el empleo de una cuerda más fina adicional a las 6, es una guitarra de la que no pienso desprenderme a menos que consiga una de 7 cuerdas, y de momento lo veo complicado.
Gracias por pasaros a leer y nos vemos en la siguiente review. Quien tenga dudas sobre esta guitarra, que pregunte libremente.
También podeis sugerir nuevas reviews de guitarras.
Hoy os traigo una nueva crítica de otra guitarra de boutique, en éste caso del fabricante de boutique Carillion Guitars.
Carilion es una empresa ubicada en Surrey, Gran Bretaña, que comenzó su andadura hace unos 13 o quizás 14 años aproximadamente. El lutier Chris Delia, después de su graduación en fabricación de instrumentos musicales, decidió montar su empresa propia.

Yo comencé a oir de Carillion a principios de 2015, cuando un amigo irlandés me mostró un par de guitarras que le había construido un lutier que describió como "extremadamente talentoso" (recuerdo muy bien sus palabras), y me vendió mi Ibanez J.Custom RG5827Z, que atesoraba con fiereza, para poder encargarle a Chris otra guitarra más.

En aquel momento decidí contactar con Chris para pedirle presupuesto de una guitarra equipada con Evertune. En su contestación, Chris amablemente rehusó hacer la guitarra alegando que el quería construir guitarras extremadamente resonantes y que el concepto del Evertune chocaba frontalmente con sus ideas. Así que ahí concluyó mi intento por hacerme con una Carillion hasta unos cuantos años mas tarde. Ya por 2016, las Carillion eran guitarras no muy asequibles por la conversión de libras esterlinas a euro, y ese desequilibrio en el precio a pagar por una de estas guitarras no ha hecho mas que aumentar con los años, al igual que la maestría de Chris en la construcción de guitarras y la ampliación de su negocio. Tanto ha sido así que en los últimos años, Chris ha sacado varios lotes o "Run" en inglés, de guitarras de 6, 7 y 8 cuerdas, con unas especificaciones cerradas. De uno de esos lotes, en concreto el "Kessel Run" de 2022, es al que pertenece la guitarra que hoy os presento.

Pese a ser un modelo "básico" en cuanto a aspecto, comparado con la gran variedad de formas, acabados, electrónicas, y hardware que ofrece Carillion, estamos hablando de una guitarra de boutique de un nivel muy muy alto, equiparable a las mejores marcas y modelos del mercado. Por ello es una de las marcas que han estado más en el candelero de guitarristas prog-tech-death de los últimos años, lease Ne Obliviscaris, Bleed From Within, Allagaeon/Nuclear Power Trio, Cytotoxin, etc.
Pero bueno, vamos al tajo a describir la guitarra: El modelo Polaris es una superestrato de corte moderno de doble cutaway. El cuerpo, fino y de tapa plana está hecho de dos piezas de black limba, sin tapa armónica. Elegante y simple. El mástil, de 9 piezas de arce ojo de pájaro tostado, wengle y arce flameado, está encolado al cuerpo y es la parte más espectacular de esta guitarra, tanto en el aspecto visual, como en el tacto, y el zócalo de unión al cuerpo, único en forma de pico con ángulos no redondeados, y una escala de 25.5".

El diapasón es de ébano, y cuenta con 24 trastes de acero inoxidable. El diapasón tiene un binding interior a modo de marco, hecho de arce que da al conjunto una sobriedad y elegancia suprema.

La pala tiene una tapa frontal y trasera de ébano, para tapar el multi-laminado el mástil. El modelo de la pala se llava Reaver, y es el más distintivo de Carillion, ya que este fabricante, como otros muchos, ofrece la posibilidad para sus guitarras custom, de elegir el tipo de pala que más te guste de entre todas las que ofrece, para combinar con el cuerpo que se adapte a tus gustos. El logotipo de Carillion, en la pala, es de madreperla en bajorrelieve.

La guitarra no tiene inlays en el frontal del diapasón, pero en sus laterales tiene unos marcadores luminlay verde.
El puente es un Schaller Hannes. Los clavijeros, unos Gotoh Magnum SGS510 de bloqueo. La cejuela, una TUSQ negra, y los enganches de correa, Dunlop de bloqueo. El conjunto lo remata un estuche rígido Hiscox con el grabado de Carillion.

La electrónica se compone de dos pastillas Carillion Oracle, un selector de 3 posiciones, un volumen y un tono push-pull para convertir las pastillas en simples.
Como se puede ver por las especificaciones, lo que parece a primera vista, una guitarra "básica", no lo es en absoluto y la simpleza que desprende choca con unas especificaciones completas y perfectamente pensadas para producir una guitarra de alta calidad a un precio más asequible que una custom.

Y esto me lleva al siguiente punto, que hila con algo que he comentado antes: el incremento en precio de las Carillion. Desde 2020 mas o menos, mi interés por Carillion revivió, gracias en parte a las maravillas visuales de sus redes sociales y a su creciente introducción entre guitarristas a los que sigo. Desde entonces he intentado hacerme con alguna, pero los precios de una guitarra custom, sumado a las aduanas lo ha hecho totalmente prohibitivo, ya que estamos hablando de cifras superiores a 5500-6000 euros, algo que me parece demasiado por un instrumento, da igual el que sea, para alguien que no es profesional.

La otra opción de comprar una Carillion más económica es los lotes ("Run"), pero siempre he llegado tarde a ellos, ya que cuando Chris los anuncia, ya tiene realizado casi todo el CNC y parte del ensamblaje, para dar unas fechas de entrega muy cortas, y por tanto, las pocas unidades que se ponían en venta duraban poco, y eso que tampoco eran baratas (3500€ de base + aduanas). Así que mi tercera opción fue la de siempre: el mercado de segunda mano. Por desgracia tampoco fue fácil encontrar una de segunda mano a un precio razonable, ya que todas las que veía estaban en EEUU o Reino Unido, y los precio sumados a aduanas, eran elevados. Mi intención era comprar una de 7 cuerdas, ya que es lo que uso siempre, pero un antiguo contacto alemán me dijo que iba a poner la suya, de 6 cuerdas en venta, y finalmente me pude hacer con una.

¿Y que tienen estas guitarras de especial?. Primero: la selección de materiales. Chris pone muchísimo énfasis en conseguir unas maderas de extremada calidad y belleza....recuerdo uno de sus Run, con maderas Bog Oak de 3.000 años de antigüedad....
Segundo: el diseño. La pala Reaver, para mi gusto, y ya sabeis que esto es muy personal de cada uno, es de las más bonitas que he visto. La unión del mástil al cuerpo, asimétrica, angulada, en pico. Algo que parece incómodo, pero que no lo es en absoluto. El cuerpo, con cuernos algo mas grandes de lo normal, acceso perfecto a trastes altos.

Tercero: la facilidad para tocar y el sonido. Lo primero puedo dar fé de que la guitarra se toca muy bien. El perfil del mástil es C, con radio de 16" en el diapasón y la sensación en la mano es buenísima, de guitarra sólida y que vibra muy bien cuando golpeas a las cuerdas, transmitiéndose por la mano. Chris y su equipo ajustan cada guitarra para cada guitarrista, da igual que la guitarra sea Custom o que sea de un Lote como este Kessel Run. Esto implica que tu le dices la afinación, el calibre de cuerdas deseado y le explicas un poco tu forma de tocar y preferencias, y el prepara la guitarra para que sea lo más cercano a lo que deseas. La guitarra que tengo yo vino ajustada para otra persona que no era yo, claramente al comprarla de segunda mano, y me costó bastante ajustarla con mis cuerdas, afinación y acción cómoda, ya que los surcos de la cejuela venían hechos para otro calibre. Ahora que ya la tengo a mi gusto, es una maravilla y se toca muy fácilmente.

El sonido es algo que ya es muchísimo más subjetivo, y que depende mucho de la electrónica de la guitarra. Yo nunca había podido probar personalmente las pastillas Carillion Oracle. Mi impresión es que son unas pastillas de salida media vitaminada para poder llegar a territorios metal, pero que pueden andar justas de salida para alguien que esté acostumbrado a auténticos cañones sonoros. Me recuerda bastante a la Seymour Duncan SH4 o a la Bare Knuckle Silo, que tienen un corte clásico, pero con algo de garra para tocar metal. No destaca en ninguna frecuencia notablemente, pero el conjunto ofrece una buena separación y definición de nota. Los acordes en limpio suenan bonitos, cálidos y firmes, sin mucho medio que los haga romper. En distorsión, suenan saturadas, sin un brillo excesivo que las haga molestas ni unos graves prominentes que ensucien en conjunto. Probablemente, por mis preferencias personales, las cambiaría por unas Bare Knuckle Aftermath para un extra de salida y agresividad, pero también es cierto que de momento cumplen muy dignamente su misión, incluso tocando death metal, pese a no ser donde mejor destacarían. Como he dicho antes el sonido es un tema muy subjetivo. Nolly Getgood, ex-bajista de Peripehry y guitarrarista de Red Seas Fire, creador de GGD Drums y de varias pastillas para Bare Knuckle, es partidario de pastillas con salida moderada y de darle caña a la ganancia del amplificador para conseguir sonidos más ricos en los armónicos del amplificador, en vez de saturar la entrada del mismo con una salida de la pastilla muy elevada.

Como conclusión poco más puedo añadir que no haya dicho antes: guitarra cómoda, con buenas maderas, buen hardware, un diseño elegante a mi parecer, y sobre todo con un mástil visualmente espectacular que invita a tocar. Como pegas indicaré que me parece cara para ser una guitarra de stock, ya que cuesta más que algunas custom, y también por mis gustos, habría puesto unas pastillas con un poco más de salida y agresividad, pero claro, esto es ya cosa de gustos como he dicho antes. Pese a solo tener 6 cuerdas, lo cual para mi es una desventaja ya que hay temas mios que requieren el empleo de una cuerda más fina adicional a las 6, es una guitarra de la que no pienso desprenderme a menos que consiga una de 7 cuerdas, y de momento lo veo complicado.
Gracias por pasaros a leer y nos vemos en la siguiente review. Quien tenga dudas sobre esta guitarra, que pregunte libremente.
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