No puedo construir canciones coherentes y no se que hacer

Quería comentar mi experiencia a la hora de construir una progresión de acordes para una canción.
Me pasa mucho que elijo una tonalidad y elijo los acordes de esta, pero termino tocando estos mismos acordes de manera extendida, ya sean acordes de 13ava, 11ava o suspendidos, lo mismo me pasa con los punteos
El problema viene cuando escucho lo que toco, ya que siento que no hay una coherencia en la progresión y que no queda claro la tonalidad, haciendo que quede todo muy "desprolijo" y sin sentido.
algunas personas me dijeron que simplifique los acordes, pero por algún motivo se me hacen aburridos.
yo creo que esto me pasa porque intento pasar las notas de punteos a un acorde en si y termina quedando algo raro
¿Qué me recomendarían hacer? la "solucion" que se me ocurrio es pensar los acordes de manera simplifica y dejar la "complejidad" para los punteos o o solos

Estarás componiendo desde la teoría y no desde la música.

Santino zabala escribió:

El problema viene cuando escucho lo que toco,

Sería más lógico tener la canción en el oído y luego pasarlo al instrumento y al papel. Escuchar la canción solo después de hacerla es raro. Sería un ejercicio de escritura.

Hola,

Estoy de acuerdo con Linux. Primero viene la música y después la teoría.

Puedes probar a “tararear” una melodía y si te gusta, buscarle los acordes. Juega con la guitarra, busca una pequeña idea y desarróllala, pero desde el oído.

A veces tendrás claro desde el principio a dónde quieres llegar. Otras veces irás encontrando la canción por el camino. La teoría debe servirte para sacar lo que tienes en la cabeza más rápido, pero no para hacer canciones.

Y cada vez que empieces una canción TERMÍNALA. Aunque no te guste. Como con todo, se mejora con la práctica.

Un saludo y keep on rockin’!!!

Los compañeros tienen razón. Primero se compone la base. Luego se piensa y se hacen arreglos. Pero el tema tiene que sonar primero en tu cabeza. Es arte, no matemáticas.
Aunque parezca muy zen, hay que saberlo todo para luego olvidarlo a la hora de componer.
Transmite a la guitarra lo que tienes en la cabeza, sin pensar en lo que haces. Luego analizarás, y a veces descubrirás sorprendido que has empleado incluso acordes de fuera de la tonalidad. Y ahí, cuando todo suena, es cuando puedes usar tus conocimientos si fuera necesario para hacer arreglos, tensiones, inversiones, sustituir, añadir, lo que te pida el estilo que quieras darle.

Exacto. Sería como intentar escribir una novela solo para utilitzar palabras complejas, sin un argumento a desarrollar.

Exacto. Sería como intentar escribir una novela solo para utilitzar palabras complejas, sin un argumento a desarrollar.

Pues ya hemos caído en la trampa y estamos intentando imaginar la música sólo con tu descripción "no hay coherencia", "desprolijo"...

Llamarme antiguo pero cualquier análisis nuestro debería ser posterior a escuchar el tema.

Fácil, Toma la progresión de una canción que ya exista y le tocas otra cosa encima.

puedes tomar unas clases con algún profesor de harmonía que te guíe en tus composiciones y te explique el porqué te suenan las cosas así

¿Qué tal si te grabas un mp3 y lo envías por aquí? Así te podremos decir que vemos raro y darte un consejo más acertado

Santino zabala escribió:

Me pasa mucho que elijo una tonalidad y elijo los acordes de esta, pero termino tocando estos mismos acordes de manera extendida, ya sean acordes de 13ava, 11ava o suspendidos, lo mismo me pasa con los punteos

Eso, perdona, NO es una canción.

Una canción es una melodía con una letra y un estribillo.... Ya después, los arreglos, dependen de tí y lo que quieras, número de estrofas, punteos o no, no es obligatorio, entrada, puente, final, intro, pasaje intermedio operístico o tambores mandingas o lo que te de la puta gana.




Pero lo que tu haces es practicar, no una canción.

Coge una frase o una idea y la desarrollas, yo que sé... "no tengo ganas de cantar" y luego le metes música y ritmo y ya después lo analizas, no al revés

Desde lo sencillo. Empezar con una batería marcando el tempo. Añadir un bajo marcando las tónicas. Unos acordes de guitarra que sigan al bajo, y por último una melodía, que puede ser vocal o guitarrística. Las mejores canciones son como puzzles, cuyas piezas son sencillas pero al encajarse forman cosas complejas.