Teoría y técnica

10 consejos para mejorar tu sonido (segunda parte)


Vamos a por los consejos restantes tras el primer artículo que repasaba 5 importantes cuestiones a tener en cuenta para mejorar nuestro sonido sin gastarnos ingentes cantidades de dinero en nuevo equipo.

Tras hablar del equipo adecuado a nuestras expectativas y necesidades, las púas, el cableado, los potenciómetros, y la correcta ecualización, hablaremos ahora de otros aspectos igualmente importantes.

  • Consejo 6: El secreto está en las cuerdas:

Al igual que ocurría con la púa, las cuerdas son uno de los elementos infravalorados en el equipo del guitarrista. Independientemente de la calidad del juego de cuerdas que utilizamos, algo que también influye, hemos de tener en cuenta diferentes elementos a la hora de poner un juego de cuerdas u otro a nuestra guitarra.

Por ejemplo, si vamos a tocar jazz clásico, lo lógico es utilizar cuerdas no entorchadas. Esto hará que nuestro sonido se acerque más al de guitarristas como Wes Montgomery o Charlie Christian. En cambio, si nuestro estilo es la fusión, lo lógico es utilizar cuerdas "normales" y entorchadas, como en la mayor parte de los estilos modernos. En el caso de una guitarra acústica, las posibilidades se multiplican. Podemos utilizar cuerdas de acero, o cualquier otra variante que nos puede interesar y genera un timbre diferente.

Al margen del material o tipo de cuerdas, hemos de tener en cuenta un elemento muy importante: el calibre o grosor de las cuerdas. El calibre juega una baza muy importante en el sonido. Un calibre estándar o fino confiere un sonido más delgado, con más presencia de agudos y una incidencia menor de graves. Un calibre mayor hará más hincapié en los graves y tendrá un mayor cuerpo. Cualquiera de las dos opciones es perfectamente válida, y dependerá del tipo de sonido y el estilo que busquemos. Al margen de la afinación de nuestra guitarra, elemento para el cual hemos de tener en cuenta el calibre de las cuerdas (afinaciones más bajas requieren un calibre mayor), siempre hemos de tener presente la búsqueda del sonido final, sin menoscabar nuestra comodidad a la hora de tocar. Así, aunque un juego de cuerdas de calibre 13-56 proporcione un sonido cargado de graves que se corresponde a lo que nosotros buscamos, la comodidad se verá radicalmente afectada y muchas técnicas expresivas resultarán difíciles de manejar. En algunos casos, con historial de lesiones previas por sobre-esfuerzo, no sería conveniente pasar de un calibre 11.

La altura de las cuerdas también es muy importante. Una acción de cuerdas muy baja provoca una resonancia menor que en determinados modelos de guitarra puede resultar crucial en el sonido. Guitarras modernas (ibanez, musicman, ESP...) suelen estar preparadas para una acción de cuerdas muy baja. Sin embargo, pretender una acción igual de baja en una guitarra tipo vintage es, cuando menos, absurdo. El radio del mástil, el tipo de curvatura y muchos otros elementos, determinan la acción idónea para nuestro instrumento.en determinados estilos, una acción alta puede ser una ventaja. Así, un músico de blues que utilice el slide verá recompensada su técnica con una mayor limpieza y un sonido mucho más definido. Esto, obviamente, no funciona para quien toca metal o rock y necesita una mayor velocidad, algo que ha de tener en cuenta a la hora de elegir instrumento. ¿Qué tipo de mástil necesito? ¿Me permitirá una acción baja sin trasteos? Todo esto ha de tenerse siempre en cuenta.

Por último, hemos de tener una higiene correcta. Recordar lavarnos las manos antes de tocar y pasar un paño por las cuerdas al finalizar nuestra sesión de práctica o un concierto. Esto no sólo prolonga la vida de la madera del mástil, si no que ayuda a evitar una corrosión temprana en las cuerdas, algo que degrada enormemente el tono proporcionado. La oxidación de las cuerdas es un proceso natural que puede verse agravado por la suciedad o el sudor acumulado en las mismas. Unas cuerdas limpias pueden tener una duración similar a otras más sucias, pero el tono siempre será superior.

  • Consejo 7: Las pastillas y su altura

Otro elemento a tener en cuenta, uno de los menos cuidados por los guitarristas. Es común encontrarse con guitarras cuyas pastillas presentan una altura irregular. Puede parecer un elemento de escasa importancia, pero la realidad es que la altura de las pastillas ha de controlarse. No existe un consejo universal, puesto que como ocurre con la altura de las cuerdas, las pastillas pueden situarse de forma muy diversas. Unas pastillas muy cercanas a las cuerdas, es decir, muy altas, captarán muchísimo la liberación de las cuerdas y tendrán una mayor salida, lo que redunda en más potencia de sonido. Sin embargo, la diferencia de dinámica (volumen) será mucho menor, lo que puede perjudicarnos si situamos las pastillas muy altas (en un valor extremo) y practicamos estilos como blues, metal o folk, con muchísimo rango dinámico. Además, esos valores extremos pueden provocar acoples indeseados con overdrive y, sobre todo, distorsión.

En cambio, unas pastillas bajas, situadas a mucha distancia de las cuerdas, tendrán un sonido suave y poco potente. Si la altura es demasiado baja, el rango dinámico también sufre, porque llega poca señal independientemente de que toquemos fuerte y las cuerdas vibren mucho. Incluso, puede darse el caso de que una gran madera parezca no tener sustain (al no captar las pastillas los reductos finales de vibración) o, directamente, existan problemas generales de captación.

Lo lógico es una altura intermedia, que permita rango dinámico, y en el que las pastillas capten bien la vibración de las cuerdas, lo que otorga un mayor sustain, sin llegar a acoplar. El que las pastillas, dentro de este rango, estén un poco más altas o más bajas, queda a elección del guitarrista y su búsqueda de un mayor o menor sustain, del rango dinámico adecuado... No cuesta nada elevar o bajar unas pastillas y el resultado puede ser muy bueno para el guitarrista.

Además, debemos tener una altura similar, no exageradamente inclinada. Las pastillas pueden elevarse más en un extremo que en otro, pero de una forma sutil, nunca abrupta y obvia.

  • Consejo 8: La electrónica y los componentes; cuidado y manutención

Un amplificador tiene decenas de componentes que pueden alterar radicalmente nuestro sonido. Válvulas, transistores, cableado, placas, potenciómetros… desde la famosa regulación del BIAS a una simple elección de válvulas,los elementos y su interactuación son casi infinitos. Hemos de tratar de conocer todo lo posible sobre nuestro amplificador, pero llegado el momento no hemos de dudar a la hora de pedir ayuda a los profesionales. Trata de tener un técnico de confianza, una persona profesional y con conocimientos, que te ahorre inversiones de dinero innecesarias, cambios de amplificador que podrían solucionarse con una reparación a tiempo, o compras inútiles para mejorar tu amplificador. Determinados tipos de válvula que deberían funcionar bien no lo hacen tanto, y lo mismo ocurre a la inversa. No es lo mismo una válvula de previo que de potencia, y no responden igual en un mueble que en otro.

Por muchos conocimientos que atesoremos, llegado el momento, la ayuda de un profesional es inestimable. Lo mismo ocurre con una guitarra. Pastillas y tipo de pastilla, cómo se relacionan con la madera, potenciómetros, selectores, o algo tan absurdo como la longitud del cableado en la electrónica. Todos estos elementos pueden cambiarse con facilidad y convertir una guitarra en desuso en un buen instrumento. Un retrasteado o limar ese traste que sobresale y "mata" tu sonido cuando haces un bend, recolocar la cejuela, o ajustar el alma. Aprende lo que puedas por ti mismo, pero no dudes en acudir a un luthier de confianza, porque puede salvar tu guitarra, o convertir ese trasto inútil con el que no puedes practicar, en tu fiel e inseparable compañero.

Recuerda limpiar los potenciómetros para evitar que se estropeen, cuidar los trastes de tu guitarra, evitar el óxido en el puente, y un sin fín de ajustes baratos (a veces gratuítos) y cuidados que marcarán la diferencia con el guitarrista descuidado al que las guitarras y los amplificadores le duran 3 o 4 años a pesar de ser las más altas de la gama.

  • Consejo 9: No inviertas en un equipo que supere ampliamente tus conocimientos

Has decidido comprarte 8 pedales analógicos, un switcher con relé, y un multiefectos que permite variar 12 parámetros por efecto y tiene un ecualizador paramétrico. Ahora, tienes que poner todo eso en juego con la programación midi, pero descubres que no tienes ganas, tiempo, ni conocimientos para ello. Y, lo que es peor aún, que no necesitas todo ese material.

Esto es muy común en el mundo de la guitarra. Gente con un equipo increíble y un rendimiento que apenas llega al 50%. Músicos con previos programables vía midi que no saben regular nada que no sea agudos y graves. Guitarristas con un multiefectos carísimo de TC electronics o Lexicon que no saben programarlo o manejar las variables de los parámetros.

Si te gustan las cosas simples o no tienes tiempo para "trastear" con miles de variables, compra algo sencillo, con un funcionamiento claro y directo. No adquieras un equipo complicado si sabes que no lo vas a poder aprovechar. Los equipos con mucha variabilidad en cuanto a los parámetros, sólo son aprovechables por quienes saben manejar esos parámetros. Precisamente, la diferencia entre un equipo que te permite variar tres parámetros de ecualización o delay, y otro que te permite variar cinco, es que manejando correctamente esos dos parámetros añadidos, podrás variar mucho más el sonido y tener una paleta más amplia con la que jugar. Esto sólo constituye una ventaja si, en efecto, tú sabes manejar correctamente esos dos parámetros. En caso contrario, simplemente estás pagando por algo que nunca vas a utilizar, o que incluso vas a utilizar mal. Los resultados pueden llegar a ser incluso peores al no existir un parámetro de fábrica inamovible que funciona razonablemente bien con todas las combinaciones.

Ten en cuenta hasta donde estás dispuesto a llegar en el conocimiento de tu equipo, cuánto tiempo tienes para invertir en estudios sobre parámetros de sonido, y buscas sonidos muy diferentes para los que necesitas un control del sonido y conocimientos profundos. Hay grandes guitarristas que solo utilizan un amplificador con un ecualizador de graves-medios-agudos y tienen un sonido maravilloso. Y otros, como Eric Johnson, con grandes conocimientos de sonido que saben aprovechar como nadie. Ambas combinaciones y elecciones son igualmente correctas.

  • Consejo 10: imita para aprender, pero no copies.

"Quiero sonar como…". Esta frase es una de las más repetidas en el mundo de la guitarra. Sin embargo, es imposible "sonar como" otro guitarrista si, además de su equipo y técnicos de sonido, no disponemos de su técnica, su expresividad, sus manos y su cabeza.

estudiar qué equipo utilizan otros guitarristas es crucial. Teniendo en mente un tipo de sonido final, podemos escoger un equipo aproximado (ejemplo, un equipo para sonar "parecido" a Petrucci, Steve Ray Vaughan o Van Halen), siempre sabiendo que jamás sonaremos como esos músicos, porque no somos ellos. Además, es importante pensar que la imitación lleva a aprender, pero la "clonación" no trae más que malas copias. Busca tu propio sonido, experimenta, investiga, imita, pero recuerda introducir un poco de tu personalidad y establecer tu marca personal, tu propio sello.

Ser un clon no tiene por qué ser malo si trabajas en una banda de covers, pero buscar tu identidad debería ser el propósito final del camino de la música. Se supone que estamos en este mundo para aprender más de nosotros mismos y expresar algo con el instrumento. Recuerda que nadie va a expresar tan bien como tú mismo lo que tú tocas, y busca ese camino.

Este artículo ha sido realizado para guitarristas.info. En caso de utilizar se ruega citar fuente y autoría.

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