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Steve Vai: "The story of light" (2012)

27/10/2012 por chopeth Actualizado el 28/10/2012

Los excelsos años 80

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Cuando todo guitarrista echa la vista atrás, hay una época por la que se suspira nostálgicamente, intentando entender lo que habría sido o fue el ser partícipe de su grandeza; los añorados años 80’.

Período de consolidación de multitud de géneros, en estos productivos años se llevó el virtuosismo instrumental hasta unas cotas genialmente insanas, regalándonos discos de impagable factura en donde las despiadadas e intachables interpretaciones solistas rozaban el más desquiciante paroxismo guitarrero; George Lynch, Eddie Van Halen, Paul Gilbert, Yngwie Malmsteen...son sólo algunos de los nombres que escribirían algunas de las páginas más gloriosas de la música popular actual.

Era la época de los grandes conciertos en estadios, los grandes festivales de música y los años en los que la industria alcanzaría su máximo esplendor, motivada por la búsqueda a partes iguales de éxito y calidad.

Uno de los mayores culpables en este período fue Eddie Van Halen, solista de la banda Van Halen , conjunto formado por Eddie y Alex Van Halen, el bajista Michael Anthony y el salvaje David Lee Roth. Su incendiaria manera de tocar, la destreza con la que volaba por las cuerdas y sus geniales composiciones convirtieron al simpático holandés en el primer virtuoso ídolo de masas. Si bien el pistoletazo de salida lo dio el malogrado Jimi Hendrix, no sería hasta la aparición del disco homónimo cuando la fiebre virtuosa se extendería poco a poco por todo el mundo.

Época, por otra parte, de fatídicos excesos, Van Halen decidieron terminar su relación con el carismático frontman David Lee Roth en el año 1985, escogiendo para las labores vocales al no menos excepcional Sammy Hagar. Mientras tanto David Lee Roth, consciente de que si quería seguir cosechando el conseguido junto a los holandeses necesitaría estar al nivel de éstos, enroló en su andadura solista a un joven pero experimentado guitarrista que contaba en su currículum con el meritorio título deprotegido del inaccesible Frank Zappa …Steven Siro Vai.

Steve Vai... o la mágica dualidad de los excesos

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Nacido el 6 de Junio de 1960, Steve Vai es uno de los pocos artistas actuales que se pueden considerar únicos. El tímido joven que comenzaría su andadura musical como alumno de un desconocido Joe Satriani y continuaría su adiestramiento musical gracias a Frank Zappa, está considerado por muchos como uno de los mejores guitarristas y compositores instrumentales de la historia de la música contemporánea. Sustituto de Yngwie Malmsteen en Alcatraz, guitarra solista de David Lee Roth o Whitesnake en su época más multitudinaria, amén de una impecable carrera en solitario son sólo algunas de sus credenciales.

Intentar clasificar o definir el estilo de Steve Vai es complicado. Puede mostrarse denso, complejo y oscuro en ocasiones, en otras lírico e intimista , o quizás más accesible y humilde…Pero siempre con ese toque de excéntrica magia que engloban sus composiciones y lo hacen reconocible desde el primer instante.

Que o se le ama o se le odia es algo que siempre ha ido implícito a su sello como artista. Dicho halo inconsciente de misticismo es creado por esa peculiar visión del mundo que posee, influenciada por su fuerte espiritualidad y ciertos hechos que marcaron su vida en los 80’, como la fuerte depresión que atravesó y de la que salió totalmente renovado gracias a “ the magic in your mind” de U.S Anderson.

Desde aquel primigenio pero genial “ flex- able” ha pasado la desdeñable cantidad de 28 años y, aún, podemos percibir con total claridad esos geniales devaneos excéntricos que tanto han caracterizado su música desde el comienzo de su carrera. Si bien es cierto que la capacidad de sorpresa se ha ido perdiendo con los años, ( impagables joyas del calibre de los míticos “ Passion and warfare” o “ Alien Love Secrets” ) algo que nunca se ha diluido en sus nuevos lanzamientos es la frescura y las ganas por hacer algo distinto, constante definitoria de todos los discos del maestro.

7 años han pasado desde el lanzamiento de su anterior álbum de estudio, “ Real illusions: Reflections”, un disco de gran factura con momentos ya míticos como “Building the church” y otros bastante más sobrios y que servirían a Vai para embarcarse en una extensa gira mundial en la que se incluiría España. En esta ocasión
nos encontramos ante su nuevo lanzamiento; “The story of Light: Real illusions…of a…”

“The story of Light: Real illusions… of a…”

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Lo primero que llama la atención es la cuidada presentación; digibook de calidad que cuenta con cd + dvd y un libreto de 32 páginas con fotos, letras y explicaciones sobre el complejo mundo que Vai que recrea este nuevo lanzamiento. Es conveniente leerse los textos para asimilar mejor todo lo que el redondo nos va a ofrecer.

1. The story of Light

“The story Light” abre la obra y se antoja como la perfecta continuación del excelso y complejo “ Under it all”. En este corte las distintas capas sonoras envuelven al oyente con una cálida melodía abierta, colorista e impecablemente rematada por el piano de Dave Rosenthal. El tema central es el perfecto solo, lleno de lirismo y diferentes matices, escurridizo a veces pero muy sentido. Los excéntricos toques electro orquestales y los caóticos cambios de ritmo son perfectamente encajados por el virtuoso Jeremy Colson. La canción retoma el tema inicial pero pasa a un evidente segundo plano para que nuevamente Julia Rainy May Vai nos guíe hasta su cenit a través del texto narrado.

2. Velorum

“ Velorum” es una de las joyas del disco. Es un tema muy ambicioso en donde Vai ha querido aunar todo aquello que lo hace único a través de sus seis minutos de duración. ¿ El resultado? Sobresaliente. Lo que comienza siendo un tema arrastrado y pesado gracias a las 7 cuerdas muta en un una tímida y emotiva melodía que remonta el vuelo un par de veces antes de desembocar en la parte más mística y dura del tema.
Una divergente, etérea y temperamental melodía lucha contra los muteados y agresivos riffs que batallan por la predominancia pero pierden la lucha ante el descontrolado solo que concluye el tema. Cambios de ritmo, partes claramente diferenciadas con vida propia y multitud de pequeños detalles es lo que caracteriza un tema que va a hacer las delicias de los amantes más tradicionales del artista.

3/4. John the revelator / Book of the seven seals

¿ Queréis novedades? ¿ Algo fuera de lo normal? Pues este es vuestro tema. Si bien ya coqueteó con el gospel allá por 1995 en el tema “ genocide”, en esta ocasión de mete de lleno en un corte enérgico, adictivo y lleno de groove . Versioneando un tema clásico del género y bajo la dirección vocal de Beverly McClellan, Steve incrementa la dureza hasta cotas realmente heavies y pesadas para desembocar en el bailable y aún más coral “ book of the seven seals”, un corte con una guitarra juguetona que sirve de complemento a los juegos rítmicos y corales que forman el tema.

5. Creamside sunset

Si algo tiene este redondo es variedad. Prueba de ella de ello es este quinto tema, un corte taimado, tranquilo, intimista y con una cristalina melodía muy en la línea de “ Boston rain melody” pero aún más delicado, casi febril. La tenue base rítmica incrementa esa sensación de falsa inseguridad que respira el tema pero que lo convierte en genial.

6. Gravity storm

El que fuera el primer adelanto del disco es el tema más crudo, ácido y corrosivo del redondo. Con evidentes influencias de Hendrix, “Gravity Storm” se caracteriza por su dinamismo y esa pegajosa y lánguida guitarra que se te mete en la cabeza y no para de atormentarte. Jugando a desafinar la guitarra constantemente, el solo es agresivo pero cálido, enfermizo, y me trae a la mente “ fuck yourself”, perteneciente a “ Flex able leftovers”, uno de los temas con mejor solo de su discografía.

7. Mullach a’tsi

Para relajar el ritmo cambiamos de tercio y nos adentramos en la particular adaptación de esta nana irlandesa que podía ser perfectamente la continuación de “ Whispering a prayer”. Arpas, guitarras acústicas, envolvente colchón de teclado y lenta melodía a base de sus juegos con el sustainer y el control de volumen trasmiten calma y serenidad.

8. The moon and I

Grabado en Atenas y lanzado como Vaitunes#2, este enigmático, místico y etéreo tema es una de las joyas del redondo. Apoyándose en Mike Mangini ( actual batería de Dream Theater ) el tema es el perfecto pretexto que necesitaba Vai para transmitirnos esa faceta tan mística y espiritual que envuelve su vida. Usando su voz como mero vehículo para expresar su mensaje, un sin fin de improvisadas melodías y destellos de genialidad quedan plasmadas como la pieza más sincera de toda la obra y que no duda en recurrir en todo momento a la excelsa técnica que derrocha Vai.

9. Weeping china doll

Éste es, quizá, el punto más negro del disco. Sin ser un mal tema, “weeping china doll” peca de excesivamente repetitivo y lento. Si bien la compleja y enigmática atmósfera que lo rodea está bien lograda y el desquiciado solo ( estructuralmente parecido a “For the love of god” ) es notable no es suficiente para levantar un corte que termina por saturar.


10. Racing with the wind

Tras ese pequeño “ bache”, el redondo vuelve a ganar enteros con “ racing with the wind”, un tema muy fresco y accesible, directo y de fácil digestión que sirve para dejar patente que no sólo de excéntricas interpretaciones vive el genio. Atención al solo porque es realmente sublime.


11. No more Amsterdam

Personalmente, adoro este tema. Acústica en mano y a dúo con Aimee Mann , No more Amsterdam es como una purga. Siguiendo la melodía vocal con la guitarra y tamizando el tema con un bonito colchón de teclado, el carácter tranquilo y melancólico, unido la dulce melodía y el combinado electro acústico del final hacen de este tema uno de los descubrimientos del disco.


11. Sunsine electric raindrops

Y llegamos al tema final. “ Sunsine electric raindrops”, un corte muy en la onda hard rockera ochentera americana; pegadizo, alegre y sorprendentemente sencillo. Es un tema algo típico, pero bien empastado. Si bien no es su mejor canción cumple dignamente su función, dejando una agradable sensación de optimismo y el buen sabor de boca de un trabajo bien hecho.

Conclusiones

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Cuando escuché el compacto la primera vez supe que me encontraba ante un gran álbum ya que no entra a la primera. Una vez más, adentrarse en un disco de Steve Vai requiere el aceptar ciertas bases no escritas en donde sabes que todo es posible. No ha dejado ni un cabo suelto; ha sido sutil cuando lo requería, despistado cuando se necesitaba y milimétrico cuando el tema lo exigía, pero a pesar de ello ha conseguido transmitir la frescura e ilusión de un trabajo espontáneo y hecho con pasión. La producción, en términos generales, vuelve a ser pristina, realmente nítida hasta en los momentos de mayor intensidad y complejidad y eso es algo que ayuda que la obra aumente su valor.

A estas alturas no podemos pedirle un nuevo “Passion and Warfare” o un “Alien love secrets”, ni él lo necesita. Ya nos sorprendió y sedujo en el pasado y, en esta ocasión, vuelve a ganarse nuestro respeto y admiración con un trabajo tan sólido como aquellos que grabara antes del cambio de siglo. Quizá adolezca de algún tema que instintivamente te haga caer rendido a sus pies pero el conjunto es tan sólido que semejante hecho queda convertido en mera anécdota.

7 largos años y siete más que merecerá la pena esperar si el próximo álbum sigue las directrices trazadas por éste. Donde otros se conforman con simplemente publicar, Vai se reinventa en cada nuevo reto y eso es algo que está al alcance de muy pocos. De los mejores artistas actuales, y que sea por muchos años.

Aquí os dejo algunos de los nuevos temas en directo:

https://www.youtube.com/watch?v=TjHE_6UANek

https://www.youtube.com/watch?v=F34ZdbqjAhU&feature=channel&list=UL

https://www.youtube.com/watch?v=tiWfTv2AD5k

https://www.youtube.com/watch?v=_Rxm99lO_us&feature=plcp

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