El pedal "cutre" que hay tras la legendaria outro de "Floods" de Pantera
¿Alguna vez habéis olvidado grabar un arreglo cuando ya están incluso masterizando disco? A los grandes también les pasa, y la legendaria Outro de "Floods" que Dimebag Darrell de Pantera grabó de forma provisional con una guitarra desafinada podría haber acabado siendo uno de esos olvidos. Pero, ¿acaso Dimebag iba a permitir algo así? Era famoso su carácter perfeccionista en el estudio, de modo que cuando se dio cuenta de que se habían olvidado de grabarla, se puso en marcha.
Tras un agotadora sesión nocturna de mastering en el estudio (en la que se percató del error), a las 5.30 de la madrugada, llamó por teléfono al redactor de Guitar World Nick Bowcott — con el que había realizado una entrevista recientemente con motivo del próximo lanzamiento del que iba a ser The Great Southern Trendkill — con una petición muy concreta: no tenía su equipo con él, y para regrabar la outro necesitaba una Les Paul y un pedal. Pero no uno cualquiera, sino un Korg G3.
Gracias a Nick y a la tienda Sam Ash, lograron tener a las 9.00 h una Les Paul (Nick tenía una, ¡pero es zurdo!) y el susodicho Korg G3. Y es que no solo Dimebag tenia un patrocinio con el producto, sino que probablemente sabía que podía sacar un sonido válido para lo que quería hacer. Y, más importante aún, podía grabarlo rápidamente en un grabador DAT (tecnología noventera en que se podía grabar digitalmente en un casette) e incorporarlo al disco para luego masterizar ese último tema. Y el tiempo apremiaba — de ahí lo de la sesión nocturna; cuenta la leyenda que un coche les esperaba abajo para llevarse el master terminado en 45 minutos — , y los del sello Elektra ya estaban muy nerviosos.
Cuando tuvo dos o tres tomas que le convencían (parece que para ello se pimpló unas cuantas cervezas y tres de sus famosos Blacktooth Grin), se las mostró a Vinnie, quien eligió la mejor, y llegaron a tiempo de entregar el master. El resto ya es historia.
Obviamente, un Korg G3 era la opción de compromiso que quedó en esa situación desesperada, pero hay que decir que probablemente no parecía algo tan descabellado: en esa época no era un producto desfasado y de poca potencia como lo percibimos hoy. Es más, escuchado hoy en un vídeo relativamente reciente, como el que adjuntamos más abajo, tampoco desmerece tanto. Sí, el diseño de plástico y perillas anaranjadas es la quintaesencia del cutrerío de aquél período, pero a nivel sonoro, no andaban tan desencaminados.
