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La técnica de reamp: ¿en qué consiste?

02/03/2020 por Micky Vega

La palabra Reamp ha aparecido cada vez con más frecuencia a medida que los pedales y amplificadores que habitualmente publicamos en estas páginas se han ido modernizando. Pero realmente ha sido un término relativamente desconocido hasta hace unos años, ya que su popularidad llegó a la vez que el mundillo Home Studio y la posibilidad de grabar en casa por menos dinero que nunca en la historia.

¿Qué es el reamp?

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Reamp es una abreviatura del concepto reamplificación, volver a amplificar. En el contexto al que nos estamos refiriendo, la reamplificación es una técnica empleada en el estudio de grabación (ya sea profesional o casero) que nos permite grabar una misma toma de guitarra con diferentes amplificadores tantas veces como deseemos. Es genial para aquellos casos en que no estamos decididos por un único sonido y queremos probar con diferentes amplis, pero sin tener que tocar cada vez que queremos grabar con un ampli distinto.

Pongámonos en situación: estás en el estudio, grabando un disco para tu grupo. Hay un solo muy difícil, le tienes miedo desde que planeasteis la grabación hace varios meses antes. Tras un par de tomas, lo clavas: no sólo está bien, está perfecto, tiene pasión, buen tempo y suena natural.

Per hay un problema: os habéis equivocado eligiendo el ampli ideal. O el posicionamiento de micros. O el tipo de distorsión, o incluso el pedal de wah wah más indicado. Volver a grabarlo siempre es posible, pero ¿llegarás a hacer una toma tan perfecta como esa? Ahí es donde interviene el Reamp.

¿Y cómo se hace?

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Primera parte: poner tu señal "en conserva"

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Para poder tener la toma "en conserva" inmortalizada y totalmente independiente de los amplis o pedales que hayas usado, hay que grabar la señal de la guitarra recién salida del cable. Antes de que pase por cualquier pedal o ampli. "Pero entonces estaré grabando en limpio, sin mi distorsión y/o sin mi sonido habitual" pensarás. Tranquilo, todo está pensado.

La idea es que no grabarás únicamente la señal recién salida de la guitarra, sino que también estarás grabando (o simplemente escuchando) los efectos que haya conectados a continuación de ella. Dicho de otro modo, lo único que haremos es una bifurcación en la señal que sale de tu guitarra: una señal se irá a ser grabada inmediatamente, la otra se irá a tu ampli microfoneado o lo que estés empleando para monitorizarte. Esa bifurcación se puede crear con una caja DI (es el método más habitual), un splitter o cualquier otro dispositivo que divida la señal con una cierta garantía de que no altera el resultado de lo que sale de ella.

Eso nos permitirá tener lo que queremos: una señal inalterada de cómo sonaba tu guitarra antes de "mancharse" de nada más. Tu interpretación pura y dura.

Segunda parte: reutilizarla tantas veces como se desee

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Claro, tras haber realizado el punto anterior, deberíamos tener en nuestro ordenador o grabador una toma absolutamente pura del sonido de nuestra guitarra. Al reproducirla, la escuchamos tal cual, sin efecto alguno. Igual que podemos reproducirla por los altavoces (monitores) de nuestro estudio, ¿por qué no reproducirla por un ampli de guitarra? ¿No es, a su manera, un altavoz también?

Mandando un cable desde nuestra interfaz de audio reproduciendo dicha pista a la entrada de un ampli, creará una situación similar a la que se daría si fuésemos nosotros los que tocamos directos al ampli. La diferencia es que podemos reproducir esa pista grabada exactamente tantas veces como queramos por tantos amplis como queramos. De modo que tendremos la misma interpretación, pero pudiendo variar el ampli, el micro, los efectos, o lo que queramos, y sin que tocar de nuevo cada vez. Sin embargo tenemos una mala noticia: lee el apartado siguiente...

Siempre hay un pero...la caja de reamp (reamp box)

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Hemos simplificado un poco la explicación, pero como ya te imaginarás, hay un pero. Verás, las cualidades eléctricas de la señal que enviamos desde nuestra tarjeta de sonido (la interfaz de audio) no son como las que tiene nuestra guitarra simplemente conectada a un cable directo al ampli. Sí, si sacas la señal de tu tarjeta de sonido y la mandas a tu ampli, sonará, y con un poco de suerte, no muy mal. Pero se puede mejorar, y bastante, siendo respetuosos con lo que tu amplificador realmente espera recibir. Y ahí es donde entra la caja de reamp.

Para no complicarlo mucho, imagínate la caja de reamp como un adaptador que traduce del idioma "tarjeta de sonido" al idioma "guitarra al ampli". Simplemente es algo que pondrás entre tu interfaz de audio y el ampli para que este "crea" que le llega una guitarra. Siendo más concretos y menos metafóricos, la caja de reamp generalmente aporta tres cambios:

  • Desbalanceará la señal: parece algo malo, pero es bueno en este caso, y sirve para que tengas menos riesgo de obtener ruidos en tu ampli que no tendrías con tu guitarra conectada directamente.
  • Adaptará la impedancia: las interfaces de audio entregan un valor de impedancia en sus salidas que no suele coincidir con lo que el amplificador espera recibir. Las cajas de reamp suelen tener en cuenta este aspecto para que el sonido sea lo más cercano posible a la situación de tocar realmente.
  • Tendrá un control de nivel: lo regularás para intentar igualar el que ofrecería tu guitarra conectada directamente. Un nivel erróneo puede hacer que tu ampli sature más o menos de lo que lo haría con tu guitarra.

Consideraciones técnicas para elegir o descartar el reamp

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Además de la versatilidad, que ya la hemos mencionado, la técnica de reamp tiene otras bondades:

  • Si en vez de amplificadores físicos estás usando plugins, la reamplificación no requiere reproducir la toma cada vez que queremos probar un sonido nuevo: un par de clicks y ya estás oyendo cómo suena con tu nuevo y flamante plugin, a tiempo real.
  • Tener las pistas "dry", o "DI" (que así es como suele llamarse a la pista original) te permite mandar tus interpretaciones a productores que viven a kilómetros de distancia y que cuentan con colecciones de amplis espectaculares. Esto es más barato que ir en persona a dicho estudio.
  • Conservar dichas pistas DI te permitirá remezclar, volver a producir o regrabar con más recursos canciones que hiciste muchos años atrás, puesto que las pistas DI no "caducan" fácilmente, tecnológicamente hablando. Siempre serán más o menos válidas para ser reamplificadas con los nuevos equipos que vayas adquiriendo.
  • Si te gusta editar exhaustivamente tus tomas, la cuantización de tomas DI acostumbra a ser más fácil que la de pistas pasadas por ampli, ya que los transitorios son más evidentes para el software.

Puede parecer la panacea, pero también tiene algunos contras, como todo en esta vida:

  • No tocar con el equipo que acabarás usando puede afectar a tu interpretación: un ampli puede obligarte a tocar de un modo en que otro no lo harías.
  • Estar grabando siempre "cosas provisionales" puede afectar el resultado final de la mezcla, al no tener una idea clara de cómo está quedando. "No, luego cuando hagamos reamp quedará bien" — puede que no siempre pase.
  • Consumirá mucho tiempo reamplificar todas las pistas de guitarra de un disco, especialmente si vas a usar varias capas de sonido que requieran más de una pasada por archivo. Muchos productores descartan esta técnica por una buena razón: imagina reamplificar todas las capas de guitarra rítmica de un disco de 45 minutos de, por ejemplo, heavy metal, con todos sus arreglos y sus solos. A menos que lo hagas con plugins — se aplican de forma instantánea —, puede llevarte horas o incluso días.
  • Hay productores que piensan que "perder el miedo a tomar decisiones" cuando se está grabando es clave para que los discos sean verdaderamente inspirados. La seguridad de poder cambiar de sonido en cualquier momento puede acabar invitándote a no correr riesgos.
  • Aplicar efectos de expresión a posteriori a puedes puede llevarte a interpretaciones poco naturales: piensa en usar el wah wah en una pista mientras se reamplifica sin estar tocando al mismo tiempo y entenderás a qué nos referimos.

Productos específicos

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Como ya te imaginarás, hay muchas cajas de reamp en el mercado, compartiendo la mayoría de ellas las principales prestaciones. Especialmente interesantes son aquellas que fusionan funciones, como el Two Notes Torpedo Reload, que reúne las funciones de caja DI (para llevar a cabo la "bifurcación" de la que hablábamos en la primera parte, ¿recuerdas?) y de caja de reamp (para "traducir la señal al idioma ampli"). Además, tiene una útil herramienta que ayuda a medir el nivel de tu guitarra y compararlo con el que envías desde la DI.

Muchas interfaces de audio del mercado, conscientes de que los guitarristas querremos llevar a cabo este proceso, ya dedican una o varias salidas de la interfaz a actuar como cajas de reamp, para que no tengamos que comprar una externa. La Audient Sono, la IK Multimedia Axe I/O o algunos productos de Antelope cuentan con dicha prestación, para que solo nos tengamos que preocupar de dirigir un cable de esa/s salida/s a nuestro ampli.

También los multiefectos y amplificadores digitales con conexión USB tienen algunas capacidades de reamp, aunque generalmente pensadas para trabajar con el propio multiefectos únicamente. En dichos casos, lo que ocurre es que podemos conectarnos a ellos ya que ejercen como la propia interfaz de audio (se conectan directamente al ordenador) y grabar a la vez dos versiones del sonido: "dry" sin efectos (entiéndase en el sentido más amplio: simulaciones de ampli, delays, modulaciones) y con ellos.

Todo ello viaja cómodamente por el cable USB hasta nuestro ordenador, para más tarde poder, si así lo deseamos, volver a mandar la señal "dry" por el USB de vuelta al ampli o multiefectos para ser procesada de un segundo modo distinto. Esta prestación se ha vuelto relativamente común a medida que la tecnología digital se ha ido abaratando.

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