Las Explorer no me gustan, pero sin ser un experto en este tipo de guitarras, tuve un par de V; una Dean V ‘79 Gibson Flying V ‘68
La primera es una serie baja de Dean de la primera década de este siglo que no se si sigue en catálogo, con acabados decentes para su precio (400 y pico €), electrónica baratilla y un look muy guay con el clásico clavijero en V de Dean.
La segunda, una serie media de Gibson con cuerpo de varias piezas de caoba, pastillas cerámicas Gibson, puente Nashville, etc.
A mi me parecieron guitarras más de riff y solo que rítmicas, ya que me daban la sensación de embarrar todo lo que tuviera más notas que un acorde de 5a; sobre todo la Dean.
Incluso sentado, no son tan incomodas ni raras de tocar como puede parecer, aunque son un buen tocho de madera -con mástiles tirando a gorditos- cuyas fundas las hacen todavía más grandes y no entran bien en casi ningún maletero.
La Dean la largué rápido porque aparte de no valer para todo, la encargué en “Tobacco Sunburst” y llegó en un “Cherry sunburst” muy feo.
La Gibson la tuve más tiempo y llegué a cambiar las cerámicas por unas ‘57 Classic y sin ser una maravilla, es mucho mejor y más versátil que la Dean -y más cara, aunque tal vez encuentres alguna usada dentro de tu presupuesto-, pero está lejos de una V ‘58 Korina, que es la única V que me plantearía a día de hoy.
Ambas acabaron en manos de amigos que siguen usándolas y están encantados con ellas.