Tecnología

Creando tu propio sistema de monitoreo in ear para tocar en directo

08/07/2019 por MrLndr

Nota de los editores:

Tradicionalmente, el monitoreo de los músicos de las bandas de música eléctrica moderna solía realizarse mediante altavoces en forma de cuña repartidos por el escenario, que ofrecían (y ofrecen, puesto que aún se utilizan ampliamente) una mezcla de los instrumentos que no está obligada a coincidir con la que escucha el público a través del sistema de altavoces principal. Esto aporta una cierta comodidad para escucharse uno mismo sobre el escenario, pero también tiene inconvenientes, como la mayor posibilidad de acoples, o el alto nivel de ruido en el escenario.

Además, dicha mezcla está en manos de un técnico de monitores, al que le tenemos que comunicar todo lo que necesitamos escuchar. Una tendencia actual muy de moda para tratar de evitar estas molestias es la de usar un sistema in ear (es decir, monitores en formato auriculares) conectados a nuestra propia mesa de mezclas que nos llevamos de concierto a concierto, ya preprogramada con la mezcla que nos gusta escuchar y que, probablemente, hemos estado utilizando en nuestros ensayos.

El compañero del foro MrLndr es uno de los usuarios de esta configuración que ha logrado implementarla con éxito en su banda, no sin antes realizar un proceso de investigación mediante ensayo y error. En el estupendo artículo que nos ha enviado, comparte con todos los detalles del proceso completo, para servir de inspiración a quien también quiera incluirlo en su rutina de trabajo en grupo, o hacer su propia variante.

A raíz de un hilo en el foro sobre los sistemas de mezcla por In Ear que utilizamos — que creo es de gran interés para muchos de nosotros — , decidí redactar este artículo en el que se profundiza un poco más y describo con más detalle la configuración de monitoreo personal que estamos utilizando, así como del camino recorrido y todas las pruebas que hice hasta llegar a un resultado satisfactorio.

La necesidad

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La necesidad es simple y común: los locales pequeños, el local de ensayo, las condiciones cambiantes de bolo en bolo, de local en local. Llevaba años sufriendo de "escucharme poco", o "intuir" lo que está pasando en el escenario, con la consecuente pérdida de matices en la ejecución, bajar calidad del directo, no darme cuenta de micro desafinaciones, y largo etc. Con el tiempo me di cuenta que el problema era la presión sonora en el escenario y que mi tímpano se cierra y dejo de percibir medios y agudos; a eso súmale un batera con la mano pesada y es la tormenta perfecta: desaparece la guitarra y las voces.

La pre-solución

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Comencé, antes que nada, cuidándome los oídos con tapones para músicos, que reducen la presión sonora (de hecho ahora no voy a ningún concierto como público sin ellos), pero claramente empeoraban el problema bloqueando medios y agudos (la sensación era similar, sólo que con menos presión). A partir de ahí me di cuenta que debía probar más soluciones, ya que el bajo y la batería, a causa de sus vibraciones, entran por todas partes (conducción ósea), por lo que debía seguir intentando reducir la presión sonora y mejorar la señal de guitarra que recibo en mis oídos.

La primera solución: microfonear el ampli

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Decidí ir por un pequeño preamplificador de micro y un micro en el ampli, sobre todo en el local de ensayo, para comenzar a probar el concepto usando los cascos del iPhone. También gracias al preamp, lograba traerme un retorno de monitor de la mesa del local, y mezclaba voz y guitarra.

Como prueba de concepto fue interesante pero no me convencía la calidad del sonido y la fiabilidad del setup para llevarlo a directo, así que di un paso adicional.

La segunda solución: in ear Inalámbrico + cascos con reducción de ruido.

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Luego llegó el momento de probar el sistema en directo, y gracias a un cambio muy oportuno en el foro, me hice con un in ear inalámbrico usado, y unos cascos un poco mejores que pillé en una tienda online. El sonido de la guitarra seguía entrando por el ampli microfoneado, y tenía un retorno de las pistas y claqueta del batería.

Fue mi primer bolo con in ears y una experiencia interesante donde aprendí mucho. Lo primero: ¡por el micro del ampli entra de todo!.. especialmente los platos y la caja de la batería. Segundo, la calidad del previo que uses hará la diferencia y te permitirá tener mejores matices, y tercero, la comodidad de los cascos es vital a partir de los primeros 45 minutos así como que cambia el sonido... en mi caso, estos cascos para funcionar bien hay que ponerlos de una manera muy específica y la forma de mi oido es bastante rara, eso hizo que no lograra ponerlos correctamente y perdiera gran parte del aislamiento y casi todos los graves en la reproducción.

Aún así, un gran avance en la calidad del sonido que recibía.

La tercera solución: micro mesa de mezclas + atenuador de ampli con emulación de altavoz

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Al final entendí que si quiero escuchar realmente bien la guitarra, tenía que mejorar la calidad del sonido que recibía: y el micro me generaba una cantidad de ruido que no tenía sentido y el previo de micro que usaba era de baja calidad y empeoraba bastante el sonido.

Aparte, investigué sobre atenuadores y emuladores de altavoces, y al final decidí hacerme con uno. La mejor decisión que he tomado en años. ¡Hay un antes y un después de tener un cacharro de estos cuando basas tu sonido en el ampli de válvulas!. El atenuador (que incluye una emulación de altavoz analógica) sirve como DI con salida XLR; a esto le añadí una mini mesa de mezclas pillada en tienda online de un precio bastante decente.

El cambio en la calidad del sonido fue notable y en la versatilidad también. De hecho, hice una pequeña instalación de estos aparatos en un pedalboard y en directo funcionó bastante bien. Lo único es que las prestaciones muy limitadas en general, y dependo de la mezcla del retorno que tuviera en el momento.

Lo bueno: también lo empecé a usar en casa y poder exprimir el ampli al máximo y disfrutar las válvulas como es debido. Esto me ayudó también a adaptarme más al sonido que llevaría en directo.

¿La solución definitiva?: Mezcla de monitores y distribución para todos los músicos

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Con el siguiente proyecto con el que estoy trabajando ahora y por la necesidad de llevar claqueta internamente para todos los músicos, hemos decidido invertir en una monitorización interna y mezclas personalizadas para cada uno.

Para esto estuvimos investigando, y vimos que las Mesas digitales sin control son la solución perfecta. En definitiva lo que nos atrajo de la solución es:

  • Varios Buses de salida (cada bus será la salida de una mezcla de monitor personalizada).
  • Tamaño y peso reducido por la ausencia de controles.
  • Acceso wifi desde varios puntos para que cada músico controle su mezcla en tiempo real.
  • Precio accesible de la "mesa".

A nivel conexiones de los equipos, es relativamente sencillo:

  • La guitarra y el bajo entran por cajas de inyección (me he pillado una con simulación de altavoz que pongo entre la pedalera y el ampli en los ensayos que no son con mi ampli, en local compartido, una Behringer), y cuando voy con mi ampli, uso la salida de la caja de carga. El sonido no es el más fiel del mundo pero escuchar con claridad todo al tener los odios descansados es un lujo.
  • Las voces y la guitarra acústica vienen del retorno de la sala, aquí es donde ahorramos en conexiones y simpificamos todo el setup, y corremos el riesgo de que nos "afecten" la mezcla en medio de un bolo.
  • Las pistas y claqueta vienen de la Roland SPD del batera que tiene 4 salidas: 1 y 2 son pistas (por lo general 1 para monitor interno, 2 para la sala), 3 es la pista del click y 4 la pista del count.

Estamos pensando agregar 2 cosas: un micro de talkback del batería para conversar con el resto (el batería es el director musical del proyecto y quien lanza las pistas) y otra un micro en la batería para tener un poco sonido ambiente, que el gran problema que vemos, es que al perder presión sonora empieza a faltar "energía" en la mezcla interna (cosa curiosa que es lo que me quejaba al principio con el micro del ampli, pero este sería "controlado").

A todo esto, y por mi problema de "forma" en los oídos, terminé de dar el paso definitivo, y terminé comprando unos in ear a medida. Realmente ha sido la mayor inversión de todo el equipo que he hablado, pero la mejor protección que he conseguido de mis oídos.

Resumen

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Los pros

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  • Reducir la presión sonora del escenario.
  • Mezcla limpia y clara de todo lo que suena.
  • Cada quién decide su propia mezcla con la app del móvil.
  • Capacidad de llevar pistas internas, talkback y largo etc.
  • Da igual la sala o recinto, (casi) siempre te escucharás igual.
  • La verdad el coste de estas soluciones es muy bajo, y un paso agigantado en la calidad del directo.
  • Más espacio en escenario al quitar las cuñas.

Los contras

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  • Más cacharros que llevar... en salas pequeñas es complicado montarlo y desmontarlo, incluyendo que debería llevarse al menos a los ensayos generales.
  • La pérdida de presión sonora hace que la sensación sea rara... adaptarse cuesta un poco si no estáis my acostumbrados a trabajar en estudio.
  • Necesitáis a alguien en la banda con conocimiento técnico... no es complicado, pero si sin querer cambiáis algo en un canal, o falla la wifi o que se yo puede ser una pesadilla, y para la persona que tenga el conocimiento va a ser doble curro (montar su instrumento y montar monitoreo).
  • El bendito GAS que luego empiezas a ponerle chuminadas, mejorar los inalámbricos y más cosas... yo de hecho ya me hice los in ear a medida... en fín... ¡más gasto!
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