#13 Ya lo vi hace bastante tiempo y aún que está muy bien explicado no solucionan mi problema. Creo que luego probaré lo de la cuña...
Qué debería hacer primero, ¿lograr el equilibrio del puente o quintar?
#15 #16 Gracias por vuestra ayuda pero he intentado absolutamente TODO y no hay manera. La llevaré a la tienda a que me la calibren y fuera problemas, por lo menos lo he intentado.
Lo importante es participar... xd
A un Floyd, NUNCA, pero NUNCA hay que echarle ningún lubricante. Los líquidos actúan bien los primeros dias, pero luego son un imán para todas las porquerías que se le atraviesan por la zona y es peor el remedio que la enfermedad, amén de que si uno se pasa con la cantidad, impregna la madera y esto es muy perjudicial.
Los lubricantes en seco no hacen absolutamente nada de nada, ya que en una cuchilla de un Floyd no hay deslizamiento.
Haces bien llevándola a un profesional, que si es una chorrada poco te cobrará, pero si el problema es grave ya él te lo indicará.
No pretendo ni abrir debate ni corregir a un maestro como Demolition.
Un lubricante mal usado, ya sea en demasiada cantidad o de un tipo inadecuado, puede dañar acabados, estropear la madera y dañar el instrumento.
Si no se aplica bien, mejor no usarlo.
Ahora, los floyd rose son susceptibles de oxidarse y aplicar con un paño un poco de lubricante para armas de fuego por ejemplo, previene la corrosión y facilita ajustar en un futuro las partes móviles.
También es de sobra conocido el truco de los que usan la palanca muchísimo, de usar un poco de bálsamo labial en las cuchillas, para que no haya fricción alguna, cosa que en teoría no debería de haber en un puente que bascula, pero en la práctica las partes sufren desgaste, y al final aparece esa fricción.
Lubricando con precisión las cuchillas, evitamos el desgaste y prevenimos la fricción, que a veces causa desde un desafine algo molesto a sólo unos pocos centavos de tono.
También lubrico las cejuelas para prevenir desafines, incluso cuando son de un material bueno, porque previniendo, me evito estar afinando en dirécto.
No atrae ni porqueria, ni nada raro, en tanto hagas un mantenimiento mínimo a los instrumentos, es tan fácil como usar un bastoncillo para los oídos, impregnado en lubricante o grasa de litio, grafitada, etc. Se aplica y se retira el exceso.
cuando pasa un tiempo, al cambiar de cuerdas, se limpia y se vuelve a aplicar.
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