Probamos el NUX Solid Studio MKII: una alternativa al Strymon Iridium

La disyuntiva entre pedales sueltos y pedaleras era un conflicto mucho más típico de los 90 y 2000 que de la actualidad: el motivo es que los guitarristas compran ahora pedales analógicos y digitales por igual, y tambié que ahora disponen de algo llamado "Pedal Platform".

En realidad, no son más que emuladores digitales (o no) de amplis, iguales que los que los grandes multiefectos traen incorporados. Pero, de algún modo, al dedicarse esos pedales únicamente a esa función, tienen toda la energía y controles volcados en ello, lo cual facilita el manejarlos y entenderlos. Y además, ocupan menos espacio que una pedalera entera.

El Strymon Iridium no fue el primero de esa categoría, pero sí uno de los que se convirtieron en referencia para los otros fabricantes. Y es precisamente lo que el Nux Solid Studio, y su nueva versión, el Nux Solid Studio MKII hacen; ser un competidor, pero de menor precio, de un Pedal Platform como el Strymon Iridium. Ya os hablamos de él cuando lo descubrimos en el NAMM, pero ahora lo hemos podido probar "en casita", y os ofrecemos la review completa, y con una opinión personal más fundamentada.

El NUX Solid Studio MK2 es un pedal platform que busca ofrecer una solución que permita conectar una pedalera convencional y transformarla en un sistema apto para grabaciones directas a una interfaz o para conectarse directamente a una mesa de mezclas en un concierto. Incluye simulaciones de amplificadores, respuestas a impulso (IRs) para emular pantallas, y efectos como reverb y delay, todo en un formato compacto.

Por tanto no solo reemplaza el amplificador y la pantalla, sino que hasta cierto punto también actúa como ecualizador y un poco como procesador de efectos. Además, el Nux Solid Studio MKII acepta otro modo de uso para amplificadores y pantallas reales: podemos insertarlo entre el cabezal y la pantalla, y sacar de ahí una señal que podemos mandar a línea o grabar. No es una caja de carga, por lo que el altavoz real ha de estar siempre conectado, pero sí nos facilita la obtención de una señal simulada sin involucrar micrófonos físicos.

Una de las primeras impresiones al interactuar con el NUX Solid Studio MK2 es su interfaz intuitiva. Los controles son directos, con botones dedicados para encender y apagar cada sección (amplificador, IRs, efectos, etc.), lo que facilita su uso incluso para quienes no están acostumbrados a dispositivos complejos. Mantener presionado un botón permite acceder a ajustes más específicos, lo que agiliza la configuración sin necesidad de navegar por menús interminables. Este enfoque sencillo y visual es un punto a favor, especialmente para guitarristas que prefieren concentrarse en tocar en lugar de pasar horas ajustando parámetros.

El pedal también incluye una pantalla clara que muestra la información relevante, como el modelo de amplificador seleccionado, la IR activa o los ajustes de efectos. Sin embargo, el brillo del display es ajustable, lo cual es útil para adaptarlo a diferentes condiciones de iluminación, aunque no es un aspecto revolucionario. En términos de construcción, el pedal, que está hecho de metal, parece robusto, diseñado para soportar el uso intensivo en ensayos, grabaciones o directos.

El corazón del NUX Solid Studio MK2 radica en sus simulaciones de amplificadores y pantallas. El pedal ofrece una selección de modelos de amplificadores fundamentalmente clásicos — en detrimento de alternativas más moderna — y trata el previo y la etapa como secciones diferenciadas que podemos personalizar independientemente. En el vídeo que os ofrecemos, escucharéis los sonidos de unos cuantos Fenders, Marshall y algún Vox incluidos en la colección, así como un Roland de estado sólido, incluso hacemos un pequeño tour por las diferentes etapas de potencia.

A nivel sonoro, ahora ya podemos afirmar que es un pedal competente. Lo expresamos de esta manera porque el primer contacto puede dejar descolocado a más de uno: los presets iniciales podrían beneficiarse de una revisión algo más cuidadosa por parte de Nux. Para empezar, no siempre las IR's seleccionadas son las que necesariamente nos gustaban más, y en segundo lugar, los volúmenes están descompensados.

Al navegar entre ellos, se notan diferencias significativas en el nivel de salida, lo que puede ser frustrante, especialmente en un contexto en vivo donde la consistencia es crucial. Este problema, aunque solucionable por el usuario ajustando manualmente cada preset, debería ser abordado por NUX en futuras actualizaciones de firmware para mejorar la experiencia de uso directamente desde la caja.

En cuanto el usuario se percata de dónde está el problema, es cuando empezamos a amaestrar al Nux Solid Studio MKII. Cambiamos unas cuantas IR's por aquí y por allá (incluso usando las de fábrica), ponemos unos volumenes coherentes... et voilà! A partir de ahí ya solo hemos disfrutado redescubriendo nuestros pedales de siempre al pasar por cada uno de los tipos de ampli y pantallas que incluye. Todos se los traga francamente bien — para ser sincero, en la vida real los amplis son mucho más traidores a la hora de tragarse los pedales que esta simulación.

Las respuestas a impulso (IRs) son una de las características estrella del NUX Solid Studio MK2. Estas permiten emular diferentes pantallas de altavoces, lo que tiene un impacto significativo en el carácter del sonido. El pedal permite cargar dos IRs simultáneamente (una para el canal izquierdo y otra para el derecho), ofreciendo simulaciones estéreo que enriquecen la experiencia sonora, especialmente en grabaciones o directos con sistemas de PA estéreo.

Las IRs ofrecen cambios drásticos en el carácter del sonido, desde tonos cálidos y redondeados hasta otros más brillantes o agresivos, como es esperable en una colección muy variada. Sin embargo, al igual que con los presets de amplificador, las IRs presentan inconsistencias en el volumen. Cambiar rápidamente entre ellas puede resultar en saltos de nivel que interrumpen la fluidez del sonido. Este es un aspecto que NUX debería pulir, ya que una colección de IRs más equilibrada mejoraría la experiencia inicial del usuario.

Por otro lado, el pedal viene con una selección de IRs preinstaladas, pero está diseñado para que los usuarios puedan cargar sus propias IRs, lo cual es una ventaja para quienes desean personalizar su sonido con archivos de alta calidad de marcas como Celestion, Ownhammer u otras. Simplemente, aunque las IRs de fábrica son funcionales, hay veces en que uno sabe lo que quiere y donde conseguirlo.

El NUX Solid Studio MK2 no se limita a simulaciones de amplificadores y pantallas; también incluye una sección de efectos que añade versatilidad al pedal. Las opciones de reverb y delay son especialmente destacables, con varias simulaciones como spring, plate o room para la reverb, y diferentes tipos de delay, incluyendo analógico y ping-pong. Estas opciones son accesibles y fáciles de ajustar, con parámetros que permiten personalizar el comportamiento de cada efecto.

Todas ellas están suficientemente bien, sobre todo los delays, que podrían sonar tan bien como un pedal dedicado. Sí podría eliminar la necesidad de comprar un pedal de reverb o delay aparte, aunque nos encontraríamos algunos obstáculos: por ejemplo, no podemos activarlo o desactivarlo de forma individual sin cambiar de preset para ello, ya que los footswitches no permiten ese nivel de personalización. Tampoco tenemos tap tempo mediante pedal, ni hay spillover en los delays, lo que significa que al cambiar de preset, el efecto se corta abruptamente. No es que pierda de vista que el Nux Solid Studio no pretende ser un delay, pero yo menciono por si alguien planeaba venderse sus delays y reverbs para comprarse el SS MKII... que lo piense dos veces.

A pesar de esta limitación, la calidad de los efectos es lo suficientemente buena como para que, en varios casos no sea necesario añadir pedales de reverb o delay adicionales. Esto convierte al NUX Solid Studio MK2 en una solución práctica para quienes buscan reducir el tamaño de su pedalera.

La conexión USB-C nos brinda la oportunidad de grabar directamente en el ordenador, pudiendo grabar al mismo tiempo una señal procesada y otras sin procesar, aunque está última dependerá de los pedales que hayamos conectado antes de la entrada del Solid Studio, obviamente.

Nux Solid Studio MKII

Nux

Muchos de los ajustes del pedal podemos hacerlos más cómodamente desde su editor software, pudiendo cambiar más fácilmente las cualidades de las IR's eligiendo modelo de micrófono y su posición, así como los recortes de frecuencias.

Nux Solid Studio MKII

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En términos de conectividad, el pedal ofrece una entrada principal, salidas estéreo/mono, una salida de auriculares y una entrada auxiliar para reproducir música de fondo. También incluye una salida through que permite enviar una señal inalterada, lo cual es útil en configuraciones donde se combina el pedal con un amplificador real. Este modo es particularmente interesante, ya que permite usar el pedal como un puente entre un cabezal y una pantalla, enviando simultáneamente una señal con simulación de altavoz a la mesa de mezclas.

Ya lo hemos dicho unos cuantos párrafos más arriba, pero lo repetimos por si acaso: un aspecto a tener en cuenta es que el pedal no debe usarse como una caja de carga. Si se conecta un cabezal sin una pantalla real, el amplificador podría dañarse, por lo que es crucial seguir las instrucciones del fabricante en este sentido.

El NUX Solid Studio MK2 también incluye una puerta de ruido global, que es útil para eliminar zumbidos no deseados, aunque sería más práctica si pudiera configurarse por preset, ya que las necesidades de reducción de ruido varían según el tipo de sonido (por ejemplo, un preset limpio frente a uno con alta ganancia). Además, cuenta con una ecualización global de entrada, ideal para ajustar el pedal a diferentes guitarras que puedan tener un carácter tonal más grave o agudo.

Aunque el NUX Solid Studio MK2 tiene muchas virtudes, hay aspectos que podrían mejorarse. La falta de un loop de efectos es una omisión notable, ya que algunos efectos, como armonizadores o ciertos delays, funcionan mejor cuando se colocan entre el previo y la simulación de altavoz. Un loop de efectos también añadiría flexibilidad para hacer mis típicos truquitos de conmutación mediante switchers y loops.

Otra limitación significativa es la ausencia de conectividad MIDI. En un pedal de este tipo, la capacidad de control remoto mediante MIDI sería una adición bienvenida, especialmente para integrarlo en configuraciones más complejas con switchers o pedaleras MIDI. Curiosamente, otro modelo de la marca mucho más pequeño, el NUX Ampcore Studio, sí incluye esta función, lo que hace que su ausencia en el Solid Studio MKII sea aún más llamativa.

Por último, la configuración de los footswitches podría ser más flexible. Actualmente, en uno de los modos de los footswitches un botón enciende o apaga todo el efecto, y en el otro modo permite navegar por presets. Sería ideal que los footswitches pudieran asignarse a funciones específicas, como activar o desactivar la ecualización o los efectos de forma independiente.

El mercado de pedales platform está en auge, y el NUX Solid Studio MK2 compite con modelos establecidos como el Strymon Iridium, el Walrus Audio ACS1 y el Boss IR-200. Comparado con estos, el NUX destaca por su precio más asequible y su facilidad de uso, lo que lo convierte en una opción atractiva para guitarristas que buscan una solución práctica sin gastar una fortuna. Sin embargo, competidores como el Strymon Iridium ofrecen una calidad de IRs y simulaciones de amplificador más pulida directamente desde la caja, mientras que el Boss IR-200 incluye conectividad MIDI y un loop de efectos, características que el NUX carece.

A pesar de estas carencias, el NUX Solid Studio MK2 se defiende bien gracias a su versatilidad y la posibilidad de cargar IRs personalizadas. Para guitarristas que ya poseen una colección de pedales y desean mantenerlos en su configuración, este pedal es una opción sólida que cumple con su propósito sin complicaciones innecesarias. Se traga los pedales sin ningún tipo de problema, algo que, no lo perdamos de vista, es la función más importante de este aparato.