Potajito: Pues me puse muy purista con la strato, ni pedales ni ostias, solo el pote de volumen que para eso Dios lo puso tan cerquita de las cuerdas. Lo demás es heregía digna de ser perseguida por el mismísimo Torquemada.
Como Mik te has ido por el lado blusero de la vida. Con un sonidazo y, como dice Ruso, ese swing marca de la casa. Muy bien trabajada desde el punto de vista rítmico. También has ido, en ocasiones, detrás de la base para darle consistencia y empaque antes de lanzarte a frasear. Me ha gustado también por ese lado.
Este tipo de backing tan modalmente marcadas, siguiendo con la conversación que habéis tenido anteriormente, se puede ver desde el punto de vista de las escalas: penta y modo, y también desde el acorde (arpegio de cada acorde por el que paso). Es muy interesante marcar con el solo este cambio de acorde, ya sea rítmicamente (dejando espacio para que suene bien el acorde de la base) o bien usando las notas principales de dicho acorde. También hacer morir las frases en las notas principales del acorde al que llegas (dirección). Por otro lado, es cierto que estamos muy acostumbrados a la música afroamericana y su estructura de pregunta respuesta, pero como bien sabéis y practicáis, hay otro tipo de discurso más abierto: circular, espiral, un, dos tres (como en la quinta de Beethoven), madeja de hilo que va desmadejándose, abrir un ostinato, etc. Creo que por ahí también se puede sacar mucho provecho.
Otra idea es mezclar bien la penta y el modo, de tal modo que se reúnan bien en el fraseo. Hay que pensar que la penta es un modo sintetizado y que el modo añade tres notas más de color. Hay que jugar mucho (o no) con estas tres notas que colorean. Creo que en esos colores o su ausencia hay mucho juego.
Otra idea es añadir capas con diferentes texturas, grabando guitarras de acompañamiento para subir o bajar el ambiente de tu solo. Pero coincido con Ruso en que normalmente, dentro de un tema, no rascas ni un minuto de solo de una progresión cantada como esta. Y un minuto creo que ya sería demasiado.
Ya sé que no tiene nada que ver, pero bueno, yo escucho toda la música (mal llamada) clásica que puedo y me da muchas ideas. En este caso os cuelgo un concierto para Cello de Shostakovich. El tipo compuso este concierto encerrado en su casa, creyendo erróneamente que los servicios secretos de Stalin estaban a puntito de cruzar la puerta y llevárselo al matadero. La paranoia, el temor y la angustia se reflejan perfectamente en los ostitatos y leiv motivs que se van desarrollando durante todo el concierto. La interpretación corre a cargo de Mischa Maisky, uno de los mejores interpretes de Cello de todos los tiempos. Ahí os lo dejo como un ejemplo para sacar partido de la repetición melódica por si os apetece escucharlo.