Lo que tienes que colocar bien es la mano, dependerá del tipo de guitarra y el brazo como va unido al resto se coloca solo.
Hay que tocar con juego de muñeca. Al tocar usando la muñeca, además de ser más rápido y exacto en el tempo, podrás controlar el pizzicato en el puente («palm mutting»), algo imprescindible para matizar el sonido de los ritmos en el metal (sobre todo cuando se basan en «notas de pedal») y no desafinar por ejercer presión, algo fundamental cuando se toca con puentes parcial o totalmente flotantes (a esto te puede llevar el apoyar la mano sobre las cuerdas, especialmente en los bordones, más gruesos). Bueno, en realidad podrás matizar todo mucho mejor.
El apoyo, con el antebrazo. En eléctrica se nota menos, pero puedes fijarte en cómo y dónde apoyan los guitarristas cláscos, y lo adaptas a la postura de eléctrica. Muñeca y mano deben de estar relajadas y en el aire (excepto cuando tienes que apoyarlas expresamente para alguna técnica, como el pizzicato con la derecha o apagar alguna cuerda). La forma de la guitarra puede ayudar algo, pero desde el timple o el uquelele hasta los guitarrones mariachis comparten el apoyo del antebrazo derecho y la muñeca libre, tanto sedentes como en pie..
El brazo hay que procurar no moverlo más que lo imprescindible, y que sostenga bien la guitarra contra el cuerpo con el antebrazo, especialmente en los tramos complicados, como los ritmos rápidos y los punteos veloces. La guitarra no se sostiene en el aire.
Sin quieres tocas Los Ramones o Sex Pistols, da igual. Con todo, te fatigarás menos y sonarás mejor haciéndolo correctamente (aunque tampoco importa demasiado el sonido; puedes usar un tenedor en lugar de púa e igual mola más).
No intentes imitar lo que hacen los grandes: esos tocan con las orejas si les da la gana (y aun así, básicamente aplican lo que vengo de decir).
Cada uno tenemos nuestra configuración anatómica, pero las posturas canónicas lo son porque se adaptan a la generalidad.
