Los mejores amplificadores de guitarra eléctrica

¿Cuál es el mejor ampli del mercado? Depende de lo que queramos hacer y lo que queramos gastar, claro. Por eso, aquí os proponemos unas cuantas soluciones pensadas para cada perfil, desde el principiante, hasta el que se quiere fundir el ampli a bolos, pasando por el heavy irredento y el que se ha montado un estudio de grabación de primera y necesita algo que cubra todos los terrenos.

¡Comencemos!

Los amplis son el otro 50% que le falta a nuestra guitarra para sonar como tiene que sonar. Un objeto históricamente caro, del que se veneraba su potencia y capacidad de sonar fuerte. Siempre en manos de nuestros ídolos, esos Marshall, Vox o Fender parecían inalcanzables años atrás.

Las cosas han cambiado: los guitarristas saben ahora que el volumen no es algo tan fantástico como parece, como tampoco lo es el peso o la poca versatilidad de algunos de los amplis clásicos. Por ello, hoy en día existen sofisticadas variaciones de los amplis clásicos: algunos pequeños, de poco volumen, pero con numerosas herramientas prácticas como memorias, metrónomo, caja de ritmos u otras comodadides. Son los amplis de prácticas.

Otros siguen más o menos el patrón de los amplis de toda la vida pero con algunas prestaciones adicionales para hacerlos más versátiles y manejables en directo, o con más sonidos para grabar. Y sin embargo, casi todos ellos coinciden en una cosa: se basan casi siempre en los tres sonidos mágicos, Fender, Vox y Marshall.

Son las marcas pioneras, las que dictaron las reglas del juego, y aún hoy son relevantes, y los suyos son amplis que aún podrías querer tener.

Los amplificadores de sobremesa modernos son muy prácticos: son muy pequeños, por lo que casi no ocupan espacio, pero que no te engañe, pueden tener muchas funciones muy cómodas. A veces tienen inalámbrico, salida de auriculares, otras veces te permiten grabar directamente en tu móvil o ordenador, o algún efecto para que tengas una sensación más agradable al tocar.

Nota: ¡No pases por alto nuestro vídeo de los mejores amplis para casa!

A partir del concepto del Fly 3, que ya tiene unos cuantos años, los fabricantes orientales fueron variando y ampliando la idea. Una de las mejores variaciones que recordamos es la del Nux Mighty Air, ya que llevó muy lejos el concepto añadiendo un gran número de prestaciones e implementando un inalámbrico. Si lo pensáis, es algo ideal, ya que podemos dejar este pequeñísimo ampli en cualquier parte del comedor, y no tenemos que desenrollar ni arrastrar cable alguno: descolgamos la guitarra, le conectamos el pincho y a tocar.

Y podemos cambiar de ubicación si molestamos sin ningún problema, ya que tiene batería recargable que dura 18 horas. A nivel sonoro, nos ofrece 7 canales diferentes (Clean, Overdrive, Distorsión, Simulador acústico/Pop, Rock y Funk), reverb, delay, ritmos de batería para practicar y se puede editar mediante una aplicación. Además tiene bluetooth para recibir nuestras músicas desde el móvil. Y aunque sea tan pequeño, en realidad lleva dos altavoces. Increíble, la verdad.

Nuestro vídeo con Nux Mighty Air

Alternativas: Blackstar FLY 3 Bluetooth Charge BL, Boss Katana Mini X, Headrush FRFR GO

Equipado con todos los sonidos de la familia de amplificadores THR, este ampli tiene todo lo que puedas necesitar para practicar. Tiene memorias, sonidos variados, efectos, capacidad inalámbrica (aunque el emisor no viene incluido), recepción de audio por bluetooth, batería interna para funcionar sin cables, se puede controlar mediante una pedalera bluetooth y puede ser tu interfaz de audio, reproduciendo el audio por sus altavoces integrados. Es como llevar en un solo ampli todo un Home Studio.

Además, la facilildad de uso se mantiene intacta gracias a que funciona todo con perillas, aunque si lo deseas, también puedes ajustarlo con un editor para ordenador.

Nuestra review de Yamaha THR30 II

Alternativas: Line 6 Spider, Boss Katana Air, Vox Adio, Positive Grid Spark

Es uno de los amplificadores más completos y modernos de la lista, pensado no solo para practicar sino también como una herramienta creativa, y por el precio ya veis que está orientado a quienes ya tienen experiencia y no quieren retroceder demasiado — a nivel sonoro — a la hora de practicar en casa.

A diferencia de otros modelos, el Spark 2 no se limita a sonar bien: gracias a su app, puede generar acompañamientos automáticos en tiempo real a partir de lo que toques, o incluso sugerirte progresiones y backing tracks según tu estilo. También actúa como interfaz de audio USB, lo que lo hace perfecto si quieres grabar directamente en tu ordenador.

El Spark 2 ofrece una gran librería de amplificadores y efectos, con un nivel de personalización muy profundo, heredado de la tecnología BIAS Tone Engine de Positive Grid. Puedes editar tus sonidos al detalle y guardar presets, además de acceder a una comunidad donde los usuarios comparten presets listos para usar. Por supuesto, también cuenta con conectividad Bluetooth para reproducir música desde el móvil y practicar encima de tus canciones favoritas.

Aunque no es inalámbrico como el Katana Air, el Nux Might Air o el Yamaha THRII, lo compensa con un enfoque moderno que ha convencido a bastante gente: su app es probablemente la más avanzada de todas en esta comparativa, y lo convierte en un compañero de práctica que va más allá de un simple amplificador.

En resumen, el Spark 2 es ideal si buscas inspiración, grabación sencilla y un ecosistema digital que te facilite el practicar más a menudo.

Alternativas: Boss Katana Air, Yamaha THR10 II.

Poniendo en un chasis de ampli las capacidades de los multiefectos DNAfx de Harley Benton, nace mágicamente el DNAfx AmP20, un pequeño combo sin extras como inalámbrico o batería integrada, pero con algo más de potencia (20W de potencia clase D), pudiendo servir incluso para algo más que solo practicar. Su combo de 8" lo aleja del resto de amplificadores domésticos que hemos incluido en la lista.

El DNAFX AmP20 ofrece 8 modelos de amplificadores que van desde limpios a alta ganancia (Clean, Country, Blues, Rock, Lead, Brown, Ultra, y Metal), ademas de 4 efectos de modulación (flanger, phaser, tremolo y chorus), reverb (Spring y Hall), delay, y reverb+delay, con pulsador de Tap Tempo.

Es una combinación interesante: tiene prestaciones clásicas de toda la vida (footswitch por cable, perillas para controlarlo todo) con algunas innovaciones modernas que ahora ya son lo normal: tener efectos, 6 memorias, Bluetooth para poder lanzar canciones sobre las que practicar. Y lo más importante: es bastante económico.

Alternativas: Harley Benton HB-20MFX, Fender Mustang LT25

Para mi gusto, el sonido del metal se han basado, históricamente hablando, en tres amplificadores principales: el Marshalll JCM800, el Peavey 5150 y el Mesa Boogie Rectifier. A decir verdad, el JCM800 no es de tanta ganancia como algunos piensan, pero sumarle un overdrive por el input automáticamente nos lleva al Valhalla metalero.

También otros como el Mesa Boogie Mark IIC+ o el Mesa Boogie Mark IV han sido muy importantes, siendo modelos a considerar en sus actuales versiones.

Pero claro, imaginamos que esta lista la lees con ánimo de comenzar en el mundillo, y no tanto de soltar 3.000 euros así sin más, nada más empezar. Por eso, te vamos a ofrecer algunas alternativas más económicas a los típicos sonidos de metal.

Comenzando por lo más económico, tenemos dos miniamplis, que a pesar de que sus 25W podrían quedarse cortos compitiendo con un batería, en muchos casos encajarán con lo que buscas si eres guitarrista de dormitorio. Son dos pequeños cabezales que, conectados a una pantalla de altavoz, te drán respectivamente los sonidos del JCM800 de Marshall y el Dual Rectifier, se trata del Jackman y el Zombie de Joyo.

En realidad no está muy lejos en precio del Marshall JCM800 Reissue, pero lo pongo por varios motivos: el primero es que es el intento oficial de la marca de ofrecer el JCM800 a un volumen más controlable. Son 20W a válvulas que en muchos casos podrías usar incluso en directo. Un ampli que, con un Tube Screamer delante, debería llevarte al metal ochentero de inmediato.

Aunque ya está en el mercado la segunda versión de este ampli, la versión reducida del amplificador de Mark Tremonti (la normal tiene 100W y es más cara) cuesta menos de 600 euros, pero está genial: tiene dos canales bastante versátiles, mucha ganancia, loop de efectos y un formato fácil de transportar. Iba a poner en la lista el Orange Dark Terror, pero comparando prestaciones y precios, me incliné por este: cuesta menos y es bicanal, donde el Orange solo tiene un sonido.

A un precio la mar de aceptable está el cabezal Evh 5150 Iconic 80W Top BK, que es el heredero del Peavey 5150 (hoy en día la marca Peavey puede usare obviamente la palabra Peavey, pero no el nombre "5150", mientras que a la marca EVH, propiedad de Fender, le ocurre justo lo contrario). Lo malo es que tendrás que comprar pantalla aparte, algo que puedes resolver inclinándote por el Evh 5150 Iconic 40W 1x12 Combo BK, un combo con altavoz incluido, que tiene la mitad de potencia, pero seguirá siendo suficiente para tocar en vivo, y cuesta casi igual.

El Fireball de Engl ha sido desde hace años una apuesta segura para el metal. Aún a un precio por debajo de los 1000 euros, este Engl E633 Fireball 25 es más controlable que su hermano mayor. Personalmente es uno de mis preferidos ya que reúne simplicidad con algo de versatilidad — algo que a menudo les falta a los amplis de metal. Además, tiene válvulas 6L6 de tamao completo (algunos amplis compactos suelen llevar EL84, más pequeñas, pero consideradas por algunos algo menos interesantes a nivel sonoro).

Por si te pica la curiosidad, precisamente yo uso un cabezal de Engl algo más caro pero que tiene boost, puerta de ruido, delay, reverb, simulación de altavoz por IR's y MIDI para controlar todo. Es el Engl Ironball SE y, aunque como digo, cuesta más dinero, cada uno de los efectos que he mencionado antes ya no he de comprarlos (y encima, controlables via MIDI). Así que visto así hasta ahorro dinero.

No dejes de echarle un vistazo también a otros amplis de unos de 1.000 euros como el Victory Amplifiers VX The Kraken Head, el Engl E600 Ironball Combo, o el Peavey Invective. Eso sí, ten en cuenta que para los modelos que hemos incluido que son cabezales, ¡necesitarán una pantalla! Eso hay que sumarlo en el precio, afortunadamente, Harley Benton tiene algunas con buena relación calidad precio, al menos hasta que elijas una definitiva.

Amplis normales, para trabajar y tocar, sin cosas raras ni preocupaciones: simplemente que suenen fuerte y tengan buen limpio y buena distorsión. Y que no cuesten un riñón. Esa es la definición de esta sub-lista.

Dicho esto, ahora se llevan mucho los amplis con muchos canales, que se eligen con un dial que gira. Esto lo menciono porque veréis en la lista amplis con bastantes botones, pero creedme: a la hora de la verdad los acabas usando bastante parecido a un limpio/sucio de toda la vida.

Lo hay en versiones de 50 y 100W, tanto con un altavoz de 12" como 2x12", y son la definición del ampli "de combate" actual.

No se considera algo selecto, para grabar un disco exquisito seguramente elegiríamos algo caro y valvular, pero para hacer 200 conciertos a las tantas de la mañana en otros tantos pueblos, es ideal. También parece el ampli idóneo para esa primera vez que alquilamos un local de ensayo con amigos para empezar un grupo.

¿Por qué? Tiene potencia, es muy versátil porque tiene muchos sonidos de guitarra con efectos, tiene memorias, y no pesa exageradamente porque no es a válvulas, lo cual también lo hace más resistente. Además, te ahorra la compra de un buen puñado de pedales, al tener todos los efectos dentro.

Si es tu primer ampli de bolos, es seguro que con el tiempo acabarás picando y cediendo a la tentación de comprarte un ampli a válvulas: todos los hacemos. Pero aún así, para muchos conciertos (especialmente los más terroríficos) estoy seguro de que te seguirás llevando el Katana. ¡Ah! Y como puedes reducirle la potencia lo que necesites, y tiene interfaz de audio, también te será útil en casa.

Ahora, algo completamente diferente. Se trata del archiconocido Fender Twin Reverb, que clásicamente era un ampli a válvulas, pero reinventado por la marca para funcionar digitalmente. ¿Las ventajas? Menos peso, menos averías. ¿Menos precio? Un poco, aunque la rebaja tampoco es exrtaordinaria, por lo que sigue siendo un ampli algo caro.

Lo bueno es que la gente está encantada con él, por lo que es una buena forma de tener uno de los amplis de bolo más famosos del mundo, en un formato más cómodo.

Dentro de los combos de válvulas accesibles y versátiles el Fender Blues Junior IV es prácticamente un clásico.

Este ampli de 15W a válvulas es uno de los más populares de Fender por su equilibrio entre portabilidad, potencia suficiente para ensayos o bolos en locales pequeños, y ese característico sonido limpio y brillante de la marca que se lleva tan bien con pedales. Una opción muy buscada tanto por blueseros como por guitarristas que necesitan un limpio con carácter.

Tiene menos potencia que otros amplis de esta lista y por supuesto que tiene menos opciones sonoras. Pero es un ampli para los que quieren tener algo detrás que simplemente se trague los pedales de su pedalera, que no pese una barbaridad al moverlo de un lado a otro, y de un buen sonido al microfonearlo.

En definitiva, es un combo que ha demostrado sobradamente por qué se ha convertido en el “caballo de batalla” de muchos guitarristas que quieren un sonido Fender real, sin complicaciones y en un formato práctico.

Quería incluir un Marshall en esta lista y no ha sido fácil, ya que el catálogo de la marca lleva bastante tiempo sin actualizarse realmente, y eso se nota. Aún así, he optado por el que posiblemente sea su ampli más vendido en esta categoría, el Marshall DSL40CR.

Aunque la serie DSL no goza de gran fama, que digamos, en cierto momento Marshall corrigió algunos de sus fallos técnicos, y en esta versión combo 40W encontramos reunidas algunas características interesantes: sonido Marshall en un formato no muy voluminoso y con una potencia suficiente, pero no exagerada. Tiene 2 canales y dos modos cada uno, que es algo que viene de perlas en directo para tener bastantes sonidos siempre a mano.

De hecho, este ampli es tan popular que Thomann tiene su propia edición exclusiva: el Marshall 70th DSL40CR BLK tiene las mismas prestaciones que el original, pero podrás presumir de que el tuyo tiene un aspecto diferente.

El único cabezal que he elegido — me he decantado por los combos para apostar por el formato más compacto — está aquí por una buena razón: me faltaba un ampli valvular de los de "muchos botoncitos", o sea, de esos que pueden sonar de muchas formas.

Hughes & Kettner TubeMeister Deluxe 40 es, de esa categoría, uno de los más compactos y económicos. Sin llegar a los 700 euros, tiene varias potencias a elegir, 3 canales, y MIDI, así como salida DI y una potencia máxima suficiente para la mayoría de contextos. Eso sí, tendrás que comprar una pantalla aparte.

Con este ampli y un multiefectos con MIDI, será sencillo crear los rigs más complejos sin apenas tener que comprar nada más.

En los estudios es bastante normal que tengan una ristra de amplis impresionantes: todos los modelos y marcas clásicos para demostrar solvencia. Pero, ¿y si solo pudiesemos tener uno?

Los rasgos que definen a un ampli para grabar son varios: no es necesario que tengan una gran potencia, pero sí una gran atención por la calidad sonora. También es de agradecer que den facilidades para captarlos en nuestra grabación, por ello, alguna facilidad adicional como salidas emuladas o hasta caja de carga/IR loader sería de agradecer.

Repasemos algunos de los amplis que me aliviaría encontrar en un estudio de grabación si solo hubiese uno.

Un ampllificador que en absoluto es considerado un clásico, de hecho es de aparición relativamente reciente. Pero que uno querría usar en un estudio: se traga los pedales estupendamente, tiene la potencia justa para ser grabado, no es demasiado grande (o sea que no ocupa mucho en tu estudio) y además tiene una salida DI (con loadbox incluida) con emulación mediante respuestas a impulso, para cuando no puedes o no quieres microfonear.

Por supuesto, es para pasarle pedales por el input, ya que por sí solo no tiene gran variedad sonora ni es multicanal. Solamente es la herramienta para que tú o tus clientes traigan su pedalera analógica con sus sonidos cuidadosamente curados.

El ampli anterior es para mí el resumen perfecto de un tragapedales moderno, equipado exactamente con lo que yo le pediría a un ampli de ese tipo. Pero si quieres ir a un clásico de ese campo, para mi gusto el tragapedales histórico por excelencia es el Fender Princeton.

Nuevamente, por sí solo no lo consideraría un ampli capaz de entregar cualquier sonido; más bien su virtud es tener el formato y capacidad ideales para admitir nuestra pedalera o la de la gente que venga a grabar. Siempre hay gustos en este terreno, pero lo encuentro uno de los amplis que suele encajar mejor diferentes tipos de overdrives, distorsiones y fuzzs. Sin embargo, no tiene las comodidades de grabación directa ni atenuación del Revv D25.

Se trata del caso diametralmente opuesto: un amplificador potentísimo, obscenamente equipado con tantos canales (5, nada más y nada menos) y selectores que las opciones no se terminarán nunca. Su mayor defecto es que tal vez cause la impresión equivocada debido al aspecto tan marcadamente metal que tiene; en realidad tiene capacidad para crear casi cualquier sonido que necesites.

Eso sí, es grande, y te tomará bastante tiempo saber lo que hace cada control y cómo lo hace. Por ello, es posible que necesites convertirlo en parte de tus herramientas habituales para que te muevas por él como quien se mueve por su propia casa. Es un amplificador caro, pero salvajemente capaz de casi todo. Ah, y hay dos versiones de fábrica: con 6L6 y EL34, aunque es algo que podemos modificar más tarde.

¡Cuidado con la cartera! Considero el precio de este ampli una salvajada, pero hay que admitir que es un ampli al que casi no le falta nada. El nivel de ajuste y capacidades del Mesa Boogie Mark VII son, probablemente, lo más bestia que hay en el mercado en este momento. Además, estér perfectamente equipado para grabación directa mediante Repuestas a Impulso + loadbox, seleccionables individualmente para cada uno de los 3 canales, por lo que podrías — si así lo desearas — comprar únicamente el cabezal para usarlo por sí solo.

Lo dicho, el precio es mortal: pero la versatilidad, el prestigio y la buena impresión que este ampli añadiría a tu estudio sería totalmente innegable. Vuelve a darse el mismo problema, tal vez, que con el Engl SE: hay muchos controles, y puede tomarte un tiempo comprenderlos y poder referirte a ellos rápidamente cuando busques sonidos para no desesperarte, o para que tus clientes no tengan la sensación de que vas a la deriva o estás simplemente tanteando.

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