Colegas bajistas ! Ayuda!

Quiero saber de cuantos watts comprar un amplificador para bajo, lo quiero ocupar para ensayos con bateria y tocadas para 100 - 150 personas(sin microfonear), valvulas o transistores? que me recomiendan, muchas gracias

Hola

No soy bajista pero ni hermano sí. No sé qué presupuesto tienes pero si quieres válvulas prepara la cartera y la espalda. De transistores hay mucho más y más asequible. En ppio con 250 w te llega para ensayar aunque tengas a bonzo de batería.

Un saludo

#2 Ok brother muchas gracias por tu opinion

Minimo, el doble de Watts que lleven tus guitarristas.

Luis Carlos escribió:

un amplificador para bajo, lo quiero ocupar para ensayos con bateria y tocadas para 100 - 150 personas(sin microfonear),

No es tan sencillo como parece, puesto que son muchos los factores que entran en juego. Te hago un breve resumen.

A partir de 300 w (a transistores) ya comenzarías a cubrir tus necesidades. Ir con menos potencia es sinónimo de exponerte a forzar el equipo, con la consabida aparición de distorsión armónica (THD), que a partir de según qué niveles alcance lo que hará es comprometer la inteligibilidad de tu sonido. En otras palabras, sonarás sucio porque habrás alcanzado el headroom de ese amplificador. A válvulas con muchos menos watios ya te apañarías. Con unos 150 w ya irías bien. Y con uno de clase D pues vas a necesitar aún más, sobre unos 500 w.¿Por qué estas diferencias? Pues muy sencillo:

El transistor es un componente electrónico cuya capacidad de rendimiento se ve mermada al alcanzar una determinada temperatura de trabajo, debido a la disipación del calor. Entonces, lo que sucede que que debido a este factor en realidad dispones de un 70% real de la potencia en watios. Y a parte, entregan un sonido "frio" y con menos riqueza de armónicos.
Las válvulas, al calentarse, le ocurren lo contrario que al transistor, es decir, que su rendimiento es aún más óptimo que estando frías. Además de reproducir armónicos pares, generan una compresión muy natural que es de suma importancia en el sonido, puesto que esa pequeña reducción en la dinámica sitúa al bajo en otro plano, percibiéndose como un aumento real de "volumen".
Los amplificadores de clase D llevan otro tipo de fuente de alimentación a la tradicional, sustituyéndola por una muchísimo más ligera y reducida; y para la etapa cuentan con una circuitería basada en muchos circuitos integrados. Por eso suelen pesar y ocupar tan poco. La otra cara de la moneda es que, precisamente por eso, cuando omienzas a exigirles cierta "potencia" y subes demasiado el volumen, el sonido se torna un tanto fofo y sin esa garra que sí que tenía a volúmenes más bajos.

A parte, deberás considerar la impedancia, tanto de la que entrega el cabezal como la de tu/s altavoz/ces. Lo ideal sería trabajar a 8 Ohms por eso de hacer trabajar al equipo más desahogado y tener mucho más margen para la aparición de distorsión. A 4 Ohms te va a dar la sensación que el "volumen" ha aumentado, pero también las distorsiones, que comienzan a oírse mucho antes.

La sensibilidad de los altavoces es primordial, puesto que va ligada intrínsecamente a la presión sonora, que es ni más ni menos que el aire que mueven (o lo que es lo mismo, la sensación real del "volumen", "potencia", "caña", o como prefieras llamarlo). Así pues, en igualdad de watios y sensibilidad, una pantalla de 4x10" dispersará mucho mejor el sonido de tu bajo que una de 1x15". A parte, en el primer caso tienes cuatro ejes de altavoz (fundamentales para la percepción de las frecuencias agudas) mientras que en el segundo caso sólo dispones de uno. Sobra decir que la respuesta en frecuencias de un altavoz de 10 pulgadas no es comparable a la de un 12" e incluso a la de un 15".

La disposición de los altavoces también tiene su importancia por el movimiento del aire que producen. Resumiendo: a más superficie de cono = más aire en movimiento = percepción de más "volumen", "caña", etc. A parte, conviene saber situarlos sobre el escenario para mejorar su rendimiento.

El lugar del escenario. Si en es un recinto cerrado y cubierto (Pubs, Centros Cívicos, Salón de actos, etc) la propia resonancia de la sala (con mejor o peor acústica) hará que tu sonido se quede dentro de ella. Al aire libre, el sonido difícilmente rebotará como en el interior de una sala, por lo que el sonido de tu bajo quedará reducido, en comparación, a poca cosa.

El género de música. No es lo mismo 200 w para rock/hardcore/metal/punk que para country/blues/jazz.

Y por último, un factor que tantas y tantas veces pasa desapercibido, que siempre está ahí, y que a menudo hecha por tierra todo lo anterior: la ecualización!! Lo que realmente hace sonar a un bajo son las frecuencias medias. Por eso, no tiene mucho sentido dibujar formas de "V", "W", "U", etc con el ecualizador gráfico del ampli, que en lo que realidad hacen es eliminar esa parte del espectro sonoro que es primordial para hacer "salir" al bajo, y por tanto llegue a cortar en la mezcla. La selección de las frecuencias de corte con las que haya sido diseñado el amplificador también suman (y a veces, hasta restan) por no ser tan acordes a la propia naturaleza del instrumento.

Como ves, no es tan sencillo.

Y por si te sirve de algo, he llegado a tocar en pequeñas salas con 60 personas delante, estando al frente de un viejo Peavey TNT 150 (con un único altavoz de 15 pulgadas) tocando covers de soul. Pero también debo advertirte que nuestro batería no es de los que tengan un pegada brutal, el guitarrista se pone a un volumen moderado, las teclas no llevan ampli (suenan junto con las voces), y a mis espaldas tengo la experiencia de haber sido técnico de P.A. y monitores durante muchos años, lo cual me sitúa con cierta ventaja a la hora de hacer rendir ese viejo trasto, por cierto, indestructible.

# 5

Muy util y bien explicado lo que has escrito.