Hola.
Sí es complicado instalar el alma a la guitarra española o clásica sin causarle grandes destrozos. Lo de levantar el diapasón lo veo muy arriesgado y trabajoso.
Pero no hay nada imposible hasta ahora, salvo resucitar.
A mi se me ocurren dos procedimientos:
1°) Fresar un acanalador por el reverso del mástil, como en algunas eléctricas, para alojar el alma (con lo cual no hay que despegar el diapasón) y una vez colocada el alma, encolar una hijuela de madera para tapar dicho acanalador o ranura.
2°) También sin despegar el diapasón, pero haciendo el acanalador por la parte delantera del mástil, es decir, en el mismo diapasón. Para ello sería necesario desprender los trastes de la zona de la ranura previamente. Una vez instalada el alma, procederíamos a hacer más ancha la canal, esta vez con una fresa de cola de milano. Tendríamos que pasarla a ambos lados de la ranura o canal, de tal modo que nos quedase una canal en forma trapezoidal, de 5 a 8 mm más ancha que el acanalador del alma, para que nos permitiera tener superficie suficiente para encolar una hijuela de esa forma trapezoidal, que naturalmente debe estar bien ajustada.
Finalmente, en esta segunda táctica, sería muy fácil, después de repasar la hijuela trapezoidal, dar los cortes para los trastes, cuyos segmentos han quedado intactos a uno y otro lado de la canal.
Yo tengo una guitarra española, a la que le tengo mucho aprecio y he comprado un alma para instalársela porque el mástil se ha curvado en exceso. Seguramente, me decidiré a realizar la operación con esta segunda opción, cuando tenga tiempo para ello.
Ya os contaré.
Claro, hay que presuponer que se cuenta con los medios técnicos suficientes y un cierto conocimiento del trabajo con las maderas.
Mis disculpas por la extensión de las descripciones.
Espero haberos ayudado en algo.
Mucha suerte y mucha SALUD.
Un saludo!!!!