Unos meses sin aparecer y mirad lo que me encuentro.
Vamos a ver... disonancias, tensiones, acordes... os habéis enfollonado un poquito, yo en concreto no entiendo muy bien hacia dónde se ha desviado el tema, así que voy a intentar poner un "parche" explicatorio.
CONSONANCIAS: El intervalo (recordemos que es la distancia entre dos notas) de quinta justa y la octava justa. Amén, que no hay más.
¿Por qué? Porque las octavas y quintas son los primeros intervalos armónicos que conforman un sonido, ya que éste es una mezcla de armónicos. Por ejemplo, si suena un do, en realidad estamos escuchando varios armónicos, entre los cuáles los primeros son un do dos octavas más graves, el siguiente do, el siguiente sol, etc. Luego es cierto que hay otros intervalos, incluso segundas, no obstante no son tan evidentes al oído. De aquí que sólo son consonantes las quintas y octavas.
Ahora, eso es en términos enciclopédicos. Debido a nuestra formación musical (entendiendo no estudios sino lo que hemos escuchado en nuestras vidas) hay una serie de intervalos que también consideramos consonantes, aunque en realidad son los "menos disonantes". Éstos son las terceras y las sextas mayores (y menores en menor medida), junto con las cuartas justas, ya que éstos sonidos son la base de la música tonal.
De hecho si nos remontamos en la historia, los primeros organum medievales modales se componían acompañando las voces en quintas u octavas, ya que la "disonancia" de aquel entonces se consideraba un error compositivo de mal gusto. Vamos, que si escuchan una simple séptima de hoy en día (o de la época de Bach) se caen de culo.
A lo que vamos: lo demás es lo que podemos considerar disonante actualmente.
Empezamos por la
séptima. Es una disonancia, de hecho es una tensión. Recordemos que los acordes de séptima no son acordes como tales, sino que son acordes tríadas a los que se les añade una nota (la séptima) para crear tensión con el intervalo producido entre la séptima y la fundamental. Es el mismo caso de las 11ª o la 13ª, son añadidos.
Con las
quintas aumentadas o disminuidas lo que hacemos es desvirtuar la quinta justa, es decir, crear una tensión modificando la quinta justa natural en medio tono hacia arriba (#) o hacia abajo (
b).
Si os fijáis, lo más consonante es un acorde mayor, lo demás es modificar esa base para crear tensiones; incluso el acorde menor es rebajar la tercera.
Y por supuesto, en la composición hay que cuidar las disonancias y las tensiones mediante una serie de normas para no desequilibrar el acorde y que resulte disonante; la complejidad llega cuando apreciamos que es tan importante saber llegar a crear una disonancia con gusto, como salir de ella resolviendola en condiciones, ahí es cuando se puede decir que se sabe música.
A parte de todo ésto, las tensiones no únicamente son disonancias, cuidado; una tensión puede ser creada mediante dinámica, articulación o incluso notas de adorno pertenecientes al acorde.
Vamos, básicamente, las disonancias se utilizan para enriquecer una sonoridad, como un acorde o una base armónica, o completar una melodía; e incluso para despistar al que escucha creando disonancias que no llegan a resolver en un acorde tonal concreto, pero ésta ya es otra historia.
Espero que os sirva.