Guitarras

Höfner, fabricante del legendario Beatle Bass, en situación de insolvencia

19/12/2025 por Soyuz
Un Höfner 500/1 en la variante 'Cavern' H500/1-61-0

Karl Höfner GmbH & Co. KG, la histórica firma alemana fabricante del icónico bajo 500/1 que Paul McCartney lleva tocando más de seis décadas, ha solicitado la apertura de un procedimiento de insolvencia ante el Tribunal de Distrito de Fürth, en Baviera.

La resolución judicial, fechada el 10 de diciembre de 2025, ordenó la apertura del procedimiento preliminar y designó al abogado Hubert Ampferl, de Núremberg, como administrador concursal provisional. Su misión durante los próximos tres meses será evaluar la situación financiera de la empresa, buscar posibles inversores y determinar si procede la apertura de un concurso de acreedores formal.

138 años de historia en riesgo

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Fundada en 1887 por el luthier Karl Höfner en Schönbach, entonces parte del Imperio Austrohúngaro y actualmente Luby, en la República Checa, la empresa se consolidó rápidamente como uno de los mayores fabricantes de instrumentos de cuerda de Europa Central. Tras la Segunda Guerra Mundial y la expulsión de los alemanes de los Sudetes, la firma trasladó su sede a Bubenreuth, en Baviera, en 1950, donde retomó su actividad y comenzó a producir bajos eléctricos en los años cincuenta.

El modelo que cambiaría el destino de la marca nació en 1955 de la mano de Walter Höfner: el 500/1, un bajo semihueco con forma de violín que, por su ligereza y su particular carácter tonal, ofrecía una alternativa asequible a los instrumentos estadounidenses que dominaban el mercado.

El golpe de suerte de Hamburgo

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La historia del Höfner 500/1 cambió radicalmente en 1961, cuando un joven Paul McCartney lo adquirió en una tienda de Hamburgo por unas 30 libras. El músico, zurdo, encontró en la simetría del diseño una solución perfecta a su problema: el bajo se podía voltear y tocar sin modificaciones. Además, era lo que podía permitirse. Décadas después, el propio McCartney lo explicaría con sencillez: no podía pagar las 100 libras que costaba un Fender.

Lo que empezó como una decisión práctica y económica se convirtió en uno de los vínculos más duraderos entre un músico y un instrumento en la historia del rock. McCartney ha utilizado el 500/1 en innumerables grabaciones con los Beatles, desde los clubes de St. Pauli hasta la azotea de Apple Records, y ha mantenido su fidelidad al instrumento bávaro durante toda su carrera en solitario.

La reacción de McCartney

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Tras conocerse la noticia, el ex-Beatle publicó un mensaje en sus redes sociales que dejaba clara la dimensión emocional de este anuncio:

Es muy triste ver cómo Höfner cierra sus puertas. Llevan más de 100 años fabricando instrumentos, y yo compré mi primer bajo Höfner en los años sesenta. Desde entonces, me encanta. Es un instrumento maravilloso para tocar: ligero, me anima a tocar con bastante libertad. También ofrece agradables variaciones de tono que disfruto. Mis condolencias a todos en Höfner, y gracias por toda su ayuda a lo largo de los años.

Los aranceles estadounidenses, señalados como detonante

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Según un comunicado publicado por la propia empresa en sus redes sociales, la introducción de aranceles en Estados Unidos habría sido uno de los factores determinantes en el deterioro de su situación financiera. Empleados veteranos citados por medios especializados como No Treble habían señalado que la compañía llevaba tiempo arrastrando problemas.

La firma, que emplea a unas 50 personas en su planta de Baiersdorf, produce actualmente guitarras, bajos, violines, chelos y contrabajos, además de accesorios. Los modelos de gama alta y media se siguen fabricando en Alemania, mientras que los instrumentos para estudiantes se manufacturan en instalaciones asiáticas.

¿Qué implica este procedimiento?

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Es importante aclarar que la solicitud de insolvencia no supone el cierre inmediato de Höfner. En el derecho alemán, de forma similar al español, este procedimiento busca proteger los activos de la empresa mientras se evalúan alternativas de rescate: la entrada de inversores, una reestructuración del negocio o, en última instancia, la liquidación ordenada. El administrador concursal tiene tres meses para analizar la viabilidad de la compañía y proponer un camino a seguir.

No obstante, la situación es complicada. La industria de instrumentos musicales en Europa lleva años enfrentando una competencia feroz de fabricantes asiáticos, y mantener una producción artesanal con costes laborales europeos resulta cada vez más complicado. Höfner, cuyo principal activo era el valor histórico y emocional del Violin Bass, se ha sostenido en gran medida por ese legado.

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