Vale, retiro lo de la ducha, aunque sea verdad, y decimos cosas serias.
Lo único que importa es que cuando se usan demasiados acordes sin una relación funcional sólida o clara, se tiende a perder el sentido de dirección tonal o se confunde la percepción de la función armónica principal y acabas sonando como un grupo indie, shoegaze, y movidas ambientales variadas . De igual forma la apilación de acordes sin repetir estructuras de algún modo, genera desorientación y alejamiento de la atención del oyente:
¿Cuántos acordes puedes poner en una canción? Los que quieras en la teoría.
¿Cuántos te aguanta el que escucha? Pues en la práctica depende del que escucha.
Libro sistemático, profundo y soporífero al respecto:
https://www.amazon.com/Harmony-Voice-Leading-Edward-Aldwell/dp/0495189758
Señores con libros que han dedicado su vida a saber como percibimos la música y la capacidad de aguante que tiene tu oyente tanto si eres demasiado pesado, como si no paras de meter acordes (aparte Schönberg, Riemann y demás clásicos):
https://en.wikipedia.org/wiki/David_Huron
https://en.wikipedia.org/wiki/Leonard_B._Meyer
Esta gente esta especializada entre otras cosas en la saturación al oyente por exceso o defecto en la variación de acordes, duración e una pieza, variación del ritmo, estructura melodíca, etc y engloban todo eso en lo que se denomina la Teoría de la expectación musical.
Esa teoría es es un factor importante, pero jamás definitivo ni ni único (hay modas, marketing, ambiente en el que se escucha, etc), para dar la siguientes magnitudes que no son las que la percepción de muchos les hace pensar:
Kamasi Washington: 1.700.000 escuchas mensuales
Metallica: 27.000.000 escuchas mensuales
Bad Bunny: 82.000.000
Tylor Swift. 87.000.000
La misma teoría propone que los oyentes que gustan del jazz, por ejemplo, desarrollan un mapa armónico, melódico y rítmico mental que les genera unas expectativas de cambio armónico rápido rico y variado (una forma de ser yonki como otra cualquiera, vamos) que quedarían incumplidas al oír a Taylor Swift, generándoles frustración y rechazo, poniéndose estupendos y pensando falsamente que son más listos. Mientras los fans de Bad Bunny desarrollan otro mapa armónico, melódico y rítmico más rítmico, que cuando oyen a Metallica dicen: "esa batería está mal tocada, no hace patun-patun y no hay flow" y pegan al de las gafas que le gusta el jazz, a los que se les escapa la sutileza del flow, para reducir su tensión, porque con el metalero 'respect'. El metalero de pro, por su parte, espera acordes de quinta, al menos de vez en cuando, y le parece una filfa todo lo demás, incluidos los Beatles. Por eso, generalmente las personas con habilidades musicales amplias, oyen todo tipo de música sin despreciar ni clasificar mucho, dado que su cerebro suele ser más exploratorio, lo cual no les hace mejores personas por ello.
Teniendo como correcta esa teoría (que igual no, como todo) se ha estudiado por qué una canción en Spotify no debe pasar de 4 minutos, por mucho que eches de menos a los Doors o a Pink Floyd, porque de quinceañero vivías en un entorno sin tantas distracciones, donde no había porno ni acceso a la página gaseadora de Thomann en una computadora que llevas en el bolsillo.
Pero, si lo que quieres es tocar la guitarra, todo lo anterior no vale absolutamente para nada si no pasas completamente de ello, agarras la guitarra, te pones a tocar horas y horas, te lees unos libritos de armonía, tocas con gente, oyes música y repites o compones lo que te haga feliz, poniendo el número de acordes que te dé la gana. Siempre antes de que la Comisión Europea implante una directiva que prohíba o regule en numero de acordes por sistema del pentagrama.