¡Hola a todos!
Aunque he leído bastante en este foro, no me había animado a registrarme. Al final me estaba volviendo loca con un asunto, que es lo que me ha llevado aquí, pero eso es otro hilo.
Llevo 25 años tocando la guitarra, empecé con 6 añitos con la clásica y a los 11 me dejaron meterle mano a la eléctrica. Por azares del destino, los últimos 10 he estado bastante desconectada a nivel de practica... A veces la vida te atropella, supongo. Pero creo que ya es hora de espabilar y volver a disfrutar de un aspecto de mi vida que me ha dado tanto.
Me gusta prácticamente cualquier género, tanto para escuchar como para tocar, aunque no me considero especialmente versada en ninguno. Disfruto particularmente improvisando blues y dándole caña al hard rock o al metal.
Como equipo cuento con una guitarra clásica y una les paul de VGS, la Eruption Pro. Mi viejo amlpi de transistores murió hace mucho ya... Lo cual es el tema que me trae por aquí.
Poco más puedo decir, esa es mi historia, Patricia. Con ganas de seguir leyéndoos, ahora ya desde fuera de las sombras.
¡Un saludo!
Aunque he leído bastante en este foro, no me había animado a registrarme. Al final me estaba volviendo loca con un asunto, que es lo que me ha llevado aquí, pero eso es otro hilo.
Llevo 25 años tocando la guitarra, empecé con 6 añitos con la clásica y a los 11 me dejaron meterle mano a la eléctrica. Por azares del destino, los últimos 10 he estado bastante desconectada a nivel de practica... A veces la vida te atropella, supongo. Pero creo que ya es hora de espabilar y volver a disfrutar de un aspecto de mi vida que me ha dado tanto.
Me gusta prácticamente cualquier género, tanto para escuchar como para tocar, aunque no me considero especialmente versada en ninguno. Disfruto particularmente improvisando blues y dándole caña al hard rock o al metal.
Como equipo cuento con una guitarra clásica y una les paul de VGS, la Eruption Pro. Mi viejo amlpi de transistores murió hace mucho ya... Lo cual es el tema que me trae por aquí.
Poco más puedo decir, esa es mi historia, Patricia. Con ganas de seguir leyéndoos, ahora ya desde fuera de las sombras.
¡Un saludo!
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