Efectos

Overdrive de low cost II. Review Joyo Vintage Overdrive

09/11/2012 por Mique Let

Acometemos una nueva review de un pedal de los considerados “low cost”. Como continuación de la serie que iniciara con el Behringer TO-800, considerado clon del Ibanez Ts 08 Tubescreamer, nos ocupa hoy el Joyo Vintage Overdrive, pedal al que se le atribuye ser clon del TS 9 Tubescreamer, overdrive por antonomasia y vinculado al mundo del Rock and Roll de estos últimos treinta años.

Ibanez TS9 Tubescreamer

Como cada vez que se trata el tema del low cost, vamos a encontrar a partes iguales detractores y defensores. Nos ocurre lo mismo con las guitarras, incluso con los billetes de avión. El low cost tiene su público, como lo tiene la primera clase. El quid de la cuestión reside en descubrir hasta qué punto el low cost nos permite sustituir, o al menos suplir, la premiere class. Doctos hay en la Iglesia, con doctas y sabias opiniones, pero en el caso de este pedal, no son pocos los que afirman que la astilla es, al menos, tan buena como el palo. Otros más atrevidos,como el guitarrista macedonio Jovan Milosevski, van más allá y se atreven a afirmar que este Joyo sin duda supera al actual TS 9 de Ibanez.

Ruego a mis queridos reincidentes en esto de las reviews, que cuando en ésta lean “Joyo Vintage Overdrive”, entiendan que también me refiero al “Harley Benton Vintage Overdrive”. Es el mismo pedal, que tiene una u otra marca dependiendo de si lo comercializa directamente Joyo, o bien si lo hace a través de esa tienda on line alemana que todos conocemos. Algunas unidades Harley Benton -como la que hemos utilizado para esta prueba- han venido desde Alemania con la hoja de instrucciones de un Joyo.

Por si alguien tenía alguna duda sobre si eran el mismo producto.

¿Papá, qué es un Tubescreamer?

Si tuviésemos que contarle a un profano qué es un Tubescreamer quizás no nos resultase fácil. Si nuestro interlocutor no entendiese de música, podríamos decirle que es como el azúcar de una tarta, la sal de un guiso, el hielo en el güisqui. Algo intrínseco en la receta sin lo cual puede existir el producto, aunque sin alma. Eso sería la música sin el Tubescreamer. Si estamos más prosaicos y poco imaginativos o, simplemente, no nos apetece complicarnos la vida, siempre podemos tirar de Wikipedia.

"El Ibanez Tube Screamer es un pedal de saturación (overdrive) producido por Ibanez. Su nombre tiene origen en el sonido que produce, muy parecido al de un amplificador de válvulas utilizado a alto volumen. El sonido de este pedal se distingue de la mayoría por comprimir la onda de sonido con muy poca pérdida de la señal original (creando un sonido generalmente asociado a ciertos tipos de blues). Este pedal puede utilizarse con un amplificador de transistores para imitar el sonido típico de los viejos amplificadores de válvulas, aunque muchos guitarristas prefieren utilizarlo en un amplificador a válvulas para llevar las válvulas de preamplificación a un estado de saturación. El sonido clásico de un Tube Screamer acentúa las frecuencias medias (entre bajos y agudos) mediante un circuito. Muchos guitarristas prefieren este tipo de ecualización ya que ayuda a evitar que su sonido se pierda en la mezcla de la banda." (Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Ibanez_Tube_Screamer)

Aunque también podemos describir el Tubescreamer de forma más sencilla: empleando algunos nombres propios: Santana, Steve Ray Vaughan, Joe Bonamassa… Eso es un Tubescreamer.

Entrando en materia

Hasta ahora, para situarnos, hemos hablado del palo. Le llega la hora a su astilla, a la oveja Dolly hecha pedal, al clónico, al Joyo Vintage Overdrive. Un servidor, en su afán de ahorrarse los ciento y pico euros que cuestan los Tubescreamer pata negra, ha tenido siempre interés en probar diversas alternativas más económicas al Ibanez Tubescreamer. También es cierto que con lo que me he gastado en clones ya casi tendría el auténtico, pero … ¿y lo que nos hemos divertido por el camino? Como ya sabéis, para este mismo portal hemos catado el Behringer TO 800 y el Boss SD1 Super Overdrive y, sinceramente, las diferencias entre todos ellos son poco relevantes para uso en directo, y del todo irrelevantes para uso doméstico. Así, que si convenimos en que alguno de ellos pudiera competir con el genuino, todos ellos debieran poder hacerlo. ¿Es esa afirmación cierta? Pues como diría un gallego, depende: algunas veces sí y algunas veces no. Si dejamos al margen al Boss, del que diríamos que tiene entidad propia por aquello de la solera de su marca, y al que más que clon se le debiera considerar como el intento de Boss/Roland de crear su propio Tubescreamer allá por los ochenta , las marcas digamos “blancas”, Harley Benton, Behringer o Joyo hacen una apuesta similar por su clónico, si bien de la comparación entre éstas, el Joyo/Harley sale mejor parado merced a su construcción, no tanto a su sonido. Luego abundaremos en el tema.

El Joyo es un Overdrive al uso. Es True by pas, funciona a 9v, bien con una pila o bien con adaptador de corriente DC a 9v. Pesa 290 gramos y está construido en aluminio.

Todo el mundo coincide en afirmar que el secreto de este Joyo es su chip, el JRC 4588, el mismo integrado que montaban los TS9 en sus orígenes, y con el que este Joyo consigue un tono que algunos describen como “muy similar” al mítico TS9 y otros como “relamente clavado”. En palabras de Milosevski, el Ibanez TS9 que fabrican en la actualidad no consigue asemejarse a aquellos primeros Tubescreamer de los ochenta tanto como lo hace este Joyo. Poco más se puede decir.

Presentando al Joyo

Igual que el genuino, el Joyo dispone de tres potenciómetros. Los típicos de “drive”, “tone” y “volume”.

Drive: Al mínimo apenas afecta al sonido de la guitarra, lo que permite su utilización como booster neutro. Alrededor de las 9 nos da ese color cálido que se torna en rugoso a las 12, próximo al crunch a las 3 y roza la distorsión ruda a las 5, especialmente en su uso con humbuckers. No afecta demasiado al volumen de la guitarra, cosa poco frecuente en pedales de aumento de ganancia. Con buen criterio, la gente de Joyo ha considerado que para eso está el botón de volumen.

Tone: A la izquierda nos elimina frecuencias agudas y nos las va dando, muy poco a poco, a medida que giramos el potenciómetro a la derecha. Para igualar el tono que tenemos sin el pedal hemos de irnos casi hasta las dos. A las cinco nos da un extra de agudos sin que se dispare en exceso el ruido.

Volume: Este pedal nos puede llegar a proporcionar un extra de volumen considerable. Para mantener el volumen de la guitarra no debemos pasarlo de las 11. De ahí en adelante nos aumentará el volumen bastante y lo hará de una forma progresiva. Eso lo hace muy efectivo como booster neutro, o como booster con extra de ganancia para solos, si lo acompañamos del “drive” necesario.

Como todo overdrive, este Joyo lo podemos utilizar en tres registros diferentes.

1) Overdrive clásico: En el canal limpio de nuestro amplificador, nos va a dar ese tono cremoso de las válvulas calentitas cuando están rompiendo. Ese sonido áspero y rasposo que tanto nos gusta.

2) Empujando el canal saturado: Vitaminas para las válvulas. Añadirle el Joyo al canal saturado del ampli nos proporciona tonos que podemos usar en todos los palos del rock y llevarlos incluso hasta el Heavy o Metal civilizado. Ahí también le podemos sacar sonidos para solear al estilo de Santana o incluso Bonamassa. Con el canal saturado, el drive a las 12, una pizca de reverb y un puntito de delay obtenemos un tonillo delicioso, de ese que enamoraba a las mozas en las verbenas cuando un servidor tenía melena.

3) Booster: Vitamina para los solos. Con el drive abajo del todo y con el volumen arriba, nos aumenta el volumen sin apenas colorearnos el sonido, lo que lo hace ideal para meter un solo cuando no queramos alterar la textura del tono pero sí que se nos escuche más alto. Saturar un poquito más lo ya saturado, aumentando a la vez el volumen es otro de los buenos usos que se le puede dar a este pedal. Particularmente, a mí me gusta añadirle un plus de gain a los solos. Alarga más la nota, añade sustain extra y facilita enormemente técnicas como el tapping o el sweep picking, pues el alargamiento de la nota y el aumento del sustain nos permite prescindir de algunas pulsaciones de púa sin que se note en exceso. Este overdrive se lleva muy bien con otros overdrives e incluso con distorsionadores. Jugando con los controles de uno y otro nos permitirá conseguir sonidos muy logrados.

Conclusiones

Frente a sus competidores el Joyo se muestra valiente y no se amedrenta. Al Behringer le saca diferencias en construcción y robustez. A su vez, tiene algo más de volumen y es algo menos ruidoso. Al Boss le gana en limpieza. Es algo menos rugoso que el SD1, aunque eso es precisamente lo que gusta del Boss a mucha gente, que es un Tubescreamer cañero.

Si en la review del Behringer TO 800 conveníamos en que era un pedal que cumplía bien para uso doméstico pero que se amorraba ante las multitudes de un concierto, entrándole miedo escénico y tornándose ruidoso a altos volúmenes, este Joyo viene de China curado de espantos y le da igual dónde lo metas. Es como las buenas Les Paul, que no importa dónde las enchufes, que suenan bien siempre. Tanto a volumen doméstico como en concierto el Joyo se comporta bien. Evidentemente con todos los potes hasta el fondo mete algo de ruido, pero menos que muchos pedales de marcas consagradas. Además, si debes trabajar con el drive a fondo quizás no necesites un overdrive, si no una buena distorsión. Si nos esforzamos en buscarle un pero, este overdrive peca de lo que a casi todos, que aplana algo la señal y nos quita graves, nada que no se pueda compensar desde el amplificador o desde otros pedales con control independiente sobre los graves.

El Joyo respeta muchísimo el tono de la guitarra incluso con el drive casi a fondo. No nos costará identificar si lo que suena es una single coil o una humbucker.

Es sorprendentemente poco ruidoso. Si os fijáis en el primer vídeo que os adjunto, al comparar el Joyo con el Tubescreamer virtual que incluye el Amplitube, comprobaréis como el Joyo es mucho más silencioso que su “primo” virtual.

En definitiva. ¿Es comparable este Joyo al Tubescreamer? Insisto en la respuesta: Depende. Muchos dirán que sí y otros muchos dirán que no. Lo que sí es cierto, y quizás sea un detalle a tener en cuenta, es que todos hemos escuchado a compañeros guitarristas criticar a los clones en general y a éste en particular, mientras que casi nadie se atreve a criticar un Ibanez Tubescreamer más allá de su precio.

Toda review es subjetiva, así que ahora os dejo un dato, que pocas cosas son más objetivas que los datos:

Precio del Ibanez TS 9: 136 Euros.

Precio del Joyo/Harley Benton: 29 Euros.

A partir de ahí los doctos y no tan doctos decidirán, y probablemente acertarán en la compra. Elijan uno o elijan otro.

Lo mejor

  • Relación calidad precio.
  • Construcción sólida y robusta.
  • True by pass.
  • Poco ruidoso.
  • Calidez del sonido.
  • Neutralidad. Respeta muchísimo el sonido de la guitarra.
  • Luminosidad del led. Se ve bien a plena luz del día. Ideal para matinales rockeras en exteriores.

Lo peor

  • Aplana un poco la señal
  • Poca disponibilidad en tiendas físicas.

Y hemos dejado ahí arriba un par de espacios en blanco, por si los detractores de este tipo de pedales quieren agregar algo en el epígrafe "lo peor". A un servidor, después de más de un año dándole berza al Joyo, no se le ocurre nada más que añadir. Bueno, sí… durante la prueba se desprendió el capuchón metálico del interruptor tal y como se ve en la foto. No está mal para toda la tralla que ha llevado desde que lo compré. En cualquier caso, ojalá todas las averías fueran cono ésta, que se soluciona con una gotita de cianocrilato.

Nos vemos próximamente en la review del Joyo Ultimate Drive.

Vídeos y pruebas de sonido.

Aquí algunos unos vídeos. Fijaos en el detalle del vídeo en el que lo comparamos con el “clon digital” del tubescreamer del Amplitube. Clavadito del todo.

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