Leyendo el tema "Tornillos oxidados" abierto por el forero Javier.sodano, leí un comentario con el que me sentí profundamente identificado, pues conozco el horror, la impotencia, el asco y la deseperación que causa una situación como esa.
El compañero ginard escribe que "a un amigo tuvo un problema con su guitarra (mas bien con su perro, ya que le meo la guitarra)..".
Una vez, entro a mi habitación con todas las ganas de conectar la vieja Ibanez Ex al amplificador. La tenía en el suelo, sobre su funda, ya que la había sacado de ella un par de horas antes para afinarla (el puente que trae desafina horrores), y cual sería mi terror, mi miedo, una sensación de indescriptible horror me invadió cuando levante la guitarra y vi como un liquido amarillo chorreaba de mi preciosa guitarra hacia un charco enorme debajo de la misma, sobre su funda... mi perro se había encima de ella!!!
Les cuento esta historia Lovecraftiana de terror para concientizar a mis compañeros foreros para que perevengan estos horribles accidentes, y nunca dejen a sus mascotas sin vigilar cerca de sus guitarras.
El compañero ginard escribe que "a un amigo tuvo un problema con su guitarra (mas bien con su perro, ya que le meo la guitarra)..".
Una vez, entro a mi habitación con todas las ganas de conectar la vieja Ibanez Ex al amplificador. La tenía en el suelo, sobre su funda, ya que la había sacado de ella un par de horas antes para afinarla (el puente que trae desafina horrores), y cual sería mi terror, mi miedo, una sensación de indescriptible horror me invadió cuando levante la guitarra y vi como un liquido amarillo chorreaba de mi preciosa guitarra hacia un charco enorme debajo de la misma, sobre su funda... mi perro se había encima de ella!!!
Les cuento esta historia Lovecraftiana de terror para concientizar a mis compañeros foreros para que perevengan estos horribles accidentes, y nunca dejen a sus mascotas sin vigilar cerca de sus guitarras.
