¡Adios presidente!
Nos dejas huérfanos en un mundo que no supo entender tus palabras y nos arrojas a los brazos de los que se aferran al inmovilismo por no perder ni un palmo de sus fueros.
Nos dejas huérfanos en un mundo que no supo entender tus palabras y nos arrojas a los brazos de los que se aferran al inmovilismo por no perder ni un palmo de sus fueros.


