Gibson 1995 ES-335 Dot Reissue (1995)

Es una guitarra que me enamoró, fue mi primera buena guitarra y he de decir que acerté plenamente con ella. Venía de una Yamaha tipo strato de gama baja y cuando tuve la 335 sentía que todas las demás eran de juguete.

El acabado era perfecto, sin fallos, incluso el ajuste de fábrica, aunque la cejuela hacia que la guitarra desafinara.

Mi sueño era tocar blues pero me invitaron para empezar una banda de heavy metal y así lo hice sin saber nada de que esta guitarra supuestamente no servía para ello.

La enchufaba a una pedalera digital Korg y a un amplificador Fender de transistores con los cuales obtenía un sonido más que decente para por aquel entonces, con el tiempo conseguí una distorsión demoledora aunque con las limitaciones propias de las pedaleras digitales de aquel entonces.

Las pastillas son unas 57 classic, que son rockeras, pero en esta guitarra consiguen unos graves y una pegada mayor que en una Les Paul Standard, además de mucha definición, la pastilla de mástil además suena mucho más clara que en una Les Paul.

Puede parecer una guitarra grande, pero te acostumbras enseguida al tamaño y al peso, que es similar al de una Les Paul. La correa cae de una forma muy natural por la parte izquierda del instrumento. La mano derecha también es muy fácil de colocar donde queramos y sea más cómodo. Yo hacía muchos palm mutes y le cogí el rollo enseguida, también me adapte al instrumento muy bien, tras haber aprendido a tocar con guitarras acústicas, por lo que para mi, poder colocar cómodamente la mano derecha es muy importante para tocar pasajes con los dedos.

Si quieres tocar cosas más bestias, puedes rellenar de algodón las efes para que no acople y si quieres ponerle otra pastilla con más salida. Yo hice eso, pero con los amplis hi gain de hoy en día o ayudado con un pedal, no veo necesidad de cambiar las pastillas.

Lo bueno de esta guitarra es que tiene muchos más graves naturales que otras guitarras de cuerpo más pequeño, a mi una vez me preguntaron si yo afinaba más grave de lo normal y es que conseguía con ella y con cuerdas del 12 afinado normal, un sonidazo que los otros músicos con racks enormes y varias pantallas me miraban sorprendidos de lo que yo conseguía con solo un combo y una unidad de rack de solo dos efectos.

Esta guitarra permite poner uno calibre de cuerdas más grueso, con el tacto de uno más fino al hacer bendings, yo tocaba con un 12 y lo sentía como un 11.

El limpio suena en su sitio, vivo, algo serio, pero con unos agudos alegres, se nota el aire de la semi caja en lo referente a los agudos y la gordura de los graves, se puede conseguir un sonido a piano fácilmente con el selector en posición media, que es cómo me gusta a mi tocar los limpios.