Esta preciosa guitarra de fresno en color natural, con golpeador de carey en plan muy retro, llegó a mis manos hará dos o tres navidades, regalo de mis padres. Llevaba tiempo con una strato en mente sin tener que gastar mucho dinero, y ahora mismo no puedo estar más contento con el regalo.
El ajuste de fábrica no era muy allá, con algunas descompensaciones, trasteos, etcétera. Además la electrónica al parecer iba mal montada de forma que pastillas y controles estaban cambiados.
Un paso por el luthier ha hecho que sea una guitarra extremadamente convincente para su precio, con un tacto y sonido intachables.
Lo mejor: Sonido, tacto
Lo peor: Ajustes y electrónica
El ajuste de fábrica no era muy allá, con algunas descompensaciones, trasteos, etcétera. Además la electrónica al parecer iba mal montada de forma que pastillas y controles estaban cambiados.
Un paso por el luthier ha hecho que sea una guitarra extremadamente convincente para su precio, con un tacto y sonido intachables.