Yo fui al otorrino justo al dia despues de pasar toda una noche con un motor zumbando dentro de la cabeza...
me dijo que no era nada...
pasando del medico del seguro fui a un otorrino privado, de esos de pago....
como yo hacia años que no tocaba en grupo no habia una causa aparente (al menos en mi imaginacion) para lo que me estaba ocurriendo...
así que charlando con el medico mi señora dice, "bueno, mi marido toca la guitarra electrica"... no haria ni tres meses que me habia comprado un pod y tocaba con cascos, y no haría ni un mes que habia empezado a reunirme con unos amiguetes para tocar...
entonces el otorrino ya lo tuvo claro... porque mi ruido además del pitido hacia pop pop pop, como las palomitas de maiz al saltar.
Me dieron unas medicinas que eran un chute de iones para "recomponer" en la medida de lo posible la rampa timpánica y me prohibieron la musica (ni siquiera en el coche o sentado al ordenador) durante dos meses... nada de españolas, nada de acusticas y me puso mala cara cuando le dije que seguiría tocando la electrica desenchufada.
desde entonces mi ampli está a mi lado, o delante mia, nunca detrás, la bateria será siempre electronica, cuando todo está muy alto yo en lugar de subir bajo un poco más y digo, bajad todos que no me escucho, pero claro, yo no toco en ningún grupo que pretenda dar un concierto ni hacer bolos, solo ensayamos por ensayar y tocar en las barbacoas de los amigos.
Hay que cuidarse machos... no solo está la pérdida de audición, sino que el acúfeno es el ruido constante para todo el resto de tu vida, cada vez que estés en silencio, te acuestes, vayas al cine o mires la tele, serás consciente de que hay un pitido en tu cerebro.
El tratamiento no es ni curativo ni preventivo cuando llegamos a unos extremos, el mio fue por pura chorra que desapareciera pues el otorino no confiaba para nada que surtiera efecto, pero tuve suerte y el ruido desapareció... no obstante basta que me exponga unos minutos a los volumenes de un garito ruidoso, a una tarde en la kedada andaluza o cualquier otro desvarío para que escuche crujir mi oído derecho que me da el aviso.
me dijo que no era nada...
pasando del medico del seguro fui a un otorrino privado, de esos de pago....
como yo hacia años que no tocaba en grupo no habia una causa aparente (al menos en mi imaginacion) para lo que me estaba ocurriendo...
así que charlando con el medico mi señora dice, "bueno, mi marido toca la guitarra electrica"... no haria ni tres meses que me habia comprado un pod y tocaba con cascos, y no haría ni un mes que habia empezado a reunirme con unos amiguetes para tocar...
entonces el otorrino ya lo tuvo claro... porque mi ruido además del pitido hacia pop pop pop, como las palomitas de maiz al saltar.
Me dieron unas medicinas que eran un chute de iones para "recomponer" en la medida de lo posible la rampa timpánica y me prohibieron la musica (ni siquiera en el coche o sentado al ordenador) durante dos meses... nada de españolas, nada de acusticas y me puso mala cara cuando le dije que seguiría tocando la electrica desenchufada.
desde entonces mi ampli está a mi lado, o delante mia, nunca detrás, la bateria será siempre electronica, cuando todo está muy alto yo en lugar de subir bajo un poco más y digo, bajad todos que no me escucho, pero claro, yo no toco en ningún grupo que pretenda dar un concierto ni hacer bolos, solo ensayamos por ensayar y tocar en las barbacoas de los amigos.
Hay que cuidarse machos... no solo está la pérdida de audición, sino que el acúfeno es el ruido constante para todo el resto de tu vida, cada vez que estés en silencio, te acuestes, vayas al cine o mires la tele, serás consciente de que hay un pitido en tu cerebro.
El tratamiento no es ni curativo ni preventivo cuando llegamos a unos extremos, el mio fue por pura chorra que desapareciera pues el otorino no confiaba para nada que surtiera efecto, pero tuve suerte y el ruido desapareció... no obstante basta que me exponga unos minutos a los volumenes de un garito ruidoso, a una tarde en la kedada andaluza o cualquier otro desvarío para que escuche crujir mi oído derecho que me da el aviso.
