Dorian Latin Groove

Estremecedora 

Alodelmo: te diría que estás ya en la fase previa a sobrevolar la base. Me explico. 
En esto de la improvisación, hay un tiempo para comprender que las escalas tienen utilidad, y no queda más remedio que aprendérselas, aunque solo fuese para conocer cómo suenan las notas sobre el mástil y cómo se han de pulsar los dedos sobre las cuerdas. 
Esta primera fase viene generalmente seguida de aprenderte los arpegios de los principales acordes y en las principales posiciones de los acordes (lo que ahora se llama sistema CAGED). 
Superado lo anterior, y una vez internalizados los sonidos en el mástil, ya le toca trabajar al cerebro, y no a los dedos (que ya deberían ir solos, o habría que volver al punto número uno), y es aquí donde la cosa comienza a resultar más divertida, porque se produce una conexión directa y casi instantánea entre el cerebro, que da la orden (aquí opera la música que hayas escuchado hasta ahora), y los dedos, que la ejecutan correctamente (o lo intentan...). Es ahora cuando se puede ya "sobrevolar" sobre todos los demás músicos (o sobre la base, en nuestro caso), lo cual significa, sin apartarte de ellos, ganar tu espacio tanto en lo rítmico como en lo melódico. 
¿Cómo se hace esto? 
Pues, en lo MELÓDICO, llamando la atención del pobre oyente. En este sentido, conviene saber que las frases puramente melódicas, como si fuesen "cantadas" por una voz humana, resultan útiles para agradar los oídos, pero si se tocase todo el rato así, resultaría cansino. Otro tanto me parecen a mí las frases que reproducen escalas ascendentes y descendentes sin ningún componente melódico. Me imagino que en la media estará la virtud o, como suelo hacer yo muchas veces, mezclando ambos conceptos (frases melódicas y partes de escalas) en momentos diferentes de la improvisación. Obviamente, las notas elegidas habrán de ser las propias del momento del acorde, o todo lo demás no servirá para nada. Por ejemplo, si se utilizan notas de paso (lo que muchos llaman cromatismos) en partes fuertes del compás (o sus divisiones), más de uno torcerá el morro (yo no puedo con esto, salvo en contadísimas excepciones y en una fórmula específica que me llevaría tiempo explicar).
Y en lo RÍTMICO, sin cruzarte jamás con los demás músicos o, en nuestro caso, con la base (especialmente con el percusionista: caja, charles, plato de rítmo), puedes generar silencios, síncopas, contratiempos, aceleraciones repentinas, frases más pausadas, cambios de figura, silencios tras cada frase, dejar vacío el tiempo uno de cada juego de compases... En fin, casi todo menos machacar el tiempo del charles o al ride con tus notas, porque esto resulta un tanto insufrible, especialmente para los percusionistas.
No hace falta ser ningún virtuoso para conseguir que lo que toques con la guitarra suene bien: simplemente con seguir ambas directivas, la sonoridad general mejora muchísimo por sí sola. 
Halaaaaa, me callo. A quien le interese el asunto, que me lo pida por privado y le grabo un vídeo con los distintos escenarios.  

Dejo mi aportación matutina, sin haber desayunado todavía, que es como surgen las ideas del cerebro más profundo... O todo lo contrario...

Gracias por la base.