Muy buenas...seguimos con la review de una de mis guitarras favoritas.
En este caso, se trata de una Gibson Tony Iommi signature, modelo producido entre el 2001 y el 2003, el cual es muy apreciado y fácilmente reconocible en cuanto lo ves. Es fácil asociarla al guitarrista por el uso de los inlays en forma de cruz, habitual en sus guitarras y una simbología muy usada por el grupo al que pertenece, Black Sabbath.
Considerado por muchos como el principal desarrollador del sonido Heavy Metal, amén del otro grupo de Birmingham, Judas Priest, su historia es digna de mención.
Criado en una humilde familia en la que sus miembros tocaban el acordeón, pronto empezó a mostrar su preferencia por la guitarra eléctrica, aunque no lo tuvo fácil...eran otros tiempos, y criarse en una ciudad tan industrial significaba en muchos hogares ir a trabajar a fábricas desde muy joven.
En su caso, combinaba su trabajo en una fundición con la práctica de la guitarra. Pronto llamó la atención de un grupo local que lo animó a irse con ellos de gira por toda Europa, lo que hizo que planteara a su madre dicha posibilidad. Evidentemente, su madre le contestó que se centrara en su trabajo.
Con la decisión ya tomada de dejar su puesto de trabajo, en su último día en la fábrica le asignaron un nuevo puesto...en este caso, en una cizalladora que cortaba planchas de acero.
Casi todos sabemos lo que pasó...Accidente laboral y la última falange de los dedos corazón y anular de su mano derecha seccionados.
Ingresa en un Hospital, donde cae en una profunda depresión, y donde es visitado por el médico de la empresa, un auténtico melómano, que le lleva un disco de Django Reinhard, guitarrista con parálisis de sus dedos anular y meñique, animándolo a seguir tocando.
A su salida del hospital, idea unas prótesis caseras de sus dedos amputados con pasta de modelar, la cual al endurecer hace que las cuerdas resbalen al intentar pulsarlas. Esto hace que inicie una búsqueda incansable hasta que da con unas cuerdas de banjo que le permiten tocar a su gusto, pero la tensión de dichas cuerdas es distinta a la de las eléctricas, lo que hace que, para tocar a gusto, deba modificar la afinación de la guitarra.
No queda ahí la cosa...aunque puede tocar cómodamente, el sonido resultante no es del todo de su gusto, y prueba a conectar la guitarra a la salida de bajo del amplificador, lo que da como resultado un sonido que le impresiona por su contundencia. Ha nacido el Heavy Metal...
Bueno...después del tocho, vamos al lío...
Materiales y construcción:
No nos vamos a engañar...es una SG, pero tiene ese "algo" que la hace muuuuy especial. Con un cuerpo de caobay mástil de la misma madera, ambos acabados en negro, y un diapasón de ébano negro como el infierno, su aspecto impresiona desde que la ves.
A esto también ayuda el acabado de los herrajes y las tapas de las pastillas, con un cromado espectacular, así como los inlays de cruces hasta el traste 12.
Toda la construcción y materiales es digna de la mejor custom shop...está Muy bien acabada, y la calidad de los componentes es espectacular.
El cuerpo es el típico de las SG, con sus controles habituales, mientras que el mástil, de escala habitual Gibson, es una maravilla de comodidad...ni fino, ni gordo...ni mucho, ni poco radio...en fin, que da gusto tocarlo...
En la pala nos encontramos un clavijero Grover que cumple perfectamente su función, el logo de la marca y la firma del artista en la tapa de ajuste del alma.
Sonido y acción:
Tengo que decir que las pastillas, las signature de Tony Iommi, no me inspiraban mucha confianza cuando la compré...pensaba: "otras pastillas más, con una firma en la caja...", "en cuanto la tenga, se las cambio por unas...".
Me equivoqué...y mucho. Son absoluta y rotundamente deliciosas. Contundentes, cremosas, comedidas a su manera, oscuras, abiertas...son adjetivos que te vienen a la cabeza cuando vas cambiando de posición el toggle de tres posiciones.
En puente suena contundente y abierta, con muy buenos medios y agudos comedidos...espectacular para los acompañamientos "duros".
En posición intermedia, menos contundencia, pero matices maravillosos de medios y graves, algo oscura pero con un feeling genial (con una distorsión normalita sale el sonido "Iron man" enseguida).
En mástil, contundencia, pero controlable...oscura, sin pasarse... y definida sin perder ataque.
La acción es deliciosa...cómoda, precisa, rápida...se maneja de maravilla en los acompañamientos y en los solos.
El cuerpo es equilibrado y su tamaño y peso son correctos...si te gustan las SG, esta es LA SG.
Conclusión:
Cada vez es menos frecuente ver una de éstas en venta...y el que la prueba entiende por qué. Es una de esas guitarras "para toda la vida" (aunque el "GAS" apriete...).
Deliciosamente construida con unos materiales de primera, con una acción comodísima, un sonido bastante polivalente, y una imagen espectacular que impresiona en cuanto la ves y más cuando te la cuelgas, te hace esbozar una maravillosa sonrisa de tonto en cuanto la enchufas.
Por el contrario, su estética está claramente destinada a estilos contundentes...y eso es lo que piden las pastillas, aunque su polivalencia sea muy buena, y al igual que pasa con todas las SG...o la quieres, o la odias.
Espero que estéis todos bien y que os haya gustado la review...un abrazo a todos.
En este caso, se trata de una Gibson Tony Iommi signature, modelo producido entre el 2001 y el 2003, el cual es muy apreciado y fácilmente reconocible en cuanto lo ves. Es fácil asociarla al guitarrista por el uso de los inlays en forma de cruz, habitual en sus guitarras y una simbología muy usada por el grupo al que pertenece, Black Sabbath.
Considerado por muchos como el principal desarrollador del sonido Heavy Metal, amén del otro grupo de Birmingham, Judas Priest, su historia es digna de mención.
Criado en una humilde familia en la que sus miembros tocaban el acordeón, pronto empezó a mostrar su preferencia por la guitarra eléctrica, aunque no lo tuvo fácil...eran otros tiempos, y criarse en una ciudad tan industrial significaba en muchos hogares ir a trabajar a fábricas desde muy joven.
En su caso, combinaba su trabajo en una fundición con la práctica de la guitarra. Pronto llamó la atención de un grupo local que lo animó a irse con ellos de gira por toda Europa, lo que hizo que planteara a su madre dicha posibilidad. Evidentemente, su madre le contestó que se centrara en su trabajo.
Con la decisión ya tomada de dejar su puesto de trabajo, en su último día en la fábrica le asignaron un nuevo puesto...en este caso, en una cizalladora que cortaba planchas de acero.
Casi todos sabemos lo que pasó...Accidente laboral y la última falange de los dedos corazón y anular de su mano derecha seccionados.
Ingresa en un Hospital, donde cae en una profunda depresión, y donde es visitado por el médico de la empresa, un auténtico melómano, que le lleva un disco de Django Reinhard, guitarrista con parálisis de sus dedos anular y meñique, animándolo a seguir tocando.
A su salida del hospital, idea unas prótesis caseras de sus dedos amputados con pasta de modelar, la cual al endurecer hace que las cuerdas resbalen al intentar pulsarlas. Esto hace que inicie una búsqueda incansable hasta que da con unas cuerdas de banjo que le permiten tocar a su gusto, pero la tensión de dichas cuerdas es distinta a la de las eléctricas, lo que hace que, para tocar a gusto, deba modificar la afinación de la guitarra.
No queda ahí la cosa...aunque puede tocar cómodamente, el sonido resultante no es del todo de su gusto, y prueba a conectar la guitarra a la salida de bajo del amplificador, lo que da como resultado un sonido que le impresiona por su contundencia. Ha nacido el Heavy Metal...
Bueno...después del tocho, vamos al lío...
Materiales y construcción:
No nos vamos a engañar...es una SG, pero tiene ese "algo" que la hace muuuuy especial. Con un cuerpo de caobay mástil de la misma madera, ambos acabados en negro, y un diapasón de ébano negro como el infierno, su aspecto impresiona desde que la ves.
A esto también ayuda el acabado de los herrajes y las tapas de las pastillas, con un cromado espectacular, así como los inlays de cruces hasta el traste 12.
Toda la construcción y materiales es digna de la mejor custom shop...está Muy bien acabada, y la calidad de los componentes es espectacular.
El cuerpo es el típico de las SG, con sus controles habituales, mientras que el mástil, de escala habitual Gibson, es una maravilla de comodidad...ni fino, ni gordo...ni mucho, ni poco radio...en fin, que da gusto tocarlo...
En la pala nos encontramos un clavijero Grover que cumple perfectamente su función, el logo de la marca y la firma del artista en la tapa de ajuste del alma.
Sonido y acción:
Tengo que decir que las pastillas, las signature de Tony Iommi, no me inspiraban mucha confianza cuando la compré...pensaba: "otras pastillas más, con una firma en la caja...", "en cuanto la tenga, se las cambio por unas...".
Me equivoqué...y mucho. Son absoluta y rotundamente deliciosas. Contundentes, cremosas, comedidas a su manera, oscuras, abiertas...son adjetivos que te vienen a la cabeza cuando vas cambiando de posición el toggle de tres posiciones.
En puente suena contundente y abierta, con muy buenos medios y agudos comedidos...espectacular para los acompañamientos "duros".
En posición intermedia, menos contundencia, pero matices maravillosos de medios y graves, algo oscura pero con un feeling genial (con una distorsión normalita sale el sonido "Iron man" enseguida).
En mástil, contundencia, pero controlable...oscura, sin pasarse... y definida sin perder ataque.
La acción es deliciosa...cómoda, precisa, rápida...se maneja de maravilla en los acompañamientos y en los solos.
El cuerpo es equilibrado y su tamaño y peso son correctos...si te gustan las SG, esta es LA SG.
Conclusión:
Cada vez es menos frecuente ver una de éstas en venta...y el que la prueba entiende por qué. Es una de esas guitarras "para toda la vida" (aunque el "GAS" apriete...).
Deliciosamente construida con unos materiales de primera, con una acción comodísima, un sonido bastante polivalente, y una imagen espectacular que impresiona en cuanto la ves y más cuando te la cuelgas, te hace esbozar una maravillosa sonrisa de tonto en cuanto la enchufas.
Por el contrario, su estética está claramente destinada a estilos contundentes...y eso es lo que piden las pastillas, aunque su polivalencia sea muy buena, y al igual que pasa con todas las SG...o la quieres, o la odias.
Espero que estéis todos bien y que os haya gustado la review...un abrazo a todos.
